Barbara Cartland: "Mis libros se venden en todo el mundo porque son morales"
Se llama Barbara Cartland, tiene 90 a?os y se ufana de ser la escritora m¨¢s prol¨ªfica. Ha terminado ya su novela n¨²mero 560 y ha vendido m¨¢s de 600 millones de ejemplares. Cuando entr¨® en la sala de prensa -con el rostro de un blanco sepulcral por el excesivo maquillaje y un vaporoso vestido rosa-, m¨¢s de uno pens¨® en el Museo de Cera. O en esos personajes que aparecen en los cuadros de Goya.
"Se?oras y se?ores, es un placer estar con ustedes". Barbara Cartland, que ha viajado a Barcelona para participar en un programa de TV-3, empez¨® as¨ª un largo discurso ante la nube de periodistas que la esperaban. "Vivimos en un mundo en el que hay mucha permisividad", prosigui¨®, "y yo soy la ¨²nica autora que no permite que sus heroinas se vayan a la cama con sus enamorados. Es apasionante que mis libros se vendan en todo el mundo porque son morales".Cartland, que adem¨¢s de escritora figura en el elenco de las revistas del coraz¨®n como suegra del recientemente fallecido padre de la pincesa Diana, cont¨® que escribe unas 25 novelas por a?o y a?adi¨® que, sorprendentemente, suele contar con la ayuda de Dios. "Me inspiro en la vida real, pero cuando acabo un libro rezo y pido a Dios que me ayude. Al d¨ªa siguiente, tengo ya el gui¨®n del pr¨®ximo libro".
Al preguntarle si no le sirven de inspiraci¨®n hechos como la reciente separaci¨®n de Sarah Ferguson y el pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra, comenta: "No me inspiro en los diarios porque situo todas mis novelas en el pasado, m¨¢s o menos entre 1790 y 1900. Los americanos dicen que soy una excelente profesora de historia".
Se r¨ªe Barbara y los fot¨®grafos disparan los flashes, que resaltan a¨²n m¨¢s su palidez, sus labios pintados, sus enhiestos pelos amarillentos y la sombra recargada de negro de sus ojos. Quiz¨¢s como muestra de esa educaci¨®n que predican sus libros, Cartland se levanta cada vez que responde a una pregunta. Su hijo, que ejerce de manager, aprueba cada uno de sus gestos desde un par de metros de distancia.
Cita con orgullo Barbara Cartland que sus libros gozan de gran favor en Polonia porque promocionan la moral en un mundo que ha perdido los principios. Revela que suele dictar sus novelas a la secretaria en el sof¨¢ de su biblioteca, a un ritmo de 70.000 palabras diarias, y que lleg¨® a recibir hasta 30.000 cartas anuales de sus lectores.
El agn¨®stico Kinnock
Su preocupaci¨®n por la moral la lleva m¨¢s all¨¢ de las novelas, ya que confiesa haber dado dinero la uno de los dos partidos que pueden ganar en las pr¨®ximas elecciones brit¨¢nicas, ya que uno de los dos es normal, pero el otro no". Antes de salir para Barcelona, Barbara Cartland envi¨® una carta a 900 peri¨®dicos brit¨¢nicos en la que denuncia que el candidato laborista, Neil Kinnock, es un agn¨®stico. "Un hombre que no cree en Dios", dice la carta, "no deber¨ªa mandar en un pa¨ªs cristiano". Y termina as¨ª: "Un voto por Neil Kinnock es un voto contra Cristo, que dijo: 'Dejad que los ni?os se acerquen a mi". "Lo que quiero hacer con mis libros", asegura, "es ayudar a los ni?os, porque se est¨¢n perdiendo los principios y las ra¨ªces religiosas de la sociedad. Lo que pongo en mis novelas es amor y felicidad para todos".
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