Mariano Jim¨¦nez se aprovecha
Mariano Jim¨¦nez, que se doctoraba ante sus paisanos y se jugaba la temporada, supo aprovecharse de las circunstancias favorables que le sirvieron en bandeja las pastue?as cataduras de los funos de su lote para orear buen toreo y triunfar. El madrile?o dej¨® p¨¢tina de diestro con posibilidades en los tres tercios, para su bien, el de su apoderado y el de sus jaraneros partidarios.
Manej¨® con se?or¨ªo el percal ya al recibir al toro de la ceremonia, de encastada y vivaz embestida, con el que realiz¨® un esplendoroso quite por ajustad¨ªsimas chicuelinas rematado con una improvisada larga. Y as¨ª, a una mano, lo llev¨® bajo el penco.
Despu¨¦s le ech¨® reda?os, variedad y sandunga con los rehiletes, siendo prodigioso el par al cambio con el que cerr¨® el tercio. Tambi¨¦n restallaron ovaciones al juguetear en la torva cara de su enemigo a la salida de cada par. Pero, tras el ritual del intercambio de trastos, baj¨® el calibre de la calidad y su labor muleteril fue una mezcolanza de buenos detalles y alg¨²n sorullo.
Torero / Gonz¨¢lez, C¨¢mara, Jim¨¦nez
Toros de El Torero, bien presentados, de juego desigual, nobles y flojosD¨¢maso Gonz¨¢lez: dos pinchazos, estocada y dos descabellos (silencio); pinchazo sin soltar, dos pinchazos hondos y descabello (silencio). Fernando C¨¢mara: media desprendida (silencio); pinchazo perdiendo la muleta, pinchazo, estocada y descabello (ovaci¨®n y saludos). Mariano Jim¨¦nez, que tomaba la alternativa: estocada tendida trasera (palmas con alg¨²n pito cuando intenta saludar); bajonazo (oreja). Plaza de Las Ventas, 19 de abril. M¨¢s de tres cuartos de entrada.
Alto nivel
Repiti¨® su alto nivel con percal y alegradoras en el sexto, tambi¨¦n bravo, pero su acaloro y ganuza de triunfo y contratos no le impidieron ahora centrarse con la sarga. Al contrario, s¨ª mantuvo alto el list¨®n y desflec¨® excelentes series de redondos y naturales, siempre con la, mano muy baja y vaciando a tope el viaje de su enemigo, y abrochados con monumentales pases de pecho.Se adorn¨® rodilla en tierra y por ese exceso de ganas se atrac¨® al despenarlo, por lo que dej¨® un horrendo sartenazo que pudo costarle el trofeo tan importante y tan bien ganado hasta ese fundamental momento.
D¨¢maso Gonz¨¢lez, en su reaparici¨®n, y Fernando C¨¢mara no contaron con material adecuado para el triunfo, pues sus blandos toros, sosotes y tardos, med¨ªan mucho al que se pon¨ªa delante. Gonz¨¢lez, fiel a su tradicional estilo, aplic¨® su tauromaquia de mando, temple, ligaz¨®n, vulgaridad art¨ªstica y m¨¢xima exposici¨®n, aunque mat¨® a la ¨²ltima.
La m¨²sica de C¨¢mara no pudo alcanzar el tutti orquestal que pretend¨ªa por culpa de sus funos. Pero, a¨²n as¨ª, se fundi¨® con el quinto en varios arrebatados grupos escult¨®ricos al robarle algunos exquisitos muletazos.
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