?Por qu¨¦ el paro es m¨¢s elevado en Espa?a?
A juicio del articulista, el reciente libro de los profesores Layard, NickeIl y Jackman sobre el paro (Unemployment. Plichard Layard, Stephen NickeIl and Richard Jackman. Oxford University Press, 1991) es el an¨¢lisis mejor y m¨¢s completo sobre las causas microecon¨®micas y macroecon¨®micas del paro.
El an¨¢lisis de los profesores Layard, Nickell y Jackman permite comprender algunas de las razones del alto nivel de paro en Espa?a y nos debe hacer reflexionar sobre la actual pol¨ªtica de empleo espa?ola, sobre la estructura y funcionamiento del mercado de trabajo y sobre las medidas laborales del plan de convergencia que acaba de aprobar el Gobierno.Veamos, muy resumidamente, algunas de las conclusiones m¨¢s interesantes de este excelente an¨¢lisis:
?Tiene que ser siempre m¨¢s alta la inflaci¨®n cuando el paro es menor, y viceversa? No siempre, ya que suele existir un nivel de paro que es. consistente con una inflaci¨®n estable. Los autores lo llaman nivel de paro de equilibrio o NAIRU (non accelerating inflation rate of unemployment). La inflaci¨®n s¨®lo es estable cuando el salarlo real que demandan los trabajadores es el mismo que aceptan los empresarios, y la variable que hace que ambos coincidan es el nivel de paro. El paro es, pues, el que hace que las demandas de unos y otros por repartirse el pastel de la renta nacional sean compatibles. Aunque es verdad que a niveles bajos de paro la inflaci¨®n tiende a aumentar y a altos niveles de paro tiende a reducirse, la presi¨®n inflacionista se reduce no solamente por el alto nivel de paro, sino tambi¨¦n, y especialmente, por los aumentos de dicho nivel. Esto significa, de forma sim¨¦trica, que si el paro est¨¢ cayendo, aunque su nivel sea muy alto, la inflaci¨®n puede no reducirse. La explicaci¨®n es clara y contrastada en el caso espa?ol. Cuando el paro aumenta, los trabajadores ya empleados, ante el temor de perder el empleo, cuando negocian a trav¨¦s de sus representantes sindicales, son mas moderados en sus demandas salariales, y, por su lado, los empresarios, ante una peor coyuntura econ¨®mica y ante un mayor n¨²mero de trabajadores disponibles donde elegir, ofrecen m¨¢s resistencia a sus peticiones. Cuando el paro est¨¢ disminuyendo, los trabajadores ya empleados tienen menos miedo a perder el puesto de trabajo y presionan m¨¢s, y los empresarios ofrecen menor resistencia, ya que temen el coste de una interrupci¨®n de la producci¨®n y tienen una menor elecci¨®n alternativa de otros trabajadores en paro.
Ahora bien, el nivel de paro de equilibrio o NAIRU puede llegar a ser muy elevado (como lo es en Espa?a) porque nivel de paro en equilibrio no significa, ni mucho menos, que a dicho nivel exista pleno empleo (ya que ¨¦ste s¨®lo se dar¨ªa a un nivel de salarios reales mucho m¨¢s bajo y con una flexibilidad y movilidad total de la mano de obra), sino solamente que la inflaci¨®n no aumenta.
Si el nivel de paro en equilibrio no es el de pleno empleo, ?por qu¨¦ las empresas no reducen los salarios para emplear a m¨¢s trabajadores? Por dos razones b¨¢sicas. La primera, porque los sindicatos presionan fuertemente para que esto no ocurra. La segunda, por que los empresarios temen que, al reducir los salarios, se les vayan los trabajadores mejores y m¨¢s cualificados y, sin embargo, no les abandonen los menos productivos, lo que les anular¨ªa el ahorro potencial que les producir¨ªa tener salarios m¨¢s bajos. De ah¨ª que aunque no existiesen los sindica tos, las empresas pagar¨ªan salarios m¨¢s altos que los que equilibrar¨ªan la oferta y demanda de trabajo en un momento dado. Es lo que los autores llaman salarios de eficiencia.
