La guerrilla moderada toma el poder en Kabul sin que cesen los combates
La guerra de los grupos guerrilleros afganos contra el r¨¦gimen establecido por los sovi¨¦ticos lleg¨® a su fin ayer cuando un Consejo Isl¨¢mico, dominado por la guerrilla moderada, tom¨® el poder formalmente en Kabul y el te¨®logo liberal Sibgatula Moyadedi, de 70 a?os de edad, jur¨® como presidente. pero incluso despu¨¦s de 13 a?os de combates, que han dejado m¨¢s de dos millones de muertos o mutilados, la paz todav¨ªa parece lejana. Los radicales contrarios al nuevo Consejo Isl¨¢mico mantienen el asedio sobre Kabul y bombardean la periferia de la capital con artiller¨ªa y cohetes.
Parec¨ªa que las fuerzas de Gulbudin Hekmatiar irrump¨ªan en Kabul ayer por la ma?ana mientras el cielo se cubr¨ªa de una nube negra del humo de las bater¨ªas antia¨¦reas y el fuego de las ametralladoras rug¨ªa en cada esquina de la ciudad. Los habitantes de Kabul se precipitaron hacia los refugios hasta descubrir que Kabul no estaba siendo asaltada. Simplemente celebraba la llegada de un convoy de camiones y jeeps que llevaban al profesor Moyadedi y a los otros 51 miembros del Consejo Isl¨¢mico, que hab¨ªan atravesado el puerto de Khyber desde su exilio en Peshawar, y llegaban sanos y salvos.El Consejo, que gobernar¨¢ por espacio de dos meses hasta la formaci¨®n de un Gobierno provisional, representa a las fuerzas ¨¦tnicas y religiosas que tradicionalmente han mantenido el orden entre las belicosas tribus afganas. Si el Consejo ha de sobrevivir, Moyadedi debe actuar como pacificador entre los grupos ¨¦tnicos rivales.
Incluso cuando Moyadedi era investido presidente en una gran sala del edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores, los proyectiles hac¨ªan oscilar las imponentes l¨¢mparas. Moyadedi inst¨® a Hekmatiar a "deponer las armas y enviar a su gente de vuelta a casa". ?l y Hekmatiar son enemigos personales e ideol¨®gicos. ambos proceden del mismo clan pashtun, pero mientras Moyadedi predica la tolerancia, Hekmatiar es un integrista radical.
Funcionarios de alto rango del r¨¦gimen depuesto se hallaban presentes en la ceremonia de transmisi¨®n de poderes cuando Moyadedi proclam¨® una amnist¨ªa general e inst¨® a todos los funcionarios a volver a sus puestos de trabajo.
El antiguo primer ministro, el presidente del Tribunal Supremo, el ministro de Asuntos Exteriores y el presidente del Parlamento del anterior r¨¦gimen instalado por Mosc¨² estaban todos presentes en el momento en que Moyadedi asunmi¨® oficialmente el poder. Dos de las principales personalidades de los recientes y tumultuosos acontecimientos de Afganist¨¢n, sin embargo, no se encontraban all¨ª: el jefe de la guerrilla tayika, Ahmed Sha Masud, y el general uzbeko Rashid Dostam. Sus fuerzas, combinadas con las de otras varias facciones rebeldes, controlan la mayor parte de Kabul y del Norte de Afganist¨¢n.
Las tropas de Hekmatiar, que se calculan en unos 2.000 soldados, controlan la entrada sur a la ciudad, con tanques a lo largo de la carretera de Logar. Tambi¨¦n est¨¢n atrincherados en varios puntos cercanos al aeropuerto y al Ministerio de Defensa. M¨¢s de trescientos rebeldes siguen en el Ministerio del Interior, en el centro de Kabul. A la ca¨ªda de la noche, varios de los hombres de Hekinatiar huyeron del edificio llev¨¢ndose un bot¨ªn de alfombras afganas y bater¨ªas de autom¨®viles. Poco despu¨¦s, las fuerzas del nuevo Gobierno entraban en acci¨®n con la intenci¨®n de tomar el ministerio, basti¨®n de Hekinatiar.
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