Sucumbir a paso Iigero
La depresi¨®n y brotes psic¨®ticos, origen de suicidios y homicidios en el servicio militar
Cada a?o, 200.000 j¨®venes espa?oles interrumpen, por nueve, meses su entorno afectivo y profesional para integrarse en el mundo cerrado, jerarquizado y de retorno a la disciplina que supone el servicio militar. Y cada a?o, como media desde 1984, 32 de estos reclutas acaban suicid¨¢ndose. Otros muchos lo intentar¨¢n y algunos acabaran descerrajando un tiro a un compa?ero, como pas¨® en Madrid en enero ¨²ltimo. Numerosos psiquiatras no dudan que la mili es en s¨ª un detonante para la aparici¨®n de conductas patol¨®gicas, como la depresi¨®n o la esquizofrenia.
Desde el estamento militar se compara el servicio militar en riesgos a otras situaciones tensas de la vida y se sostiene que los problemas en los cuarteles s¨®lo superan en medio punto a los de la poblaci¨®n general. Los informes peri¨®dicos del Ministerio de Defensa revelan que alrededor de 10.000 j¨®venes se libran cada a?o de la mili por problemas psiqui¨¢tricos, mientras algunas decenas son atendidos en los servicios psiqui¨¢tricos militares una vez incorporados.Convencido de que el servicio militar no supone m¨¢s tensi¨®n que un problema grave familiar o de dasarraigo, el doctor Lecumberri, presidente del Tribunal Psiqui¨¢trico Militar Superior, afirma que es dif¨ªcil hacer prevenci¨®n en todo el contingente de tropa "porque al ser decenas de miles de personas requerir¨ªa un aparato enorme".
Jos¨¦ Antonio Vales fue v¨ªctima durante su servicio militar, en 1988, de un sargento profesional "proclive a jugar con el rev¨®lver" -hace constar-, que le dispar¨® a bocajarro mientras estaba tranquilamente estudiando, alcanz¨¢ndole un pulm¨®n.
Soldados abatidos
Jos¨¦ Antonio se pregunta "Si ya de por s¨ª esta situaci¨®n se puede dar en un mando profesional, acostumbrado a: la vida militar y al control de las armas, ?cu¨¢nto m¨¢s no se producir¨¢ en un soldado inexperto?". Algo pasa en los cuarteles cuando en enero pasado, un recluta empu?¨® en Madrid su arma reglamentaria y sin mediar palabra mat¨® a dos compa?eros. Durante 1991, el Ministerio de Defensa ha reconocido 19 suicidios, 15 en el Ej¨¦rcito de Tierra, tres en la Armada y uno en el Ej¨¦rcito del Aire.
"He visto la llegada de muchos soldados abatidos ante un medio hostil", relata Alberto Piris, general de artiller¨ªa en la reserva activa. "Sucede que ahora ya no les aporta nada culturalmente. El contraste entre, sus entornos y el servicio es mucho mayor que hace tiempo, cuando entrar en filas supon¨ªa para algunos ver por primera vez una ciudad o comer caliente".
"La mili en s¨ª facilita comportamientos inmaduros, reproduciendo, por ejemplo, actitudes infantiles como la obediencia ciega al jefe afirma, Manuel Desviat, director, del hospital "psiqui¨¢trico de Legan¨¦s, quien a?ade que ya pasaron los tiempos de la mili como socializaci¨®n".
Lo que Desviat califica como "mundo tutelado" puede facilitar la adaptaci¨®n de algunas personalidades pasivas, pero tambi¨¦n comportamientos psicop¨¢ticos, que abarcan una depresi¨®n o conductas sin base psiqui¨¢trica hasta una esquizofrenia. "Hay que recordar que el servicio militar coincide con un momento importante del desarrollo psicol¨®gico y con la aparici¨®n de algunas enfermedades psiqui¨¢tricas graves como la esquizofrenia", subraya.
