El bosque de azufre
La t¨¦rmica de Andorra, de ENDESA, llevada a juicio por contaminar 200.000 hect¨¢reas
"S¨®lo pedimos que cese la contaminaci¨®n de la t¨¦rmica y se regeneren los bosques afectados", afirma un joven perteneciente al Grupo Ecologista de Villafranca del Cid (Castell¨®n de la Plana), convencido, al igual que los vecinos de la comarca de Els Ports, de que la degradaci¨®n que sufren sus bosques desde 1982 tiene su origen en la lluvia ¨¢cida (di¨®xido de azufre) procedente de la central t¨¦rmica de Andorra (Teruel), propiedad de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA). El fiscal de la Audiencia de Castell¨®n, Javier Carceller, ha iniciado ya los tr¨¢mites legales por supuesto delito ecol¨®gico de la central por la contaminaci¨®n de m¨¢s de 200.000 hect¨¢reas de bosques.
Los efectos de la contaminaci¨®n se observaron por primera vez all¨¢ por el a?o 1982 en el monte Els Carrascals, en el t¨¦rmino municipal de Morella (Castell¨®n). Los pinos comenzaban a defoliarse por la copa y terminaban sec¨¢ndose hasta la ra¨ªz y reducidos a verdaderos espectros, cuya madera era inservible. All¨ª se talaron entonces unos 13.000 pinos. Se calcula que otros tantos est¨¢n muertos, y unos 100.000, afectados. El ¨¢mbito geogr¨¢fico de la contaminaci¨®n se extiende por unas 220.000 hect¨¢reas (80.000 en la provincia de Castell¨®n, 120.000 en Teruel y 20.000 en Tarragona). Las especies vegetales m¨¢s afectadas han sido los pinos y en menor medida los enebros y las encinas.A partir de 1984 comenz¨® una t¨ªmida mejor¨ªa de los bosques reconocida tanto por los grupos ecologistas como por los alcaldes de la zona. Ahora la contaminaci¨®n no es tan intensa y aunque los pinos siguen defoli¨¢ndose no mueren por completo. En paralelo a esa contaminaci¨®n, el bosque hasido atacado por diversas plagas como la procesionaria, aunque los efectos son compjetamente distintos", afirma Oscar Tena, de 21 a?os, miembro del Grupo Ecologista de Villafranca.
Chimenea de 343 metros
Tras detectarse esa muerte sospechosamente artificial de los pinos, todas las miradas se dirigieron a la central t¨¦rmica de Andorra (Teruel), que entr¨® en funcionamiento en 1979. En un radio de 120 kil¨®metros no existe otra industria capaz de producir similares ¨ªndices de contaminaci¨®n procedente de cuatro puntos: emisiones de humo, residuos de la combusti¨®n de lignitos, agua del sistema de refrigeraci¨®n y vertido de aguas residuales.
El m¨¢s nocivo de todos ellos son las emisiones de azufre que la t¨¦rmica dispersa en la atm¨®sfera a trav¨¦s de una chimenea de 343 metros de altura. Pese a ello se forma un penacho, que los vientos predominantes trasladan hacia Els Ports y el Bajo Arag¨®n. "No hay m¨¢s que otear el horizonte desde un punto alto para ver hacia d¨®nde se dirige el penacho de la t¨¦rmica. La contaminaci¨®n existe, y, aunque se diga que se respetan los l¨ªmites establecidos en la legislaci¨®n vigente, est¨¢n matando los bosques de forma legal", comenta Ra¨²l Col¨®n, otro miembro del Grupo Ecologista. "Contaminaci¨®n claro que hay, pero como todos son los mismos nadie soluciona nada y as¨ª llevamos ya 10 a?os", dice Antonio Monfort, comerciante de Villafranca.
