El severo ajuste presupuestario crea fricciones en el Gobierno

El dise?o del plan de convergencia que ha presentado el ministro de Econom¨ªa y Hacienda hace quince d¨ªas para su discusi¨®n en el Gobierno, ha empezado a crear las primeras fricciones en el seno del Ejecutivo. El plan supone una fuerte reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico (4,4% del PIB en 1991 hasta el 0,8% en 1996 para las tres administraciones), mediante una contenci¨®n del gasto. Este objetivo es superior al fijado por la Comunidad Europea (3%) en la pasada cumbre de Maastricht como condici¨®n para el paso a la tercera y ¨²ltima etapa de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria en el a?o 1997 (moneda ¨²nica).Seg¨²n fuentes cercanas al Ejecutivo, los planes de Solchaga suponen, cuanto menos, "congelar" la actividad de los ministerios y no abordar nuevos planes. En definitiva, "converger en los aspectos macroecon¨®micos y abandonar la competitividad de la econom¨ªa real". Aunque todos los ministros est¨¢n de acuerdo en hacer un esfuerzo para pasar a la tercera fase de la UEM en el a?o 1997 entre los pa¨ªses con econom¨ªa m¨¢s saneada, hay diferencias en cuanto a que la mayor parte del ajuste se realice en el aspecto presupuestar?o.

El plan de Solchaga, sin embargo, no deja de ser un programa de m¨¢ximos, donde no se entra a fondo en c¨®mo alcanzar el objetivo de reducci¨®n del d¨¦ficit. Las mismas fuentes se?alan que la mayor pol¨¦mica puede venir cuando se concrete este plan en una serie de medidas de pol¨ªtica econ¨®mica.