Estalla la guerra de las regiones
La derecha democr¨¢tica se niega a aliarse con Le Pen
La guerra por la presidencia de las 22 regiones metropolitanas de Francia comenz¨® ayer. El pr¨®ximo viernes, los consejeros o parlamentarios regionales elegidos el pasado domingo designar¨¢n mediante voto secreto a las personas que presidir¨¢n esos organismos durante los pr¨®ximos seis a?os. S¨®lo en dos casos, Auvernia y Loira, las elecciones del domingo dieron mayor¨ªas absolutas, y en ambos casos la vencedora fue la coalici¨®n de derecha democr¨¢tica RPR-UDF. El ex jefe del Estado franc¨¦s Val¨¦ry Giscard d'Estaing tiene asegurada su reelecci¨®n como presidente de Auvernia.
Las primeras elecciones regionales de la historia francesa, las de marzo de 1986, otorgaron 20 presidencias regionales a la derecha democr¨¢tica y dos a los socialistas. El partido en el poder consigui¨® el domingo mantener una mayor¨ªa relativa en esas dos regiones, el Norte-Paso de Calais y el Limousin. Con el apoyo de los comunistas,y una ayuda de los ecologistas, los socialistas aspiran a seguir conservando las presidencias de los consejos regionales de esas dos zonas.En el resto, 18 regiones, la incertidumbre ser¨¢ total hasta el mismo viernes. Aunque la derecha democr¨¢tica obtuvo la mayor¨ªa relativa en todos los casos, para poder gobernar necesitar¨¢ el apoyo de alguno de los llamados partidos de la protesta: el Frente Nacional (FN) y los ecologistas. Pero como Jacques Chirac y Giscard d'Estaing han repetido hasta la saciedad que nunca se aliar¨¢n con la ultraderecha, y como uno de los movimientos ecologistas, el de Brice Lalonde, es prosocialista, Los Verdes son la gran esperanza de la derecha democr¨¢tica.
Contratos con Los Verdes
Antoine Waecliter, el l¨ªder de Los Verdes, reiter¨® ayer su posici¨®n tradicional: est¨¢ dispuesto a "firmar contratos de gobierno" con cualquier fuerza pol¨ªtica a excepci¨®n del Frente Nacional. Su condici¨®n es el establecimiento previo de un programa de gobierno regional que incorpore las reivindicaciones ecologistas. Pero es dificil imaginar que las gentes de Chirac y Giscard acepten cierres de centrales nucleares.
Nadie quiere contar con el FN para alcanzar las presidencias regionales y, sin embargo, el partido ultrederechista se convirti¨® el domingo en la segunda fuerza pol¨ªtica, tras la derecha democr¨¢tica y por delante de los socialistas, en cuatro de las grandes regiones francesas: lle-de France (10,7 millones de habi tantes; capital, Par¨ªs), Provenza Alpes-Costa Azul (4,3 millones, Marsella), R¨®dano-Alpes (5,4 millones, Lyon) y Alsacia (1,6 millones, Estrasburgo). Como ya ocurri¨® a lo largo de la campa?a electoral, la atenci¨®n' volver¨¢ a concentrarse el viernes en Provenza-Alpes-Costa Azul. Jean-Claude Gaudin, actual presidente regional por la coalici¨®n RPR-UDF, obtuvo el domingo la primera posici¨®n y 43 esca?os, 12 menos que en las regionales de 1986. Le sigui¨® Jean-Marie Le Pen, candidato ultraderechista, a esa presidencia, con 34 esca?os, nueve m¨¢s que en 1986. Los socialistas, liderados por el empresario marsell¨¦s Bernard Tapie, obtuvieron 30 esca?os; los comunistas, 10; Los Verdes, 4, y Generaci¨®n Ecolog¨ªa, 2.
Gaudin aspira a ser reelegido sin contar, al contrario de lo que ocurri¨® en los seis a?os precedentes, con el apoyo ultraderechista. Lo tiene dificil.
Tapie, el populista de izquierda, puede estar orgulloso. El patr¨®n de Adidas y presidente del Ol¨ªmpico de Marsella no gan¨® en el conjunto de Provenza-AlpesCosta Azul, pero arranc¨® dos excelentes resultados: conseguir que esa regi¨®n fuera la ¨²nica de toda Francia en que los socialistas mejoraron sus resultados respecto a 1986 -un esca?o de m¨¢s-; y superar en el departamento marsell¨¦s del Delta del R¨®dano a Bruno Megret, el ide¨®logo y n¨²mero dos del FN. Tapie pidi¨® ayer el apoyo de comunistas y ecologistas, a fin de vencer el viernes a Gaudin
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