La mitad de los Beatles actuar¨¢ de nuevo
Ringo Starr y George Harrison participan en un concierto de propaganda del partido de un gur¨²
S¨®lo eran dos, pero con eso ya sumaban la mitad de los Beatles. El guitarrista George Harrison y el bater¨ªa Ringo Starr aparecieron de nuevo el lunes sobre un escenario. Era el del Albert Hall de Londres, donde se celebraba un concierto de propaganda del m¨¢s esot¨¦rico de los partidos pol¨ªticos brit¨¢nicos, el Partido de la Ley Natural, fundado por el gur¨² indio Maharishi Mahesh. Aunque para ellos la pol¨ªtica era lo de menos. Ni Ringo, de 51 a?os, ni George, de 49, estaban muy al corriente del programa electoral del PLN: "En realidad, no s¨¦ de qu¨¦ van", dijo Starr. "Me he encontrado con George esta ma?ana y me ha pedido que les acompa?ara en el concierto, pero ¨¦l tampoco estaba muy seguro de lo que quieren. A ¨¦l no le gusta ninguno de los otros partidos y a m¨ª no me interesa nada la pol¨ªtica", a?adi¨®.El presidente del PLN, Geoffrey Clements, tom¨® la palabra antes del concierto, pero no se entretuvo en explicaciones program¨¢ticas. Lanz¨® algunos lemas de meditaci¨®n, en los que se mezclaban el yoga para todos con la reducci¨®n de los impuestos hasta el 10%, y salud¨® la inminente conversio¨®n del Reino Unido en un "nuevo pa¨ªs mucho m¨¢s hermoso". George Harrison no fue m¨¢s concreto. "Lo que necesitamos para ser felices es librarnos de esos tipos estirados del Parlamento", susurr¨® escuetamente ante el micr¨®fono, antes de tocar por primera vez en el Reino Unido desde hace m¨¢s de veinte a?os.
Inmediatamente sonaron los acordes de Something, una de las canciones emblem¨¢ticas de los viejos Beatles, y los 5.000 asistentes se pusieron en pie. Era obvio que el p¨²blico -hippies reciclados, padres de familia con sus hijos y el pelot¨®n de adolescentes que no se pierde ninguna actuaci¨®n- estaba all¨ª por la m¨²sica, no por la meditaci¨®n trascendental ni por la pol¨ªtica. Las entradas, a 3.600 pesetas, lo pon¨ªan muy claro George Harrison, en letras grandes, y el nombre del partido, en peque?as.
La irrupci¨®n del Maharishi Mahesh y su meditaci¨®n trascendental en la escena pol¨ªtica brit¨¢nica no alterar¨¢ la composici¨®n del pr¨®ximo Parlamento -ninguna circunscripci¨®n est¨¢ tan mal, tan mal como para apostar por un diputado en levitaci¨®n-, pero demuestra los enormes recursos econ¨®micos del c¨¦lebre sant¨®n. El PLN se presenta en casi todas las circunscripciones, lo que le convierte te¨®ricamente en la cuarta fuerza pol¨ªtica; ha pagado anuncios a doble p¨¢gina en casi todos los peri¨®dicos, y ha gastado fortunas en carteles.
El Maharishi Mahesh se hizo famoso cuando los Beatles acudieron a escuchar sus lecciones en la India. John Lennon y Paul McCartney se libraron de ¨¦l poco despu¨¦s, pero los seguidores del gur¨² no han dejado de aumentar en los ¨²ltimos veinte a?os. Se calcula que ahora dirige la vida de 3,5 millones de personas en todo el mundo, y su fortuna personal se cuenta en miles de millones. Entre sus proyectos empresariales inmediatos figura la creaci¨®n en California de un parque recreativo llamado Ciudad de los Inmortales, cuya direcci¨®n correr¨¢ a cargo de la sociedad holding del Maharishi, El Cielo en la Tierra.
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