La pintora portuguesa Vieira da Silva fallece en Par¨ªs a los 83 a?os

La pintora portuguesa Mar¨ªa Helena Vieira da Silva falleci¨® ayer de c¨¢ncer a los 83 a?os en Par¨ªs, donde residi¨® la mayor parte de su vida, con intervalos en Portugal y Brasil. La pintora no podr¨¢ por tanto asistir a la inauguraci¨®n de la fundaci¨®n que llevar¨¢ su nombre en la antigua manufactura de seda de Lisboa, en la plaza de las Amoreiras, uno de los rincones m¨¢s rom¨¢nticos de la capital portuguesa. El presidente portugu¨¦s, M¨¢rio Soares, amigo personal de la artista, calific¨® ayer el fallecimiento de "una gran p¨¦rdida para la cultura portuguesa y universal".Relativamente poco conocida en Espa?a -donde la ¨²nica gran exposici¨®n monogr¨¢fica dedicada a su obra tuvo lugar en Madrid en 1991 en la Fundaci¨®n Juan March-, Vieira da Silva era considerada internacionalmente como uno de los mayores representantes de la escuela de Par¨ªs y de la pintura abstracta l¨ªrica.

Portugal y Francia reivindican a Vieira da Silva como parte de su patrimonio cultural y Par¨ªs y Lisboa multiplicaron en los ¨²ltimos a?os los homenajes a esta artista. Pero la pintora, que siempre vivi¨® de forma muy discreta y dio muy pocas entrevistas, siempre relacion¨® su vida y su obra con las de su marido el pintor de origen h¨²ngaro Arpad Szenes.

Refugiada en Brasil durante. la segunda guerra mundial, Vieira da Silva regres¨® a Portugal en, 1947 pero el dictador Oliveira Salazar neg¨® la nacionalidad portuguesa a Szenes, Vieira da Silva rompi¨® definitivamente con su patria natal, naturaliz¨¢ndose francesa.

S¨®lo regresar¨ªa a Lisboa, despu¨¦s de enviudar, con motivo de un gran homenaje nacional y una exposici¨®n retrospectiva de su obra organizada en 1988 para conmemorar su 80 aniversario.

Vieira da Silva, que dec¨ªa querer pintar las cosas que no existen como si existiesen", sufri¨® las influencias de las escuelas cubistas y simbolistas pero a partir de los a?os cincuenta su obra adquiri¨® un car¨¢cter cada vez m¨¢s personal situ¨¢ndola al margen de todas las corrientes contempor¨¢neas.

La fuerza de sus paisajes interiores -Bibliotecas, Atellier, Azulejos- y de las grandes construcciones urbanas se caracterizan por la importancia de la fibraci¨®n y refracci¨®n de la luz. Algunos cr¨ªticos atribuyen la importancia de las atm¨®sferas en toda la obra de Vieira da Silva al recuerdo de los paisajes de Lisboa donde se desarroll¨® su infancia.

Con m¨¢s de 3.000 obras repartidas en los museos de m¨¢s de 10 capitales y en numerosas colecciones particulares, los trabajos de Mar¨ªa Helena Vieira da Silva eran los de m¨¢s alta cotizaci¨®n en el mercado portugu¨¦s del arte.

A pesar de su salud ya muy debilitada, dirigi¨® a¨²n personalmente la fabricaci¨®n.e instalaci¨®n del gran mural de azulejos que desde hace cuatro a?os decora la estaci¨®n de metro de la Ciudad Universitaria de Lisboa.