Un grupo humanitario pide que los presos puedan ver a sus familiares sin barreras
Limitar el periodo de prisi¨®n preventiva (que actualmente puede llegar a cuatro a?os); permitir como . norma general las "visitas con contacto" y dejar las que se hacen a trav¨¦s de locutorio como una de las sanciones penitenciarias m¨¢s duras, y evitar el traslado de los presos lejos de sus domicilios son parte de las recomendaciones hechas al Gobierno espa?ol por Human Rights Watch. Esta organizaci¨®n norteamericana hizo su informe, pese a que Justicia no atendi¨® su solicitud para que sus miembros pudieran ver 12 c¨¢rceles.
La directora del proyecto de prisiones de Human Rights Watch, Joanna Weschler, manifest¨® ayer que uno de los problemas m¨¢s graves descubiertos en las c¨¢rceles espa?olas es la falta de trabajo para los internos, pese a ser un derecho reconocido en la Constituci¨®n. Otro de los fallos m¨¢s graves es la carencia de celdas individuales, lo que representa "una degradaci¨®n del modo de vida" y una violaci¨®n de lo establecido por la ley.La citada organizaci¨®n humanitaria tropez¨® con una dificultad similar que antes hab¨ªa encontrado en Turqu¨ªa: el secretario de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunci¨®n, prohibi¨® que los observadores pudieran visitar las c¨¢rceles. Estos, no obstante, lograron entrar en la prisi¨®n madrile?a de Carabanchel acompa?ando a la juez de Vigilancia Penitenciaria, Manuela Carmena, lo que le, cost¨® ser expedientada. Los comisionados extranjeros pudieron entrar, en cambio, en dos centros de Catalu?a, que son gestionados por la Generalitat.
Human Right Watch considera "muy insatisfactorias" las actuales normas de visitas que rigen para los reclusos. Los familiares ¨²nicamente tienen derecho a ver al preso a trav¨¦s del cristal blindado de un locutorio, "lo que es especialmente traum¨¢tico para los hijos menores".
Falta de informaci¨®n
La citada organizaci¨®n, avalada por la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a, cree que tales encuentros deben realizarse en salas de visitas comunitarias, de tal forma que las visitas sin contacto se conviertan en una de las sanciones m¨¢s rigurosas. "Se deben cumplir las exigencias legales de que los reclusos est¨¦n correctamente informados sobre sus derechos y deberes " ,pidi¨® ayer Joanna Weschler, qui¨¦n critic¨® que el Gobierno no haya permitido que las organizaciones no gubernamentales(ONGs) distribuyan unos folletos explicativos.
La extensi¨®n del sida entre los reclusos "requiere un mejor tratamiento sanitario y que se act¨²e preventivamente"con el fin de evitar los riesgos de contagio.
Human Rights Watch recomienda al Ministerio de Justicia un mejor control de los caminos de distribuci¨®n de la droga, a la vez que asegura que "Ios drogadictos carecen del tratamiento terap¨¦utico adecuado". No obstante, dicha organizaci¨®n reconoce en su informe que la situaci¨®n sanitaria en los penales ha mejorado "considerablemente".
WeschIer tambi¨¦n se refiri¨® a la situaci¨®n de las reclusas, al decir que Ias c¨¢rceles est¨¢n dise?adas para los hombres... y las mujeres son un mero ap¨¦ndice".
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