El rechazo de las incineradoras lleva al colapso ecol¨®gico, seg¨²n la Administraci¨®n

El presidente de la empresa p¨²blica para la gesti¨®n industrial de residuos industriales (Emgrisa), Juan Mazarrasa, critic¨® ayer con dureza "toda la oposici¨®n social montada en Espa?a contra las plantas incineradoras de residuos industriales peligrosos". "Esa actitud no tiene sentido y est¨¢ creando en Espa?a una situaci¨®n medioambiental muy grave. Llevamos 15 a?os de retraso respecto a Europa, y si no cambiamos, veo un futuro negro, negro". Consciente de estos problemas, la CE prepara nuevas directivas.

Mazarrasa explic¨®, en un debate organizado en Madrid por el Institute for International Research Espa?a, que con el boicoteo a este tipo de instalaciones se est¨¢ provocando el colapso en la protecci¨®n del medioambiente y que los residuos t¨®xicos y peligrosos sigan verti¨¦ndose sin control en suelo y aguas. "Hemos llegado", dijo, "a un nivel preocupante de deterioro y la situaci¨®n social es complicada. Las organizaciones ecologistas, han conseguido movilizar a la poblaci¨®n en contra de estas instalaciones, y yo no oigo que los empresarios salgan en defensa de las incineradoras, cuando realmente las est¨¢n necesitando". Mazarrasa a?adi¨®: "Tenemos una legislaci¨®n muy avanzada, pero falta una concienciaci¨®n pol¨ªtica y social, tanto en el Gobierno central como en los auton¨®micas, que se traduzca en unas dotaciones de medios y dinero para hacer cumplir la normativa". La pasada semana, el Partido Popular critic¨® en el Senado el panorama desolador en la gesti¨®n de residuos industriales por la pol¨ªtica de tolerancia y escaso apoyo a la iniciativa privada de la Administraci¨®n.

S¨®lo dos a?os

La planificaci¨®n de residuos peligrosos en Espa?a es muy reciente. Emgrisa no se cre¨® hasta mayo de 1990 y, seg¨²n Mazarrasa, el Plan Nacional de Residuos Industriales no se ha concretado pr¨¢cticamente en nada, salvo el tratamiento de aceites usados.Actualmente no existe en Espa?a ninguna incineradora de residuos industriales peligrosos, aunque los proyectos son varios. Dep¨®sitos de alta seguridad s¨®lo hay uno, en Madrid. "Estamos intentando abrir otro en Valladolid", cuenta Mazarrasa, "pero tenemos manifestaciones en contra todos los domingos".

Jos¨¦ Luis Ruiz, consejero delegado de TM Consult, una consultora especializada en temas de medio ambiente, dijo: "No hay un di¨¢logo responsable en la sociedad para la ubicaci¨®n de unas instalaciones que son necesarias. La oposici¨®n social es tremenda y la industria privada no debiera permitirlo". En el mismo debate, Emilio Canda, t¨¦cnico de Gesti¨®n de Residuos de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente de la CE, dijo que se est¨¢ elaborando una directiva comunitaria que, entre otras cosas, "haga frente al rechazo p¨²blico a las incineradoras, al s¨ªndrome de que nadie quiere una cerca". En este sentido, la directiva sobre incineradoras exigir¨¢ que toda nueva instalaci¨®n se abra siempre con la ¨²ltima tecnolog¨ªa existente en el mercado y que toda la informaci¨®n sobre su funcionamiento est¨¦ abierta al p¨²blico.

El pasado fin de semana, Greenpeace convoc¨® en Tarragona una manifestaci¨®n contra estas instalaciones en toda Espa?a. El lunes, el obispo de Jerez critic¨® en una carta pastoral la planta de Medina Sidonia: "Acarrear¨¢ enfermedades, algunas incurables".