?Por qu¨¦ los empresarios no aumentan m¨¢s sus precios para compensar el aumento de los salarios? La respuesta es que, a menos que se encuentren en una situaci¨®n de monopolio, no lo intentar¨¢n, ya que perder¨¢n competitividad, aumentar¨¢ la inflaci¨®n y los trabajadores y empleados reaccionar¨¢n r¨¢pidamente pidiendo mayores salarios para no perder poder adquisitivo, con lo que no habr¨¢n conseguido compensar el aumento de coste salarial. Adem¨¢s, la experiencia ha demostrado que cuando la inflaci¨®n crece, los salarios reales se quedan siempre por debajo de lo que los trabajadores pretend¨ªan y por encima de lo que los empresarios deseaban. Es decir, la inflaci¨®n es perversa para ambos y por ello deben tratar de evitarla.
?Es verdad que el nivel de paro es consecuencia de salarios reales demasiado altos? El nivel de paro no depende tanto del nivel de los salarios reales como de los intentos de aumentarlo. Esto es lo que los autores llaman presi¨®n salarial.
Presi¨®n sindical
?Qu¨¦ factores determinan dicha presi¨®n salarial y, por tanto, un paro m¨¢s alto? En principio, la presi¨®n salarial ser¨¢ mayor y el desempleo m¨¢s alto cuanto m¨¢s fuertes sean los sindicatos. ?stos tender¨¢n siempre a empujar los salarios hacia arriba hasta aquel nivel de salario que empiece a producir p¨¦rdidas de empleo a los afiliados del sindicato. Tambi¨¦n ser¨¢ mayor la presi¨®n salarial cuanto m¨¢s intensiva en capital y menos intensiva en trabajo sea la empresa, cuanto m¨¢s competitivos sean los bienes y servicios que dicha empresa produce y cuanto mayores sean las posibilidades de los trabajadores de encontrar otro empleo alternativo.
Es decir, que la presi¨®n salarial ser¨¢ mayor cuanto mayor sea el poder de los sindicatos, mayores sean los beneficios y menor sea el paro.
Ahora bien, dado un nivel de presi¨®n sindical determinado, el paro ser¨¢ relativamente menor cuanto mayor sea la centralizaci¨®n de la negociaci¨®n colectiva y cuanto mayor sea la coordinaci¨®n entre los sindicatos (e incluso, m¨¢s a¨²n, entre las patronales).
Es decir, en principio, la presi¨®n salarial y el paro ser¨¢n menores si los sindicatos son d¨¦biles, como en Estados Unidos, pero si los sindicatos son fuertes, como en Europa, el paro ser¨¢ relativamente menor si la negociaci¨®n es centralizada y los sindicatos y empresarios act¨²an coordinadamente, como en los pa¨ªses n¨®rdicos y Austria, que si la negociaci¨®n es m¨¢s descentralizada y los sindicatos y/o patronales compiten entre ellos, como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la CE, incluida Espa?a.
El nivel de paro no s¨®lo depende. de las presiones salariales de los afiliados a los sindicatos o los de dentro, sino tambi¨¦n de como se comporten los parados o los de fuera.
En principio, el paro ser¨¢ menor cuanto m¨¢s activamente busquen empleo los parados, ya que suelen coexistir altos niveles de paro con muchas oportunidades de empleo sin cubrir. Como hemos visto antes, la presi¨®n salarial aumenta hasta que existe un exceso de mano de obra parada disponible de suficiente cuant¨ªa. Pero si los parados buscan activamente empleo, aumentan el nivel efectivo de dicho exceso de mano de obra disponible, con lo que, por un lado, las empresas podr¨¢n obtener m¨¢s f¨¢cilmente trabajadores que compitan por los empleos, y por otro lado, se necesitar¨¢ un menor n¨²mero de parados parta moderar la presi¨®n salarial.
?Qu¨¦ determina la efectividad de los parados? Los parados ser¨¢n menos activos en la b¨²squeda de trabajo cuanto m¨¢s tiempo lleven parados. Esto se debe fundamentalmente a que un paro de larga duraci¨®n desmoraliza al parado. El paro de larga duraci¨®n es uno de los elementos que m¨¢s ha afectado en muchos pa¨ªses pero sobre todo en Espa?a, a que el nivel de paro en equilibrio o NAIRU sea tan alto.
