Un adi¨®s a la medida de Magic

"Si ¨¦ste fuera mi ¨²ltimo partido no hubiera podido imaginar un final m¨¢s perfecto para mi historia". Cansado por el esfuerzo y casi trastornado por la emoci¨®n del momento, Earvin Magic Johrison se desped¨ªa, tal vez para siempre, de las canchas de baloncesto despu¨¦s de jugar en Orlando (Florida) el partido de All Stars de la NBA. Mientras p¨²blico y jugadores le agasajaban al final del encuentro, Magic eludi¨® cualquier comentario sobre el futuro. La estrella m¨¢s valiosa del firmamento del baloncesto estadounidense dej¨® en inc¨®gnita su participaci¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona.Esta era la primera vez que Magic jugaba en un torneo desde que, el pasado 7 de noviembre, anunci¨® su retirada del baloncesto profesional por estar contaminado por el virus del sida. "Me pas¨¦ toda la semana intentando escribir este libreto. Ha sido como estar frente a mi m¨¢quina de escribir y decir: ¨¦ste es mi final". Y es que algunas escenas del domingo en la cancha de Orlando, la ciudad que alberga el complejo Disneyworld, fueron casi como una pel¨ªcula de Walt Disney. Justo antes comenzar el partido, los jugadores del Este, el equipo rival, se acercaron a ¨¦l, le besaron y le abrazaron. "Quer¨ªamos hacerle sentir a gusto", dijo Isaiah Thomas, base de los Pistons de Detroit. "Creo que se qued¨® sorprendido al vernos venir a todos nosotros".

Cada uno de los jugadores se le acerc¨® y le toc¨® de una manera u otra, dejando claro que el sida es una enfermedad grave que no se adquiere a trav¨¦s de contacto casual. Thomas le bes¨® en la mejilla. Charles Barkley, el alero charlat¨¢n que inicialmente hab¨ªa criticado la participaci¨®n de Johnson, hizo lo mismo. Michael Jordan le dio la mano. Patrick Ewing, un abrazo fuerte.

"Le est¨¢bamos rindiendo un tributo", dijo Michael Jordan. "No not¨¦ ninguna l¨¢grima en sus ojos, y tampoco quise dejar ver ninguna en los m¨ªos. Pero s¨ª, todos est¨¢bamos conmovidos".

Johnson, de 32 a?os, hab¨ªa dicho el viernes que grabar¨ªa el partido en el v¨ªdeo de su casa para conservarlo como recuerdo para el ni?o que espera su mujer: "Puede que sea mi ¨²ltimo partido. Quiero que mi hijo o hija me vea jugando con todos estos All Stars". Pero ese ni?o tambi¨¦n ver¨¢ a su padre en su momento cumbre. Si Johnson realmente se ha despedido para siempre, lo ha hecho triunfalmente y dejando un recuerdo eterno. Su equipo del Oeste gan¨® f¨¢cilmente por 153-113 y Johrison cerr¨¦ el espect¨¢culo con tres triples en los ¨²ltimos minutos.

El ¨²ltimo triple colm¨® la malla cuando restaban 14,5 segundos de juego. Johnson, a nueve, metros de distancia, empuj¨® el bal¨®n con una mano mientras se ca¨ªa de espaldas. Los jugadores de ambos equipos le cayeron encima, y Johnson levant¨® la mano derecha en se?al de n¨²mero uno, una imagen que nadie le negar¨¢.