La opini¨®n de los alcaldes es similar. Su protagonismo en la cuesti¨®n se deriva del hecho de que la mayor¨ªa de los bosques afectados son de titularidad p¨²blica. As¨ª, Rogelio Tena, alcalde socialista de Villafranca, mantiene que las emisiones de la t¨¦rmica han sido decisivas en el deterioro de los bosques, "sobre todo en los primeros a?os de funcionamiento", matiza. "Para los alcaldes", a?ade, Io prioritario es que se alcance una soluci¨®n r¨¢pida y eficaz, osea, que cese la contaminaci¨®n y se regeneren los bosques".
El presidente de la Generafitat valenciana, Joan Lerma, afirm¨® recientemente que su Gobierno est¨¢ elaborando un proyecto que incluye las necesarias partidas econ¨®micas para iniciar los trabajos de regeneraci¨®n del bosque, con independencia de la decisi¨®n final de los tribunales.
Mientras, tanto la direcci¨®n de ENDESA como el Ministerio de Industria rechazan tajantemente que la contaminaci¨®n ambiental sea producto de la central. En su defensa alegan que ning¨²n informe ha puesto de manifiesto la relaci¨®n causaefecto entre el deterioro de la vegetaci¨®n y las emisiones de la central. Adem¨¢s, insisten en que los niveles de las emisiones (medici¨®n en la atm¨®sfera) e inmisiones (contaminaci¨®n en el suelo) nunca han sobrepasado los m¨¢ximos legales. A?aden que ENDESA ha invertido m¨¢s de 20.000 millones de pesetas en medidas correctoras de la t¨¦rmica de Andorra en los ¨²ltimos tres a?os.
De la ineficacia pol¨ªtica a la pol¨¦mica jur¨ªdica
La primera decisi¨®n de la Administraci¨®n para analizar y atajar la degradaci¨®n forestal de Els Ports y las zonas lim¨ªtrofes de Teruel y Tarragona se toma en julio de 1984 con la creaci¨®n de la Comisi¨®n de Seguimiento de la Contaminaci¨®n Ambiental de Els Ports, de car¨¢cter marcadamente pol¨ªtico. A continuaci¨®n se constituy¨® una subcomisi¨®n t¨¦cnica.Sin embargo, cinco a?os m¨¢s tarde, ambas comisiones fueron disueltas tras unos resultados raqu¨ªticos. En el plano de la investigaci¨®n cient¨ªfica sobre las causas que provocaron ese desastre ecol¨®gico, y pese a contar con el concurso de organismos internacionales como el instituto NILU de Noruega, la comisi¨®n t¨¦cnica habla de agentes ecol¨®gicos, sequ¨ªa y contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, pero no fija el grado de incidencia de cada uno de ellos. En el aspecto pr¨¢ctico, la comisi¨®n de seguimiento fue incapaz de elaborar un proyecto para la regeneraci¨®n de esos bosques ya muertos.
Ante esa pasividad de la Administraci¨®n, los alcaldes de los municipios afectados, convencidos de que el origen de la contaminaci¨®n est¨¢ en la central t¨¦rmica de Andorra (Teruel), recurrieron judicialmente contra los responsables de ENDESA; primero con una demanda civil, y m¨¢s tarde, en junio de 1989, mediante una querella criminal por presunto delito ecol¨®gico. La querella la present¨® en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Vinar¨®s, Javier Carceller, fiscal de Castell¨®n. Y posteriormente se personaron los municipios afectados (17 de Els Ports, 6 de El Maestrazgo y 2 de Tarragona), aparte de tres acusaciones populares: Greenpeace, Marc Viader, un bi¨®logo del Baix Ebre, y diversos grupos ecologistas de Castell¨®n y Valencia.
La acusaci¨®n formulada por Carceller, que propondr¨¢ a casi 100 testigos en el juicio, se limita a tres directivos de la central tras la pol¨¦mica decisi¨®n del fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, de impedir que sea inculpado el presidente de ENDESA, Feliciano Fuster.
El fiscal solicita un a?o de c¨¢rcel y multa de un mill¨®n de pesetas para los tres directivos y fija una fianza de 5.000 millones para hacer frente a las posibles indemnizaciones a los afectados.
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