El sida y el Insalud

El d¨ªa 7 de febrero del a?o en curso, el tribunal que juzgaba mi demanda contra el Insalud por motivo de haber sido contagiado de sida mediante transfusi¨®n de sangre durante unas intervenciones quir¨²rgicas practicadas en un hospital de la Seguridad Social en 1984 conden¨® al Insalud a indemnizarme con 25 millones de pesetas, sentencia que ha sido recurrida por dicho organismo.Algunos miembros directivos del Comit¨¦ Antisida de Madrid y de la Fundaci¨®n Antisida de Espa?a (FASE) han realizado una err¨®nea interpretaci¨®n de unas declaraciones efectuadas por m¨ª, por lo que deseo puntualizarlas.

1. Los tribunales de justicia han reconocido la negligencia del Insalud, debido a que este organismo conoc¨ªa desde 1983 las medidas para disminuir sensiblemente el riesgo de contagio del sida mediante transfusiones de sangre mientras no existiera un test serol¨®gico (BES n¨²mero 1.579, de 24 de mayo de 1983). Sin embargo, dichas medidas preventivas no las hicieron obligatorias hasta dos a?os y medio m¨¢s tarde, finales de 1985.

2. Numerosos centros de transfusiones, integrados en la Sociedad Internacional de Transfusi¨®n de Sangre, indican que "el receptor no debe sufrir da?o alguno como resultado de las transfusiones y, a todas luces, habr¨¢ que compensarlo si el da?o se produce como consecuencia de un error" (Gesti¨®n del Servicio de Transfusi¨®n de Sangre, OMS, Ginebra).

3. En ning¨²n momento he basado mi reclamaci¨®n en el derecho al honor, ni me ha parecido justa ni aceptable la calificaci¨®n de "v¨ªctimas inocentes y culpables". Mi demanda est¨¢ sobradamente justificada, pues he sido v¨ªctima de una negligencia ajena de consecuencias irreparables para mi vida, que pod¨ªa y deb¨ªa haber sido prevenida y, por tanto, evitada. Hubiese actuado del mismo modo en el caso de haber sido otro el trastorno causado.

4. Resulta sospechoso que algunos dirigentes del Comit¨¦ Antisida de Madrid y de la FASE, creados para proteger los intereses de los afectados por esta mortal enfermedad, puedan defender una negligencia tan manifiesta y alinearse con la injusta postura del Insalud. Causa sorpresa que estos individuos, buscando una excusa, se manifiesten en contra de la sentencia y adopten la misma postura que el Ministerio de Sanidad.

5. Es indudable que unas organizaciones ciudadanas, subvencionadas y mantenidas con dinero p¨²blico -que graciosamente conceden las diversas instituciones estatales-, puedan no tener una independencia cr¨ªtica, lo cual las convierte en meras servidoras del partido gobernante y, por tanto, de escasa utilidad social.-