El presidente del Espa?ol responsabiliza a la polic¨ªa de la seguridad en Sarri¨¤

El titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 26 de Barcelona, Luis Pascual Estevill, ha ordenado la reconstrucci¨®n de los hechos que originaron la muerte del joven Guillermo Alfonso L¨¢zaro, tras recibir el impacto de una bengala, el pasado d¨ªa 15 en el estadio de Sarri¨¤. El juez tom¨® ayer declaraci¨®n a 15 testigos y a Julio Pardo, presidente del Espa?ol, quien responsabiliz¨® a la polic¨ªa de la seguridad en el estadio. El dirigente manifest¨® que el club adopt¨® todas las medidas y que no permite la entrada de bengalas.

Pardo neg¨® ante el magistrado cualquier responsabilidad en el accidente y dio a entender que era la polic¨ªa la encargada de garantizar la seguridad. Seg¨²n el presidente blanquiazul, s¨®lo se realizan cacheos policiales en los fondos sur y norte, por ser estas las entradas habituales de los seguidores radicales del club, las brigadas blanquiazules y la pe?a juvenil, seg¨²n informaron fuentes de la defensa.En las tribunas, seg¨²n su testimonio, la ¨²nica vigilancia es visual y corre a cargo de los porteros del estadio. Pardo agreg¨® que estos empleados no pueden cachear al p¨²blico e insisti¨® en que esta funci¨®n corresponde a la polic¨ªa. El magistrado, sin embargo, discrep¨® de esa interpretaci¨®n de Pardo al entender que la competencia de la polic¨ªa es el orden p¨²blico y no la seguridad en el estadio.

El magistrado, que interrog¨® a Pardo por espacio de una hora y media, insisti¨® especialmente en los sistemas de seguridad del club, a lo que el presidente precis¨® que el Espa?ol se limita a cumplir lo estipulado en la Ley del Deporte que proh¨ªbe la entrada de objetos, como bengalas. A?adi¨® que la citada ley carece de un reglamento que la desarrolle.

Pardo y el gerente del club, Juan Lacueva, incurrieron en algunas contradicciones a la hora de testificar ante el juez. As¨ª, mientras Pardo aseguraba que no exist¨ªa ninguna permisividad en la entrada de seg¨²n qu¨¦ objetos, Lacueva afirm¨® que antes del partido en el que se produjo el accidente, las normas no se cumpl¨ªan de forma tan estricta. Lacueva reconoci¨®, tambi¨¦n, que no se pod¨ªa garantizar la entrada de objetos peligrosos y admiti¨® que si alguien quiera entrar una pistola, lo puede hacer.

Franco Vila, presunto autor del lanzamiento de la bengala, ser¨¢ excarcelado el pr¨®ximo mi¨¦rcoles para prestar declaraci¨®n de nuevo ante el juez. En la sesi¨®n de ayer, prest¨® declaraci¨®n en calidad de inculpado el trabajador de una tienda de efectos navales del puerto de Barcelona que vendi¨® las bengalas a Vila. Seg¨²n su declaraci¨®n, al d¨¢rselas le advirti¨® que eran peligrosas y que las deb¨ªa tirar en un espacio abierto. Asimismo, tambi¨¦n acudi¨® al juzgado la persona que result¨® herida por el impacto de la primera bengala, quien comunic¨® al juez que se personar¨¢ para presentar una acusaci¨®n.

Los padres de Guillermo

El juez ha citado a declarar para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles a los padres de Guillermo Alfonso L¨¢zaro, que ejercen la acusaci¨®n particular y que deb¨ªan comparecer ayer. Su abogado, Emili Zegr¨ª, se mostr¨® conforme con la decisi¨®n.

Jos¨¦ Mars¨¢n, detenido inicialmente y puesto luego en libertad, tambi¨¦n prest¨® declaraci¨®n. Mars¨¢n se neg¨® a efectuar declaraciones a la prensa, mientras que su esposa culp¨® a los numerosos medios de informaci¨®n presentes en el juzgado de los problemas de su marido. "Por culpa vuestra me voy a quedar sin marido, se va a quedar impotente y apenas duerme por las noches", dijo.

El resto de los testigos, que fueron citados a las nueve de la ma?ana, mostraron su malestar por la larga espera y por el hecho de que simplemente se les pregunt¨® si se ratificaban en sus declaraciones iniciales. "Nos han hecho firmar y punto. Ha parecido una boda", coment¨® uno de ellos que no quiso identificarse.

El Comit¨¦ Ejecutivo de la Liga Profesional analiz¨® ayer el incidente e hizo p¨²blica una nota en la que calificaba la muerte de Guillermo como hecho "aislado". Asimismo, la Liga considera injusto " el extender la responsabilidad de la acci¨®n temeraria de un espectador a dirigentes y clubes".