Centenario del nacimiento de C¨¦sar Vallejo, poeta del dolor indio y la tragedia espa?ola
Escasa reacci¨®n oficial en Lima ante la evocaci¨®n del escritor peruano
No es f¨¢cil celebrar a C¨¦sar Vallejo. En Per¨², donde la tradici¨®n burocr¨¢tica bautiza cada a?o con una conmemoraci¨®n anual, 1992 ha sido declarado a la vez el a?o del "encuentro de dos mundos y del centenario del nacimiento de C¨¦sar Vallejo". Pero, al llegarse a la fecha oficial del centenario (se discute si fue el 15 o el 16 de marzo), los peruanos tienen dificultades en dar la nota precisa para celebrar a su m¨¢s grande poeta.No es que Vallejo no forme parte del sentimiento nacional. Sus versos, con frecuencia deformados por el uso de segunda mano, forman parte esencial de la cultura del t¨®pico peruano. ?Qu¨¦ pol¨ªtico no ha repetido aquello de "hay, hermano, much¨ªsimo que hacer"? ?Quien aqu¨ª no ha glosado alguna vez el primer verso de Los heraldos negros: "Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no s¨¦"?
Pero ¨¦se parece ser el problema de los peruanos en su celebraci¨®n de Vallejo: la tristeza depresiva que atraviesa a sus poemas m¨¢s vigorosos; la estrechez de donde salieron cuando fueron escritos; la sombra pesimista que subyace en sus mayores entusiasmos. Esto es en gran parte todav¨ªa la realidad de Per¨² de ahora.
Al celebrar a Vallejo no se sale de las tribulaciones cotidianas a trav¨¦s de una musicalidad o una l¨ªrica sin complicaciones, como pueden hacer chilenos o nicarag¨¹enses al recordar a Dar¨ªo o Neruda. Por el contrario, se vuelve la cabeza y con la sensibilidad aguzada a esa sombr¨ªa realidad.
Quiz¨¢ por ello son escasos los fastos oficiales por el centenario del nacimiento de Vallejo. El poeta se presta mal a la pompa.
La provincia de Santiago de Chuco, en la sierra norte?a de Per¨², hoy fuertemente afectada por la insurrecci¨®n de Sendero Luminoso, celebrar¨¢ con alguna ceremonia y recitales el centenario del m¨¢s ilustres de sus hijos. Pero en el resto de Per¨², los homenajes se circunscriben por lo general a la prensa escrita; y en ¨¦sta el tono es entre asordinado, pat¨¦tico y dubitativo.
Carta in¨¦dita
En la semana anterior, la revista Oiga public¨® una carta in¨¦dita de Vallejo, posiblemente la ¨²ltima, escrita el 15 de marzo de 1938 a un hacendado de Trujillo (Per¨²), desde el hospital en Par¨ªs pidi¨¦ndole ayuda econ¨®mica, que nunca lleg¨®, para pagar la convalecencia (Vallejo muri¨® el 15 de abril de ese a?o). Y Somos, la revista del diario El Comercio, public¨® el s¨¢bado una nota sobre Las mujeres de Vallejo, que resulta, salvo episodios aislados, el predecible relato de desventuras y contrastes.
En El Suplemento del diario Expreso de ayer, su editor, Umberto Jara, se pregunta en la nota editorial: ."?Est¨¢ vigente VallejoT'. Y se responde: "Es muy probable que no ( ... ) El Per¨² ha cambiado tanto que ( ... ) el mestizo de ahora es muy distinto al de ayer ( ... ). El mestizo triunfante de hoy ( ... ), semejante en su origen y en lo fisico a Vallejo, ha arrebatado espacios que antes no le pertenec¨ªan y exige lo suyo. ?C¨®mo podr¨ªa reconocerse en el verso abatido de C¨¦sar Vallejo? ( ... ) ?sa es la pena que le faltaba al poeta de la tristeza en el centenario de su nacimiento".
El diario La Rep¨²blica, en cambio, en el encabezado del suplemento especial que dedic¨® a Vallejo define a ¨¦ste como "un poeta que llega a los 100 a?os deslumbrantemente vivo".
Vallejo permanece vivo, y con frecuencia inc¨®modamente vivo.
Quiz¨¢ por eso los intentos de negarlo. Con la voz penetrante e inc¨®moda del vidente, C¨¦sar Vallejo le habla al Per¨² de hoy, y lo revela.
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