Un preso apu?ala a su mujer, apalea a su hijo y mata a una prostituta

La polic¨ªa detuvo el pasado s¨¢bado en Barcelona a Antonio Fern¨¢ndez Gonz¨¢lez, de 34 a?os, como presunto autor del asesinato de una mujer que ejerc¨ªa la prostituci¨®n y de las lesiones graves que caus¨® tambi¨¦n a su mujer, a su hijo de 10 a?os y a un compa?ero de prisi¨®n, el pasado 11 de marzo. Fern¨¢ndez cumpl¨ªa condena por robo en la c¨¢rcel de La Roca (Vall¨¨s Oriental), aunque disfrutaba de r¨¦gimen abierto desde julio. El acusado trabajaba desde entonces en un laboratorio fotogr¨¢fico propiedad de su hermano y acud¨ªa ¨²nicamente a la prisi¨®n a dormir.Desde que se incorpor¨® a su trabajo, Fern¨¢ndez regresaba cada noche a la c¨¢rcel, y le quedaban pocos meses para recuperar la libertad. Fern¨¢ndez se entreg¨® hace a?os a la polic¨ªa admitiendo los robos que hab¨ªa cometido. Dijo que se entregaba por amor a su hijo Guillermo, que tiene ahora 10 a?os. El detenido fue condenado a 12 a?os.

Fern¨¢ndez fue detenido el pasado s¨¢bado. De acuerdo con su declaraci¨®n, el recluso abandon¨® la c¨¢rcel, como cada d¨ªa, el pasado 11 de marzo, aunque no acudi¨® a su trabajo por sentirse indispuesto, y se dirigi¨® a su domicilio. Tras pasar el d¨ªa tranquilo, seg¨²n explic¨®, sobre las 20.00 agredi¨® s¨²bitamente con un pu?al a su mujer, Montserrat Soler, y apale¨® a su hijo, Guillermo, de 10 a?os, con un bate de b¨¦isbol. A ambos les caus¨® lesiones graves.

Se dirigi¨® despu¨¦s a Barcelona, donde pas¨® a recogerle el interno David Megas, con quien realizaba los desplazamientos desde la c¨¢rcel de La Roca hasta su puesto de trabajo. En las inmediaciones del penal, Fern¨¢ndez pidi¨® al conductor que detuviera el coche para orinar. Fern¨¢ndez cogi¨® una piedra con la que golpe¨® a su amigo en la cabeza y regres¨® a Barcelona. Luego se dirigi¨® al laboratorio de fotograf¨ªa y solicit¨® los servicios de una prostituta, Josefa P¨¦rez Ruiz, a quien apu?al¨® hasta causarle la muerte. Fern¨¢ndez admiti¨® ante la polic¨ªa que, indistintamente, sent¨ªa deseos de matar y arrepentimiento, e incluso pens¨® en el suicidio. Durante los d¨ªas que estuvo sin regresar al penal, dijo haber vivido "en el monte".