Huelga de m¨¦dicos
Llevo 15 a?os ejerciendo la medicina en un hospital de provincias, y durante este tiempo he sido testigo de unas cinco huelgas m¨¦dicas. En todas las asambleas la dial¨¦ctica ha sido la del dinero (factor importante, pero no exclusivo). Reiteradamente, en el ambiente hospitalario se habla por parte de la direcci¨®n de objetivos, racionalizaci¨®n de recursos, productividad, competitividad, y por parte de los m¨¦dicos, de salarios ¨ªnfimos, desmotivaci¨®n, cansancio en el ejercicio de este tipo de medicina. Tengo la *necesidad, profunda, consciente, reivindicativa, de abogar por un renacimiento de la humanizaci¨®n en la relaci¨®n m¨¦dico-paciente. El acto m¨¦dico se interpreta por unos y otros siguiendo criterios economicistas, pero si le despojamos del aspecto humano, de la empat¨ªa, nos estaremos convirtiendo en unos modernos S¨ªsifos, empujando la roca de la productividad. Propongo desde estas l¨ªneas un firme acto de voluntad consciente, una actitud cr¨ªtica permanente contra esa forma de ejercer la medicina. Es necesario recuperar el componente humano de dicha relaci¨®n. Nos hemos convertido en un homo econ¨®micus con el objetivo de producir y producir. Producir, ?para qu¨¦? Desde mi punto de vista es esencial limitar, acotar, controlar la competitividad, esa competitividad que en cierta forma exige la aniquilaci¨®n del otro, que causa deterioro en las relaciones personales, anomia, alienaci¨®n, servidumbre, impudicia. Hay que tomar consciencia de esa alienaci¨®n m¨¦dica, motivada por la medicina cuantitativa que se practica en los hospitales de este pa¨ªs y que soslaya las ansiedades, las angustias y los miedos de los pacientes. S¨ª a la t¨¦cnica, s¨ª a la racionalizaci¨®n de los recursos, s¨ª a la buena gesti¨®n, pero subordinados a la humanizaci¨®n de los hospitales; no a la robotizaci¨®n del m¨¦dico, no a la servidumbre de la competitividad desaforada, no a la productividad que olvida la calidad en la asistencia.- M¨¦dico adjunto al servicio de urolog¨ªa del hospital Virgen de la Salud.
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