Dos etarras cobijados por el arcipreste de Ir¨²n se jugaron a cara o cruz quien perpetraba un asesinato

Ignacio Recarte esper¨® a que el furg¨®n policial llegara a la altura del Ford Fiesta que hab¨ªa dejado cargado con 70 kilos de explosivo en el barrio de La Albericia, en Santander. Apret¨® el mando a distancia, vio c¨®mo todo saltaba por los aires y huy¨® en una motocicleta. Las v¨ªctimas no eran polic¨ªas, sino tres transe¨²ntes. D¨ªas despu¨¦s decidi¨® descansar: ¨¦l y su compa?ero de comando, Luis ?ngel Galarza, compraron sendos disfraces y se divirtieron en el carnaval de Ir¨²n. Una noche durmieron en la iglesia del sacerdote Jos¨¦ Ram¨®n Trevi?o. Tras su detenci¨®n por la Guardia Civil, Recarte confes¨® c¨®mo se hab¨ªa jugado a cara o cruz con otro etarra quien perpetraba un asesinato anterior.

Tras el atentado de Santander, Recarte intercept¨® con un esc¨¢ner la frecuencia de radio de la polic¨ªa, de vuelta al piso franco, y escuch¨® que hab¨ªa muertos. De 20 a?os, jardinero de profesi¨®n, Recarte fue captado para ETA por Juan Ram¨®n Rojo Gonz¨¢lez, con. quien inicialmente form¨® comando en uni¨®n de Jos¨¦ Ram¨®n Go?i, hijo del ex gobernador civil de Guip¨²zcoa del mismo nombre.Sus comienzos como integrante de un grupo de apoyo al comando Donosti resultaron un completo fracaso: intent¨® adosar una bomba del tipo lapa en el BMW de un supuesto traficante de drogas de Ir¨²n (Guip¨²zcoa), pero desisti¨® porque los imanes del artefacto no pegaban. Quiso hacer lo mismo en el coche de otro presunto camello de Hondarribia (Guip¨²zcoa) y el resultado fue id¨¦ntico.

Repiti¨® la operaci¨®n en el autom¨®vil de un polic¨ªa... y los imanes volvieron a fallar. En agosto de 1991, Recarte y Rojo tuvieron m¨¢s ¨¦xito al lograr arrebatar un fusil Cetme y una metralleta Z-70 a dos confiados centinelas del cuartel de Araca (?lava), donde Rojo hab¨ªa hecho la mili. La polic¨ªa atribuy¨® el hecho al comando Araba.

Provistos de tales armas, los etarras decidieron atentar contra dos hermanos de Ir¨²n a los que consideraban traficantes de droga. Recarte y su compa?ero se jugaron a cara o cruz el extra?o privilegio de disparar contra los supuestos camellos, seg¨²n han relatado tras su detenci¨®n.

La moneda design¨® a Rojo, que el 7 de agosto de 1991 descerraj¨® 14 tiros contra los hermanos, aunque s¨®lo logr¨® asesinar a uno, Francisco Gil Mendoza, de 27 a?os. El grupo de apoyo al comando Donosti realiz¨® tambi¨¦n informaciones para atentar contra V¨ªctor Manuel Navascu¨¦s Gil, de 42 a?os, al que ten¨ªan por miembro de los GAL. La Audiencia Nacional le hab¨ªa juzgado y absuelto del citado cargo el 9 de diciembre de 1985.

En agosto pasado, Recarte y Rojo. decidieron huir y se refugiaron en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s en casa del p¨¢rroco de Espelette, Fran?ois Garat. Su direcci¨®n se la facilit¨® Jos¨¦ Ram¨®n Trevi?o, el arcipreste de Ir¨²n.

Al Carnaval

De vuelta a Espa?a, en enero, Recarte, a quien se hab¨ªa unido Luis ?ngel Galarza, prepar¨® su deb¨² en Santander convirtiendo un Ford Fiesta en un coche bomba cargado de 70 kilos de amonal y otros tantos de tornillos. El 19 de febrero, Galarza llev¨® una moto Vespino a las inmediaciones del barrio de La Albericia y la dej¨® preparada para que su compa?ero huyera tras hacer estallar el artefacto al paso de un furg¨®n policial.En el atentado perdieron la vida Julia Rios, de 41 a?os, y su marido, Eutimio G¨®mez, de 43. D¨ªas despu¨¦s falleci¨® a causa de las lesiones por la explosi¨®n Antonio Ricondo Somoza. 17 personas m¨¢s sufrieron heridas. Tres horas despu¨¦s de la matanza, una voz an¨®nima telefone¨® a la Polic¨ªa Municipal: "No pas¨® lo que quer¨ªamos. No cay¨® quien quer¨ªamos. Gora ETA".

Es posible que el autor de esta explicaci¨®n fuese uno de los miembros del comando, aunque ellos no lo han aclarado en sus declaraciones. "Fuimos al piso de la calle del General D¨¢vila y durante una semana estuvimos sin salir m¨¢s que para comprar el pan y el peri¨®dico", declar¨® Luis ?ngel Galarza.

Noche en la iglesia

Nueve d¨ªas despu¨¦s de la matanza de Santander, los etarras se refugiaron una noche en la iglesia del arcipreste de Ir¨²n, Jos¨¦ Ram¨®n Trevi?o. Hab¨ªan decidido hacer un alto en sus actividades aprovechando los carnavales. Encargaron a la novia de Recarte que comprara disfraces y pasaron unos d¨ªas de diversi¨®n en el pueblo. Tambi¨¦n intentaron que la novia les cobijara en su casa, pero se neg¨®. Entonces acudieron al sacerdote. La Guardia Civil captur¨® a Recarte y a Galarza cuando el pasado 18 de marzo paseaban por el barrio de Deusto, en Bilbao.