Cuatro ministerios en una oficina
Los extranjeros acuden al nuevo centro de asilados con la esperanza de acelerar sus tr¨¢mites
"No puedo decir si la oficina traer¨¢ alguna mejora al tr¨¢mite de asilo. Un refugiado deja de ser persona para convertirse en un expediente", dice M., un hombre que alguna vez ejerci¨® como maestro en Per¨². Hace seis meses abandon¨® su pa¨ªs, y lleg¨® a Espa?a con la ayuda de una organizaci¨®n humanitaria. Asegura que ha perdido parte de su familia, y la voz se le quiebra. Es uno de los m¨¢s de 200 solicitantes que ya han acudido a la Oficina de Refugio y Asilo en Madrid, inaugurada el pasado mes de febrero.
Su historia personal de desamparo, como la de todos los que solicitan asilo, dar¨¢ cuerpo al expediente de solicitud que se gestiona en esta nueva oficina, una dependencia que re¨²ne bajo un solo techo a representantes de los cuatro ministerios (Interior, Justicia, Exteriores y Asuntos Sociales) que intervienen en el proceso.Hasta ahora, un expediente tardaba entre uno y dos a?os. Gloria Bodel¨®n, secretaria general de Pol¨ªtica Interior, prev¨¦ que el tiempo se reduzca a tres meses. En 1991, 8.174 personas de m¨¢s de 68 pa¨ªses -un 6% menos que en 1990- emprendieron en Espa?a su tr¨¢mite de asilo. "El mayor control fronterizo influir¨¢ en la disminuci¨®n del n¨²mero de solicitantes", dice Bodel¨®n. El tr¨¢mite siempre se abre a solicitud de cualquier extranjero que llegue a territorio espa?ol.
Asilarse en Madrid es, seg¨²n algunos solicitantes, un tr¨¢mite largo y plagado de problemas burocr¨¢ticos. Un rumano que espera en la cola ante la oficina recuerda as¨ª un tr¨¢mite anterior: "Al hacer la solicitud dej¨¦ en comisar¨ªa el ¨²nico documento con el que hab¨ªa llegado a Espa?a. Con ayuda de un paisano, rellen¨¦ la instancia. No hab¨ªa traductor. Despu¨¦s iba con un papelito -?resguardo, se dice?- con el que no era f¨¢cil identificarse". Ahora tiene una tarjeta provisional que ha venido a prorrogar.
Con ese documento, los solicitantes pueden demostrar su identidad y permanecer en Espa?a hasta que se resuelva el tr¨¢mite. Tambi¨¦n reciben la ayuda, alrededor de 30.000 pesetas, que gestiona la Cruz Roja Espa?ola, algo que desaparecer¨¢ durante este a?o. "La idea es sustituir la ayuda por manutenci¨®n y alojamiento", dice Gloria Bodel¨®n, "y atender todas las necesidades de las personas que soliciten el estatuto". La mayor¨ªa de los extranjeros que cuentan con el documento provisional hicieron gestiones en una de las dos comisar¨ªas madrile?as que hasta 1991 soportaron el 85% de los tr¨¢mites de asilo de toda Espa?a. En la actualidad, seg¨²n datos del Ministerio de Interior, hay 11.000 solicitudes acumuladas de antes de 1991.
Sin int¨¦rpretes
Los funcionarios explican que hasta ahora la mayor parte de los documentos se procesaba a mano, en comisaria. Una habitaci¨®n de la nueva oficina a¨²n deja ver las filas de expedientes amarillos. El proceso empezaba ante la ventanilla Asilados y refugiados. All¨ª, a veces sometidos a una fuerte carga emocional, los solicitantes refer¨ªan sus circunstancias personales. La falta de int¨¦rpretes se paliaba por la colaboraci¨®n de otros refugiados. Muchos documentos sal¨ªan de una sufrida m¨¢quina de escribir. De la comisar¨ªa, los expedientes circulaban por cuatro ministerios. Ahora ya est¨¢n todos juntos.La nueva oficina cuenta con varias ¨¢reas separadas, donde los solicitantes comparecen individualmente ante el funcionario que inicia el expediente. All¨ª exponen sus motivos para acogerse al estatuto de asilo. "Para los casos especialmente complejos hay especialistas en asuntos de los distintos pa¨ªses", explica Gloria Bodel¨®n. Los 40 funcionarios fijos de la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Interior que trabajan en la oficina disponen de terminales de ordenador y cuentan con un banco de datos de asilo. Hay tres traductores fijos.
"En unos dos meses, el solicitante obtendr¨¢ en un mismo d¨ªa el documento provisional, que acredita su situaci¨®n", dice Gloria Bodel¨®n. "Los primeros d¨ªas en la oficina han sido dif¨ªciles. Al trabajo acumulado por el traslado se han unido nuevas demandas". Con dos nutridas filas en la calle y la sala de espera llena, Bodel¨®n asume que algunos papeles con datos confidenciales, que debieron pasar por la m¨¢quina trituradora, llegar¨¢n completos al cubo de basura, donde cualquiera podr¨ªa revisarlos.
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