El norte de Madrid se convirti¨® en un aparcamiento gigante

Miles de madrile?os volvieron a madrugar, sabedores de que les esperaba un nuevo d¨ªa de huelga en el metro y los autobuses. Pero no les sirvi¨® de nada. La hora punta volvi¨® a adelantarse a las seis de la ma?ana, pero en esta ocasi¨®n se prolong¨® hasta las diez. Y atrap¨® a casi todos. Entre las siete y las 8.15 el tr¨¢fico aument¨® su intensidad en un 24% respecto a la media de los viernes. A esas horas, la principal culpa -a?adida a las huelgas- reca¨ªa en la multitudinaria movilizaci¨®n en la Castellana convocada por CC OO y UGT. Sus efectos se notaron sobre todo en el norte. La carretera de Colmenar registr¨® retenciones hasta el kil¨®metro 28, ya fuera del t¨¦rmino municipal de Madrid. La capital export¨® ayer sus atascos.El Ministerio de Industria, en Castellana, 160, era el objetivo, al mediod¨ªa, de 20.000 sindicalistas: 300 autobuses llegaron al estadio Santiago Bernab¨¦u. Por el norte, los manifestantes andaluces dejaron la estaci¨®n de Chamart¨ªn y desde all¨ª fueron al ministerio. Tambi¨¦n unos 200 trabajadores de Telettra, que se hab¨ªan concentrado en Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde, 65, desde el amanecer, se dirigieron all¨ª. A la una de la tarde, todos estaban ya oyendo a Nicol¨¢s Redondo y Antonio Guti¨¦rrez, dirigentes de UGT y CC OO.

Malhumorados

La Castellana se dividi¨® desde las nueve de la ma?ana hasta el mediod¨ªa: los automovilistas compart¨ªan el sentido norte para subir y bajar el paseo, dirigidos por la polic¨ªa, informa Ana Alfageme. Miraban de reojo, malhumorados o inexpresivos, a los rostros de los sindicalistas venidos de ocho comunidades y que copaban la otra mitad de la Castellana. A los automovilistas les interesaba sobre todo que Concha Espina estaba cortada por los autobuses y que s¨®lo se pod¨ªa circular por la mitad del paseo, entre el Bernab¨¦u y plaza de Castilla. "?stos son de fuera de Madrid, ?no?, y nosotros a aguantar", dec¨ªa un taxista.

En la acera de enfrente del ministerio, los oficinistas y los funcionarios que sal¨ªan a desayunar poco antes de mediod¨ªa miraban los toros desde la barrera, se sobresaltaban por los petardazos de los mineros y comentaban que ayer hab¨ªan tardado m¨¢s que nunca en llegar a sus trabajos. "Y ya est¨¢ bien, ?no?; con los problemas de transporte que tenemos... ", dec¨ªa una funcionaria hablando con otra. "Yo he vivido la guerra, y la posguerra, y si no tienes mano dura con esta gente no hay manera", le explicaba un anciano a una se?ora envuelta en visones. Incluso los sindicalistas tuvieron problemas con el tr¨¢fico. "Hemos tardado casi tres horas en entrar", comentaba un catal¨¢n apurando una ca?a en el bar de enfrente del ministerio. Una veintena de trabajadores de la empresa catalana Cirflex se concentraban a la misma hora junto a la sede del Midland Bank (principal accionista de Ciflex), en la calle de Jos¨¦ Ortega y Gasset, para protestar por el cierre de esta factor¨ªa, que deja en el paro a 90 empleados. La movilizaci¨®n no tuvo consecuencias sobre el tr¨¢fico porque los concentrados desarrollaron su protesta en la acera.

Tres bocacalles m¨¢s all¨¢, en Pr¨ªncipe de Vergara, medio millar de delegados de la Uni¨®n Sindical Obrera (USO) se manifestaban tambi¨¦n por la reindustrializaci¨®n. Esta movilizaci¨®n interrumpi¨® el tr¨¢fico durante una hora por los dos carriles de subida de Pr¨ªncipe de Vergara, entre la calle Goya y la plaza del Marqu¨¦s de Salamanca, informa Bego?a Aguirre.

Durante el recorrido hasta la sede del INI, la movilizaci¨®n tuvo un ambiente de masclet¨¢ valenciana por el estruendo de los numerosos petardos. Las reacciones de los viandantes iban desde el regocijo a la indignaci¨®n. "?Por qu¨¦ no se ir¨¢n a su casa a manifestarse!", exclamaba una mujer espl¨¦ndidamente ataviada. Ajenos a actitudes como ¨¦sta, los manifestantes coreaban consignas.

Las otras dos manifestaciones de ayer tuvieron menos repercusiones: a las 8.30 se celebr¨® la convocada por el comit¨¦ de Baz¨¢n en Castellana, 55; y a las nueve, la de la Confederaci¨®n General de Trabajo en la avenida de la Complutense. La concentraci¨®n convocada por el sindicato de Ense?anza de UGT en la plaza de Celenque fue aplazada.