?Qu¨¦ determina el paro de larga duraci¨®n? Los parados tienden a ser de mayor duraci¨®n y menos activos en la b¨²squeda de empleo cuanto m¨¢s tiempo est¨¦n cubiertos por el seguro de paro, cuanto m¨¢s alto sea el nivel del subsidio de paro en relaci¨®n con el salario que se estaba percibiendo y cuanto m¨¢s r¨ªgida sea la contrataci¨®n y el despido. Es decir, los pa¨ªses que, como Espa?a, tienen una mayor cobertura temporal del seguro de desempleo, con un porcentaje de subvenci¨®n m¨¢s alto y una mayor rigidez en la contrataci¨®n y despido, suelen tener un nivel de paro de larga duraci¨®n m¨¢s elevado que aquellos pa¨ªses con menor cobertura temporal, menor nivel de percepci¨®n y m¨¢s flexibilidad contractual, como Canad¨¢, Estados Unidos o los pa¨ªses de1a EFTA.
Maquinaria sustitativa
?Por qu¨¦ el paro afecta sobre todo a los trabajadores poco cualificados y a los j¨®venes? Esto ocurre porque las empresas que necesitan reducir personal suelen prescindir antes de los obreros manuales y de los que acaban de contratar. Una causa importante de que muchos j¨®venes est¨¦n parados, aunque busquen empleo activamente, es que, al existir salarios m¨ªnimos relativamente altos, las empresas prefieren emplear trabajadores con m¨¢s experiencia o no contratar a nadie e invertir en maquinaria sustitutiva de mano de obra.
Cada Gobierno debe intentar que el nivel de paro en equilibrio o NAIRU sea lo m¨¢s bajo posible. ?C¨®mo se reduce el nivel de NAIRU? ?ste ser¨¢ tanto m¨¢s bajo cuanto mayores sean los incentivos para que los parados compitan en el mercado de trabajo, mayores sean los est¨ªmulos para que las empresas contraten a dichos parados y cuanto mayor sea la moderaci¨®n salarial.
La mejor manera de que los parados busquen m¨¢s activamente trabajo es dedicar parte de los enormes recursos que los Gobiernos se gastan en el pago de elevados subsidios de paro a financiar un sistema obligatorio de formaci¨®n y mejora de la cualificaci¨®n de los parados, a crear unas oficinas de empleo bien organizadas, a dar subvenciones a las empresas que recluten parados de larga duraci¨®n e incluso a crear, en ¨²ltima instancia y temporalmente, algunos empleos p¨²blicos. Adem¨¢s hay que evitar, en el caso de los j¨®venes, cualquier barrera que impida su acceso al mercado de trabajo, especialmente regulaciones excesivas de salarios m¨ªnimos.
Por ¨²ltimo, la experiencia en los pa¨ªses de la OCDE ha demostrado que el paro no se reduce, en absoluto, con medidas c¨®mo la reducci¨®n de horas de trabajo o la jubilaci¨®n anticipada. En ambos casos se consigue, temporalmente, reducir el paro, pero a costa de aumentar la inflaci¨®n y reducir la producci¨®n total, con lo que al final el pa¨ªs deviene m¨¢s pobre y acaba con un paro mayor. De hecho, y aunque no est¨¦ probada ninguna causalidad directa, el paro ha crecido m¨¢s en aquellos pa¨ªses, entre ellos Espa?a, donde las horas de trabajo se han reducido m¨¢s y donde la edad de retiro se ha adelantado m¨¢s.
El libro de Layard, Nickell y Jackman, profesores, por cierto, m¨¢s cercanos de las ideas laboristas que de las conservadoras a pesar de sus conclusiones cient¨ªficas, debe ser de lectura obligada para nuestro Gobierno, patronal y sindicatos a la hora de intentar reducir el desequilibrio real m¨¢s grave y persistente de nuestra econom¨ªa.
Guillermo de la Dehesa es presidente del Consejo Superior de C¨¢maras de Comercio y consejero delegado del Banco Pastor.
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