El dinero inservible
Tel¨¦fonos, fotomatones, maquinas de tabaco, de refrescos y de caf¨¦ 'rechazan' las nuevas monedas de curso legal
Los duros de tama?o reducido que circulan desde hace tres a?os en el mercado, las monedas de 25 pesetas con un agujero en el centro, las de 10 peque?as, las de 200 y las de 50 pesetas s¨®lo tienen cabida en 1.100 cabinas instaladas en la calle y 2.500 ubicadas en distintos establecimientos. Para el resto, que suman 18.000 tel¨¦fonos, el nuevo dinero nada vale.La cuesti¨®n se complica en estaciones de metro, trenes y autobuses, hospitales, supermercados, colegios y facultades, como la de Filolog¨ªa de la Complutense, donde apenas cuentan con tel¨¦fonos p¨²blicos y adem¨¢s no est¨¢n adaptados. En la facultad de Periodismo, por ejemplo, s¨®lo hay tres; uno no funciona y ninguno de ellos est¨¢ adaptado. En los Juzgados de la plaza de Castilla ninguna de las 10 cabinas aceptan las nuevas monedas.
La compa?¨ªa s¨®lo espera modificar unas 1.600 este a?o. "Empezamos por el tri¨¢ngulo de plaza de Espa?a, Gran V¨ªa y Alcal¨¢ para extenderlo a otros barrios", explica un portavoz. Sin embargo, en la plaza de Espa?a, de 11 cabinas, s¨®lo una acepta las monedas de nuevo cu?o. Y en la Gran V¨ªa, desde la plaza hasta el edificio de Telef¨®nica se cuentan 33 cabinas, de las cuales s¨®lo tres est¨¢n adaptadas.
Tan s¨®lo en el aeropuerto de Barajas, Telef¨®nica ha realizado un esfuerzo especial para instalar 42 tel¨¦fonos nuevos. Eso, por cierto, fue a ra¨ªz de que los responsables del aeropuerto se hicieran cargo de una encuesta en la que los pasajeros se quejaban de esa deficiencia.
Turistas despistados
La situaci¨®n no parece que va a mejorar gran cosa para el verano, fecha en la que se espera mayor afluencia de turistas, cuyo grado de conocimiento sobre el funcionamiento de los nuevos y viejos tel¨¦fonos p¨²blicos se supone escaso.
Un portavoz de la empresa reconoce que no se ha realizado ninguna campa?a formal para instalar las nuevas cabinas. Ni se han enviado cartas a los propietarios de los locales ni se ha rebajado la cuota de inscripci¨®n, que cuesta 30.000 pesetas. "Como el nuevo tel¨¦fono ofrece muchas m¨¢s prestaciones", indic¨® un portavoz, "ya lo ir¨¢n pidiendo poco a poco". As¨ª que la compa?¨ªa no les hace una oferta especial a los propietarios de los tel¨¦fonos y ¨¦stos no los cambian. Adem¨¢s, detr¨¢s de la barra no siempre hay cambio.
Los responsables de la empresa p¨²blica han realizado un esfuerzo especial, eso s¨ª, para eliminar del mercado madrile?o los m¨¢s de 400 tel¨¦fonos instalados en bares que a¨²n no admiten monedas de 100 pesetas. A ellos, el cambio por uno nuevo les costar¨¢ 10.000 pesetas menos.
Sin embargo, existen 3.500 cabinas en la calle dependientes directamente de Telef¨®nica cuyos selectores de dinero a¨²n no se han modificado.
Con las ranuras de las m¨¢quinas expendedoras de tabaco y bebidas ocurre otro tanto. Aproximadamente 25.000 de las 35.000 m¨¢quinas de tabaco, refrescos y caf¨¦ que hay en la regi¨®n funcionan a¨²n con la calderilla de antiguo cu?o. Un fabricante de selectores de dinero met¨¢lico, proveedor de Tabacalera y Coca-Cola y que asegura instalar 700 al mes en Espa?a, afirma que la adaptaci¨®n a las nuevas monedas no se realiza de forma m¨¢s r¨¢pida porque a¨²n no hay suficientes en el mercado. No obstante, el fabricante reconoce que los due?os de los restaurantes que quieran adaptar los aparatos han de pagar unas 30.000 pesetas.
