Una violaci¨®n y nada m¨¢s

El juicio a Mike Thyson no ten¨ªa nada que ver con la raza, o con sus humildes or¨ªgenes, o la mala racha de un h¨¦roe del boxeo. El jurado de ocho hombres y cuatro mujeres tuvo que examinar durante varios d¨ªas los testimonios presentados por 49 testigos y decidir si Thyson viol¨® o no a una adolescente candidata en un concurso de belleza, como le acusaba el fiscal. Decidieron que s¨ª. ( ... ) Independientemente de su celebridad, Mike Thyson es un hombre m¨¢s, condenado por cometer un repugnante delito habitual. Cada seis minutos, seg¨²n el Departamento de Justicia de EE UU, una mujer es violada en Am¨¦rica. El argumento de la defensa -que la v¨ªctima era, de alguna forma, culpable porque consinti¨® y despu¨¦s cambi¨® de opini¨®n- es tambi¨¦n corriente en los casos en que el acusado y la v¨ªctima se conocen previamente. Lo que hace cobrar mucha importancia a este juicio, sin embargo, no es la situaci¨®n de ella como candidata a Miss Am¨¦rica Negra o el t¨ªtulo de campe¨®n de los pesos pesados que tuvo ¨¦l un d¨ªa. Es la imagen de Thyson que fue presentada ante el jurado. Si para la opini¨®n p¨²blica Mike Thyson es un agresor sexual, sin el fundamental respeto por las mujeres o por s¨ª mismo, es precisamente a causa de su conducta y nada m¨¢s. ( ... ) No hay fundamento en la ley o la costumbre que d¨¦ a Mike Thyson la prerrogativa de obligar a una mujer sin su consentimiento. Eligi¨® ignorar el derecho de una mujer a pedir que cesara en su agresi¨®n. 14 de febrero