A golpe de decreto

Escribo esta carta motivado por la sorpresa que me ha producido la reciente aprobaci¨®n del real decreto ley que modifica el r¨¦gimen de prestaciones por desempleo y ciertas medidas de fomento del empleo. Sin entrar en el fondo de la cuesti¨®n, s¨ª quisiera expresar mi estupor en cuanto a la forma en que se ha hecho: desde hace tiempo se utiliza el decreto ley de una forma bastante ligera, como mecanismo normal de reforma del ordenamiento jur¨ªdico, haciendo caso omiso en algunas ocasiones de la exigencia de extraordinaria y urgente necesidad que exige nuestra Constituci¨®n para su promulgaci¨®n.La situaci¨®n creada en la pol¨ªtica activa de empleo y en la protecci¨®n por desempleo no ha sido algo surgido de la noche a la ma?ana, sino que se viene arrastrando desde hace tiempo, por lo cual la extraordinaria y urgente necesidad es ficticia, en cuanto que el Gobierno podr¨ªa haber presentado perfectamente desde hace tiempo un proyecto de ley para la reforma que ahora se ha llevado a cabo.

No construyamos el ordenamiento jur¨ªdico a golpes de decretos ley. Fundamentalmente al Gobierno corresponde esa responsabilidad, sin olvidar al resto de las fuerzas pol¨ªticas representadas en el Congreso, quienes deber¨¢n pronunciarse sin duda sobre el fondo, pero tambi¨¦n sobre la forma en que se ha hecho: si as¨ª no ocurriera, se convertir¨ªan en c¨®mplices por omisi¨®n de la actuaci¨®n del Gobierno. En definitiva, creo que es necesaria una profunda reflexi¨®n del papel que debe desempe?ar el decreto ley en nuestro ordenamiento, reconduci¨¦ndolo a su verdadero sentido, que no es otro que excepcional, algo que parece haberse olvidado.-