Retorno al pasado
![Luis G¨®mez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F2ce46456-ac54-4700-96db-0b8f394a4fda.jpg?auth=77002eb2305650451646ff522b8a51b014f7c806758a28329fafa3c3944a40f6&width=100&height=100&smart=true)
El Deporte ha importado el vocabulario de los negocios seg¨²n se acerca el final del siglo XX. Y el ciclismo no tiene problemas de conciencia ante este fen¨®meno porque fue uno de los primeros deportes en profesionalizarse, con el f¨²tbol y el boxeo. Su inmersi¨®n en actividades mercantiles es tan vieja como afortunada dado que no ido en detrimento de algunas de sus se?as de identidad, las que le definen como un deporte cl¨¢sico y duro.La llegada de Verbruggen al frente de la Federaci¨®n Internacional es una consecuencia l¨®gica de los tiempos. El Tour hab¨ªa iniciado un sprint a la b¨²squeda de una internacionalizaci¨®n y amenazaba con monopolizar el ciclismo. La federaci¨®n ha reaccionado subi¨¦ndose al carro: eso significaba crear la Copa del Mundo al estilo de los circuitos del tenis o la F¨®rmula 1 e imponer una revisi¨®n del calendario.
La FICP persigue una gran vuelta para septiembre. El Tour a?ade a la internacionalizaci¨®n [la edici¨®n de 1992 transcurrir¨¢ por media Europa] un nuevo concepto: prime time. Ni m¨¢s ni menos que algunas etapas terminen lo m¨¢s cerca posible de las nueve de la noche, hora de m¨¢xima audiencia.
Pero lo bueno es conseguir congeniar pasado con futuro. Y, as¨ª, esperar la llegada de los ciclistas seg¨²n avanza el crep¨²sculo es como retornar a principios de siglo, cuando los esforzados llegaban a una meta inundada de antorchas.
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