Del hast¨ªo al reconocimiento

La opci¨®n Felipe Gonz¨¢lez para 1995 tiene un gran valedor, el canciller Helmut Kohl, amigo personal y entusiasta de las dotes del presidente del Gobierno espa?ol. El tiempo de por medio podr¨ªa ayudar a salvar el obst¨¢culo del color pol¨ªtico y permitir saltar el turno. La candidatura inmediata de Gonz¨¢lez, seg¨²n algunos l¨ªderes del PSOE, ser¨ªa "un desastre"; para la pol¨ªtica interna, se entiende. En realidad, el recambio inmediato de Delors por Felipe Gonz¨¢lez fue lanzado en enero por un ministro portugu¨¦s ante varios periodistas de Bruselas a los que se hizo part¨ªcipes de un plan confidencial. La tesis era que la insistencia de Jacques Delors en celebrar una cumbre extraordinaria en abril o mayo, cumbre que Portugal se resiste a convocar por temor al fracaso, no obedec¨ªa s¨®lo a la necesidad de aprobar el nuevo paquete financiero o factura de Maastricht, sino al inter¨¦s del presidente de la Comisi¨®n Europea por tener "una despedida a su altura" antes de ir a sustituir a Edith Cresson en la cabeza del Gobierno franc¨¦s.Se abrir¨ªa un interregno con Frans Andriessen de presidente en funciones hasta octubre, cuando Gonz¨¢lez, despu¨¦s de haber echado el resto en unas elecciones anticipadas, dejar¨ªa su sitio a un delf¨ªn -Narc¨ªs Serra, pero por qu¨¦ no el tapado Manuel Chaves- para irse a Bruselas el pr¨®ximo enero. Pol¨ªticos espa?oles de diverso signo alimentan la tesis de un Felipe Gonz¨¢lez harto de los sobresaltos de la pol¨ªtica interna cuando Europa le reconoce sus virtudes de estadista y puede recompensarle por ello. Lo cierto es que no hay candidatura espa?ola y que hay unas elecciones por medio, en Espa?a y en Holanda, adem¨¢s de la puesta en marcha del Tratado de Uni¨®n Europea, antes de que uno de los Doce coja las riendas de una CE reforzada.