?ltimas tendencias: el arte sacrificado a la realidad

Una feria es, desde luego, una feria, y no hay que esperar de ella sino lo que le corresponde a toda oferta comercial, que, con mayor o menor ingenio, expone ante el p¨²blico lo que se imagina que se ha de comprar. En este sentido, resultar¨ªa insensato equivocar las expectativas mercantiles con un term¨®metro fiable de la real temperatura, en el caso que nos ocupa, art¨ªstica de un momento dado. Por lo dem¨¢s, la validez de este axioma se acrecenta, si cabe, en tiempos de crisis, tiempos reacios a la aventura, con lo que ser¨ªa sumamente peligroso pensar que en una edici¨®n ferial, como esta und¨¦cima edici¨®n de Arco, puede servirnos como ¨ªndice de lo que se est¨¢ produciendo de m¨¢s creativo en el arte actual.Con todo, estas mediaciones del oportunismo comercial no pueden tampoco oscurecer por completo la evoluci¨®n del gusto, sobre todo cuando el acoplamiento del p¨²blico a los par¨¢metros de la modernidad, cuya ¨²ltima sustancia significativa es la moda, parece de m¨¢s en m¨¢s perfectamente sincronizada.

En este sentido, claro que Arco 92 puede servimos de gu¨ªa difusa de lo que ahora preocupa a las ¨²ltimas tendencias art¨ªsticas, marcadas por la dimensi¨®n anal¨ªtica, cr¨ªtica, reflexiva y pol¨ªtica del arte.

Por eso, dejando al margen el que en esta edici¨®n de Arco abundan los ejemplos de la vanguardia hist¨®rica, de los m¨¢s consagrados vanguardistas de las ¨²ltimas d¨¦cadas e incluso de aquellos j¨®venes que ya se han consolidado como hitos obligados en la mitolog¨ªa popular, propondr¨¦ algunos ejemplos que mejor manifiestan el cambio actual de sensibilidad.

Desde esta perspectiva, un caso muy significativo a tener en cuenta es el de Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia, que cito no s¨®lo por ser uno de los artistas m¨¢s c¨¦lebres entre los que han protagonizado el arte espa?ol de los ochenta, sino porque, entre lo exhibido actualmente en Arco, a trav¨¦s de ¨¦l podemos comprobar ese cambio de orientaci¨®n art¨ªstica, ya que, junto a obras realizadas por ¨¦l hace m¨¢s de cinco a?os (galer¨ªa de Thomas Segal), podemos asimismo ver su producci¨®n m¨¢s reciente (galer¨ªas de Soledad Lorenzo y de Ediciones T).

A diferencia del vistoso pictorismo que dio fama internacional a este pintor madrile?o, su obra m¨¢s reciente se caracteriza por la fotograf¨ªa sometida al filtro de un material fungible y aleatorio como es el de la cera. De esta manera, la imagen adquiere un aspecto espectral y lo material de la materia se abre a la categor¨ªa corrosiva del tiempo, lo que permite ba?ar el tiempo de una dimensi¨®n genuinamente dram¨¢tica.

Estas estrategias de distanciamiento reflexivo se manifiestan m¨¢s brutalmente en artistas m¨¢s recientes, como, por ejemplo, Manuel Rufo (galer¨ªa A. Romero), ganador del Premio de L'Oreal y seleccionado asimismo en las becas de Banesto, el cual parte de estereotipos ic¨®nicos del cine y la fotograf¨ªa, que despedaza y reconstruye con violenta espontaneidad, como se pone de manifiesto con esas im¨¢genes despedazadas y recosidas con tacos de madera, o con esas otras donde el instrumento del corte, un sierra mec¨¢nica, se clava sobre la imagen de una figura corporal emblem¨¢ticamente sexual. O el se?alamiento pict¨®rico de los ¨®rganos sexuales de im¨¢genes fotogr¨¢ficas que lleva a cabo Pedro G. Romero (galer¨ªa F¨²cares).

Los m¨¦todos el¨ªpticos, bien a trav¨¦s de la presentaci¨®n de instalaciones o piezas que materialmente nos recuerdan la dureza instrumental que se cierne sobre nuestra vida cotidiana, bien mediante im¨¢genes o signos igualmente reveladores de una existencia afrontada en fr¨ªo, evocan, en general, una forma de hacer arte que demanda la complicidad del sentido cr¨ªtico y reflexivo del espectador y que produce un arte que se define m¨¢s como un modo m¨¢s de pensar que de hacer.

Las ¨²ltimas tendencias quieren, por tanto, hacemos pensar m¨¢s que sentir, quieren despersonalizarse para que tomemos conciencia de nuestras m¨¢s perentorias obligaciones personales. Un arte, en definitiva, que se oculta para mejor aclarar la realidad.