Solchaga defiende la flexibilidad laboral como pieza b¨¢sica de la convergencia con Europa

El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, realizo ayer una encendida defensa de la flexibilidad laboral y del libre mercado como los caminos necesarios para la convergencia con Europa. La reforma del mercado de trabajo, que ayer aprob¨® en l¨ªneas generales el Consejo de Ministros, afectar¨¢ a algunos colectivos de parados" y se llevar¨¢ adelante con la esperanza de que "no ocurra nada grave" y aunque los sindicatos la rechacen con movilizaciones. Junto a ello se aplicar¨¢n medidas de liberalizaci¨®n econ¨®mica que afectar¨¢n a los sectores financiero y de servicios en general, y a las empresas p¨²blicas, que ver¨¢n congeladas las subvenciones que reciben del presupuesto del Estado.

, Solchaga insisti¨® en que "no se trata de un ajuste severo" y ni siquiera "de un ajuste", sino de un esfuerzo para unos objetivos "perfectamente posibles". Solchaga concret¨® ayer este esfuerz¨® en una mayor flexibilidad del mercado de trabajo y en la necesidad de que la econom¨ªa espa?ola d¨¦ un paso definitivo en el proceso de liberalizaci¨®n y apertura al exterior. Estas dos l¨ªneas de actuaci¨®n son las que permitir¨¢n a Espa?a cumplir los compromisos de Maastricht y, por tanto, situarse en 1997 entre los pa¨ªses de la CE con una econom¨ªa m¨¢s ajustada.La reforma del mercado de trabajo no fue presentada por el ministro como una necesidad para recortar el d¨¦ficit p¨²blico, sino como la mejor alternativa para crear empleo. La rigidez del franquismo y de la primera etapa democr¨¢tica se sald¨¦ con una destrucci¨®n de empleo; a partir de 1985, fecha en la que el Gobierno del PSOE introdujo la contrataci¨®n temporal, se han creado 1,7 millones de puestos hasta hoy, incluso con un crecimiento m¨¢s moderado que en los 30 a?os anteriores.

"En un pa¨ªs con el nivel de paro m¨¢s alto de la CE y una incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo m¨¢s baja", explic¨® Solchaga, "si queremos acercarnos a los niveles europeos de creaci¨®n de empleo la flexibilidad del mercado de trabajo es fundamental".

Tras exponer estos argumentos, el ministro eludi¨® revelar alguna medida que no fuera ya conocida, con la explicaci¨®n de que primero hay que informar a las Cortes. La pr¨®xima semana, el propio ministro comparecer¨¢ en el Parlamento para explicar este plan de convergencia, aunque ser¨¢ necesario un nuevo Consejo de Ministros el pr¨®ximo viernes para concretar las medidas en lo que respecta a la reforma laboral.

"No es una agresi¨®n"

Solchaga admiti¨® que se trata de decisiones que "afectar¨¢n a determinados colectivos de parados". En concreto, aquellos que cobran el subsidio a pesar de que trabajan "de forma ilegal". Para eliminar este fraude, el Gobierno prev¨¦ penalizar el rechazo de ofertas de empleo y la no asistencia a los cursos de formaci¨®n. El ministro afirm¨® que el sistema actual de prestaciones por desempleo desincentiva la incorporaci¨®n al trabajo.

El fomento de la formaci¨®n profesional, otra de las medidas previstas, se financiar¨¢ en parte con la eliminaci¨®n de algunas de las actuales bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social que reciben las empresas por los contratos de fomento de empleo y pr¨¢cticas.

El ministro pas¨®, sin embargo, como sobre ascuas en el aspecto m¨¢s duro de la reforma: el recorte del subsidio de paro. A este respecto se limit¨® a se?alar que se modificar¨¢ todo el sistema, tanto la cuant¨ªa de la prestaci¨®n como los periodos de cotizaci¨®n y la duraci¨®n del subsidio. Sin embargo, la ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, confirm¨® la pasada semana que el periodo m¨ªnimo de cotizaci¨®n se ampliar¨¢ de los seis meses actuales a un a?o.

El sistema de contratos temporales tambi¨¦n ser¨¢ reformado al elevarse de los seis meses actuales a un a?o el periodo m¨ªnimo para algunos tipos de contratos. Para Solchaga, "se trata de una medida que los empresarios pueden aceptar".

De lo que ya no se mostr¨® tan convencido fue de la acogida por parte de los sindicatos a este paquete de medidas. Seg¨²n Solchaga, no hay motivos para hablar de "una agresi¨®n a los trabajadores" y por ello no espera "que ocurra nada grave". Aunque exista rechazo social a alguna de estas medidas, "el Gobierno las llevar¨¢ adelante", con la esperanza de que se sume el mayor n¨²mero de fuerzas. Un plan, a?adi¨®, que contempla incrementos moderados en los salarios reales no puede calificarse como un ajuste duro y, por tanto, no estar¨ªa justificado un rechazo frontal.

La liberalizaci¨®n econ¨®mica se completa con una serie de medidas para desregular determinados sectores de actividad econ¨®mica. Ello, sin embargo, "no implica que exista un plan de privatizaciones del sector p¨²blico". Se trata, en este aspecto, de congelar las subvenciones que reciben las empresas p¨²blicas de los presupuestos.