Primera condena de c¨¢rcel por estafar a Telef¨®nica con un locutorio ilegal
Montar un locutorio telef¨®nico clandestino puede llevar al defraudador a la c¨¢rcel. Un juez de Madrid ha condenado a una ciudadana argentina, Martha Josefina Leoni, de 58 a?os, a dos a?os de prisi¨®n por un delito de estafa continuada. La mujer deb¨ªa 32 millones de pesetas a Telef¨®nica, despu¨¦s de haber montado dos locutorios clandestinos con identidad falsa. La compa?¨ªa asegura que es la primera vez que alguien da con sus huesos en la c¨¢rcel por ello.
La sentencia, dictada por el titular del Juzgado 14 de lo Penal de Madrid, Jos¨¦ Antonio Alonso, es muy importante para Telef¨®nica, seg¨²n fuentes de su gabinete jur¨ªdico. "Es la primera vez que se env¨ªa a alguien con una sentencia firme a la c¨¢rcel por estafar a Telef¨®nica con un locutorio clandestino", aseguran. "Hasta ahora, a los acusados de regentar estos negocios se les trataba muchas veces jur¨ªdicamente como a cualquiera que deje a deber el recibo del tel¨¦fono. Se les condena civilmente a pagar su deuda. Y como suelen ser insolventes, Telef¨®nica se queda sin cobrar". Es muy dif¨ªcil probar ante la justicia que ha habido ¨¢nimo de defraudar, seg¨²n estas fuentes, que a?aden que ha habido alg¨²n precedente de condena, pero no con sentencia firme.
'Muertos deudores'
Seg¨²n la sentencia, dictada en octubre de 1991, Martha Josefina abri¨® una cuenta en noviembre de 1989 en un banco con el DNI de otra mujer, E. A. M. J., a quien se lo hab¨ªan robado un a?o antes. Con el talonario, compr¨® ropa y joyas en nueve tiendas y, en mayo de 1990, alquil¨® un piso en la calle Guip¨²zcoa de Madrid y contrat¨® dos l¨ªneas telef¨®nicas, siempre bajo la identidad de la mujer titular del DNI.
Tres meses m¨¢s tarde, Martha envi¨® una carta al propietario del piso diciendo que E. A. M. J. hab¨ªa fallecido. La muerta dej¨® sin pagar m¨¢s de 19 millones de pesetas. El 2 de octubre, la mujer volv¨ªa a alquilar otro piso, con el mismo nombre falso, esta vez en la calle de Atocha y solicitaba dos l¨ªneas. En enero de 1990, cuando fue detenida, deb¨ªa m¨¢s de 13 millones de tel¨¦fono, 32 en total. Las compras y deudas -entre ellas las efectuadas con una tarjeta de cr¨¦dito solicitada con el nombre falso- supon¨ªan un mill¨®n y medio de pesetas.
La mujer fue condenada por estafa continuada a dos a?os, cuatro meses y un d¨ªa, "valorando sobre todo la cuant¨ªa de la deuda a Telef¨®nica (32.292.819 pesetas) en comparaci¨®n con lo debido a otros establecimientos, y la pretensi¨®n de enga?o, al contratar las l¨ªneas con identidad falsa y hacerlo dos veces", seg¨²n fuentes jur¨ªdicas. Por otros delitos (uso p¨²blico de nombre supuesto y falsedad en documento privado y mercantil) el juez le conden¨® a cinco a?os de prisi¨®n m¨¢s.
Aunque el juez s¨®lo le hubiera condenado por estafa, la mujer hubiera ido a la c¨¢rcel al tratarse de una pena de prisi¨®n menor y ser una sentencia no recurrible. "Y eso es lo importante", a?aden fuentes de Telef¨®nica. "Nosotros citaremos desde ahora este caso".
Un portavoz de la compa?¨ªa estimaba en 600 millones los pufos que han dejado los locutorios ?legales el pasado a?o en toda Espa?a. "El 95% de estos locales se han localizado en grandes ciudades", a?aden.
Seg¨²n la polic¨ªa, existen dos m¨¦todos b¨¢sicos para estafar a Telef¨®nica. Uno de ellos es pinchar el cajet¨ªn de la compa?¨ªa en una vivienda, o la l¨ªnea de una empresa. As¨ª, los clientes del locutorio clandestino llaman a cuenta de la compa?¨ªa, que suele acudir a comisar¨ªa cuando les llega un recibo desorbitado. "Pr¨¢cticamente todos los implicados en estos delitos son latinoamericanos", asegura la polic¨ªa.
La modalidad m¨¢s moderna de estafa consiste en solicitar una l¨ªnea telef¨®nica con un DNI falso o sustra¨ªdo, como en esta ocasi¨®n, seg¨²n fuentes policiales. El locutorio funciona unos dos meses y cuando llega el recibo de Telef¨®nica, el titular se ha esfumado.
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