"No hay presi¨®n suficiente de la gente, porque, por ejemplo, el 15% de los duros que circulan son nuevos, las monedas nuevas de 25 pesetas suponen s¨®lo el 8% y las de 50 y 200 pesetas s¨®lo el 10%", explica.
Sin embargo, los datos que aportaba el fabricante de selectores no fueron ratificados por el Banco de Espa?a, que en la actualidad realiza un estudio para averiguar el grado de penetraci¨®n que ha tenido las nueva monedas.
La Casa de la Moneda indic¨® que desde hace tres a?os se han puesto en circulaci¨®n casi 600 millones de unidades de monedas de cinco pesetas. De 25 pesetas fueron 200 millones de monedas las que obran en poder de los ciudadanos. En total, son m¨¢s de 1.000 millones de monedas de nuevo cu?o las que circulan por todo el pa¨ªs.
En el servicio de cercan¨ªas de Renfe ya lo hicieron. Tienen 70 aparatos expendedores de billetes y cada uno de ellos acepta seis monedas, entre ellas la nueva de cinco pesetas y la de 25 con el agujero en el centro. Sin embargo, a¨²n quedan otras, como las de 200, que rechaza. Por ello Renfe est¨¢ dise?ando unas m¨¢quinas que aceptar¨¢n hasta 12 tipos distintos, incluido el ecu, "cuando lo fabriquen", indica un portavoz de la compa?¨ªa.
Los guardianes de las 'chocolatinas'
La propietarios de los principales salones de juego de Madrid se han dado cuenta de que su negocio no tendr¨ªa raz¨®n de ser sin las monedas de nuevo cu?o. Sobre todo en lo que concierne a las de cinco duros con agujero en el centro. "?sas son las m¨¢s c¨®modas para la gente, y se nota, porque muchos las prefirieron desde el primer momento. Adem¨¢s, eso no es muy com¨²n, porque cuando salen las nuevas monedas al mercado siempre provocan cierto rechazo en la gente", se?ala el due?o de unos recreativos que se encuentran en la glorieta de San Bernardo.Otro empresario dice que, aunque de las 35 tragaperras que posee en la glorieta de Bilbao s¨®lo dos se hallan adaptadas a las nuevas monedas, ha decidido que todas las m¨¢quinas que compre traigan los monederos preparados para no rechazar ninguna calderilla. "De hecho, la mayor¨ªa de los faebricantes procuran sacar al mercado s¨®lo las que aceptan todo el met¨¢lico", asegura el propietario.
Las reinas del dinero met¨¢lico entre los aficionados al juego son las chocolatinas, que es como se comenz¨® a apodar a las de 20 duros, y las de 25 pesetas -parecidas a las antiguas de dos reales-, por ese orden. Las que no tuvieron ninguna aceptaci¨®n, a tenor de los due?os de los salones, fueron las monedas de 200 pesetas. "Todo el mundo quiere deshacerse de ellas, porque se confunden con las de cinco pesetas, y no hay cosa que siente peor que dar liebre por gato. Pero las de 100, que al principio no parec¨ªan gustar a nadie, se han implantado como las m¨¢s c¨®modas y ¨²tiles para llevar consigo en el bolsillo".
La mayor¨ªa los due?os de los salones aseguran que todav¨ªa es pronto para cambiar los monederos de todas las tragaperras, aunque se cuidan de que las m¨¢quinas nuevas que compran acepten todo tipo de monedas. Pero eso no es ¨®bice para que muchos de ellos tengan siempre dispuesto un buen lote de monedas de nuevo cu?o, incluso para la gente de la calle que no pretende jugar en sus locales.
Ese es el caso del gerente de unos salones que se encuentran en la glorieta de Bilbao, justo al lado de dos cabinas telef¨®nicas. La empresa p¨²blica tendr¨ªa mucho que agradecer a este empresario. "La gente viene de la calle para que le demos monedas antiguas, porque son las ¨²nicas que funcionan en esas cabinas", dice el responsable de los rereativos.
En cierto modo, los empresarios de los salones de juego son los guardianes de las monedas de viejo cu?o, y eso lo saben en el Banco de Espa?a, donde se cuenta con sus vol¨²menes de negocio a la hora de medir la penetraci¨®n de las nuevas monedas en los bolsillos de los ciudadanos.
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