Situaciones estresantes
En este mismo sentido, se pronunciaba el psiquiatra Carlos Castillo del Pino en un seminario celebrado en 1990 en Santander. "He apreciado brotes psic¨®ticos en j¨®venes, que hacen el servicio militar. En general esos brotes, de car¨¢cter espor¨¢dico aparecen ligados situciones que el protagonista vive como estresantes", explicaba.
A la separaci¨®n forzosa de sus familias y al encuentro abrupto de juicio: Los suicidios e intentos de suicidio que se producen durante el servicio militar vienen determinados por patolog¨ªas no detectadas en el momento del reclutamiento".
"El servicio militar est¨¢, atentando contra la calidad psicol¨®gica de las personas. Si llegan normales, se ven enfrentados a situaciones de tensi¨®n, y si ya tienen problemas, all¨ª se van a empeorar" dice Carlos Albares, psic¨®logo y colaborador de la oficina. "El servicio militar es un medio pat¨®geno", a?ade su colega Santiago Alonso.
Psic¨®logos no escuchados
Un psic¨®logo, tambi¨¦n recluta, hab¨ªa aconsejado que se administrase tranquilizantes a Jos¨¦ Antonio Molero, soldado de 18 a?os que el pasado 22 de enero mat¨® a dos de sus compa?eros en el destacamento de Pe?a Grande, en Madrid.El informe m¨¦dico que le fue practicado se?alaba que el soldado padec¨ªa serios trastornos mentales: "Pocas relaciones sociales, sentimiento de inferioridad, intranquilidad, nerviosismo y creencia de que era rechazado y ridiculizado por los dem¨¢s". A pesar de todo, Molero fue destinado a servicios de armas y mat¨® a sus colegas el mismo d¨ªa en que hizo su primera guardia.
Casos parecidos narran Santiago Alonso y Carlos Albares. Ambos hicieron el servicio militar como psic¨®logos en los remplazos de 1989 y 1990, respectivamente, y como tales estuvieron encargados de la evaluaci¨®n y diagn¨®stico de las pruebas psicol¨®gicas que se realizan a los reclutas nada m¨¢s incorporarse a los periodos de instrucci¨®n. "La medida es buena, pero formularios, en s¨ª mismos, son una chapuza y adem¨¢s, nosotros reci¨¦n salidos de las facultades, no est¨¢bamos suficientemente preparados para esta responsabilidad", explican, aludiendo a que no ten¨ªan ayuda de psic¨®logos militares.
Asi, con sus diagn¨®sticos se?alaba las posibles personalidades conflictivas y suger¨ªan los tratamientos a los superiores. En general, no se aplicaban las medidas que suger¨ªamos", confiesa Santiago. Narra el caso de Gerardo, un joven de 19, a?os con dos intentos de suicidio y tratamientos psicol¨®gicos por conductas agresivas y para deshabituarse de las drogas durante los dos a?os anteriores a su incorporaci¨®n a filas.
Estos antecedentes no libraron a Gerardo de la mili. "Le puse a seguimiento riguroso" cuenta Santiago. "Pero le asignaban guardias en el servicio de armas y le destinaron al grupo con antecedentes penales. A los cuatro meses intent¨® suicidarse y le arrestaron". El ejemplo aportado por Carlos Albares es similar: "Despu¨¦s de haber intentado suicidarse en el mes de mayo, el soldado Arana hizo cinco servicios de armas hasta el mes de agosto".
En opini¨®n de los dos profesionales, las pruebas psicol¨®gic¨¢s deber¨ªan ser realizadas rigurosamente antes de ingresar en filas y por servicios especializados independientes del estamento militar. "Por ejemplo, en los ayuntamientos y con la intervenci¨®n, de los familiares", sugieren.
La separaci¨®n del medio habitual con limitaci¨®n de las relaciones interpersonales y del espacio ¨ªntimo tambi¨¦n disparan los consumos de tabaco y alcohol, como qued¨® demostrado en un estudio elaborado por un equipo del Ayuntamiento de Barcelona sobre una muestra de 1.150 reclutas.
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