La cumbre de la coca¨ªna
Los l¨ªderes de Estados Unidos y de seis pa¨ªses latinoamericanos se re¨²nen en Tejas para impulsar la lucha contra la droga
ALBERT MONTAGUT El presidente de Estados Unidos, George Bush, y los- l¨ªderes pol¨ªticos de Colombia, Bolivia, Per¨², Ecuador y M¨¦xico se re¨²neni hoy en San Antonio (Tejas) para coordinar esfuerzos en su lucha contra el narcotr¨¢fico y frenar as¨ª la marea de coca¨ªna que inunda este continente. El compromiso que se quiere alcanzar en la cumbre reducir¨¢ el n¨²mero de fuerzas militares norteamericanas desplegadas en Latinoamerica para combatir al narcotr¨¢fico. Bush ha explicado que no quiere firmar "cheques en blanco" a sus hom¨®logos del Sur.
El presidente Bush explic¨® tambi¨¦n que desea rentabilizar los 2.200 millones d¨®lares que su Administraci¨®n dedicar¨¢ en los pr¨®ximos cinco a?os a la lucha contra la droga.En el momento de comenzar la cumbre, el kilo de coca¨ªna se estar¨¢ vendiendo en las principales ciudades,de EE UU a 300.000 d¨®lares y 15 millones de norteamericanos estar¨¢n pensando en encender un porro de marihuana, inhalar crack o en inyectarse una dosis de hero¨ªna. "La droga es hoy uno de los principales problemas sociales en este macro pa¨ªs de 250 millones de habitantes".
El presidente Bush asiste a esta segunda cumbre con un mensaje muy claro. Estados Unidos apoyar¨¢ econ¨®micamente a sus aliados latinoamericanos promocionar¨¢ ayudas alternativas al cultivo de la coca cuando se hayan destru¨ªdo la mayor parte de las plantaciones y la entrada de coca¨ªna en EE UU haya descendido..El presidente de Venezuela, Carlos Andr¨¦s P¨¦rez excus¨® su presencia en la cumbre a ¨²ltima hora, pero envi¨® una delegaci¨®n encabezada por su ministro de Asuntos Exteriores, Armando Dur¨¢n.
Durante la cumbre, se discutir¨¢n bilateralmente temas de coordinaci¨®n policial y militar, pero apenas se abordar¨¢ el tema de la rehabilitaci¨®n. De hecho, la curaci¨®n de los drogadictos ser¨¢ una cuesti¨®n tan marginal que posiblemente nadie se referir¨¢ a ¨¦l. Estados Unidos piensa que la drogadicci¨®n es un problema individual y que la desintoxicaci¨®n no puede depender del dinero federal.
Venezuela, Ecuador y M¨¦xico asistir¨¢n al encuentro por primera vez. Los representantes de estos tres pa¨ªses no asistieron a la primera cumbre, celebrada en Cartagena de Indias (Colombia) en febrero de 1990.
Desde el punto de vista norteamericano, estos tres pa¨ªses se han distingido en los ¨²ltimos dos a?os en su lucha contra el narcotr¨¢fico y en su determinaci¨®n de seguir impidiendo el paso de droga hacia Estados Unidos, precisamente la raz¨®n fundamental por la que Washington fomenta este tipo de encuentros.
Eficacia de los acuerdos
Los datos, seg¨²n se analicen, indican que los acuerdos firmados en 1990 en Cartagena de Indias han tenido efecto. En los dos ¨²ltimos a?os, el volumen de consumo de coca¨ªna en EE UU ha descendido, aunque el tr¨¢fico de sustancias ?legales en Estados Unidos todav¨ªa mueve un volumen econ¨®mico estimado de 56.000 millones de d¨®lares cada a?o (5,5 billones de pesetas).
Las autoridades norteamericanas creen estar ganando la guerra. Su optimismo se fundamenta en las cifras estad¨ªsticas y en el hecho de que el cartel de Medell¨ªn, la m¨¢s violenta organizaci¨®n criminal de la historia, est¨¢ casi desarticulado, y sus jefes y dirigentes, muertos o entre rejas.
Seg¨²n un informe de la Casa Blanca, en 1988, 14,5 millones de norteamericanos utilizaban drogas, 2,9 millones eran cocain¨®manos, 11,6 millones fumaban marihuana y 1,9 millones eran adolescentes. Tres a?os despu¨¦s,casi dos millones d¨¦ estadounidenses de jaron las drogas, un mill¨®naban donaron la coca¨ªna, dos millones olvidaron la marihuana y casi medio mill¨®n de adolescentes dijeron no a las drogas.
La reuni¨®n de San Antonio se celebra en un momento en que las estad¨ªsticas indican que el problema contin¨²a siendo grave y cuando el Ejecutivo y el Legislativo no se ponen de acuerdo en las cifras de la guerra de la droga.
El senador Joseph Biden, de m¨®crata por Delaware, presiden te del Comit¨¦ Judicial del Senado y del caucus Internacional de Control de Narc¨®ticos del Sena do, no confirma las cifras esta d¨ªsticag de la Casa Blanca. Biden acaba de hacer p¨²blico un informe extens¨ªsimo en el que pone en duda la denominada estrategia nacional contra la droga del presidente Bush. Biden se pregunta: "?Estamos realmente ganando la guerra?".
A juzgar por sus cifras, no. Seg¨²n un grueso informe hecho p¨²blico en Washington ayer, hay m¨¢s estadounidenses adictos a la hero¨ªna y a la coca¨ªna que hace tres a?os. Seg¨²n Biden y su comit¨¦, 1,1 millones de norteamericanos usar on crack por primera vez el pasado a?o. "Esta no es la imagen de una naci¨®n ganando la guerra de la droga, como dice el presidente; de hecho no es incluso ni la imagen de una naci¨®n movi¨¦ndose adecuadamente".
Disputas pol¨ªticas aparte, el volumen de negocio del sector demuestra asimismo que la droga sigue siendo uno de los negocios m¨¢s lucrativos del mercado mundial. Unos 330 kilos de hojas de coca cuestan en Bolivia 110 d¨®lares. Una vez convertida en coca¨ªna del 54% de pureza, la nueva sustancia alcanza un precio en las calles norteamericanas 300.000 d¨®lares el kilo.
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