Refer¨¦ndum y violencia

El pacto auton¨®mico suscrito entre el PSOE y el PP se ha interpretado en Arag¨®n -donde gobiernan en coalici¨®n el Partido Aragon¨¦s y el Partido Popular- como un instrumento que consolida un nivel de competencias escaso e impide o dificulta ser comunidad de primera, como Catalu?a o Pa¨ªs Vasco.Todos los partidos, excepto el PSOE, se agruparon en una Mesa que convoc¨® la manifestaci¨®n del 23 de abril para demandar "autonom¨ªa plena". Sin embargo, destacados socialistas, encabezados por el alcalde de Zaragoza, Antonio Gonz¨¢lez Trivi?o, salieron a la calle. "Volver¨ªa a hacerlo. No creo que me sancionen", afirma el alcalde, que desobedeci¨® al partido y obtuvo un gran apoyo de los ciudadanos. Cree que el pacto auton¨®mico permite alcanzar un nivel de autogobierno suficiente para Arag¨®n.

El debate avanza deprisa. El presidente aragon¨¦s, el regionalista Emilio Eiroa, ha propuesto un refer¨¦ndum para la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa -aprobado en 1982- si el dividido PSOE bloquea el proceso de plena autonom¨ªa. El partido socialista -el m¨¢s votado- ha reaccionado en contra de la consulta popular. Sin embargo, ya acepta discutir en la comisi¨®n especial de las Cortes auton¨®micas esta reforma que no ser¨ªa posible sin sus votos.

El Ejecutivo regional ha sabido enarbolar la bandera y se ha situado en la cabeza de la reivindicaci¨®n. La postura del Gobierno central en defensa del pacto auton¨®mico, ratificada por la ministra Rosa Conde el pasado mi¨¦rcoles, ha recibido cr¨ªticas.

Desde las propias filas del Partido Aragon¨¦s se ha mencionado el fantasma de la radicalizaci¨®n violenta, un peligro en el que nadie quiere acabar de creer. "Hay grupos radicales, pero no creo que Arag¨®n vaya a apostar nunca por la violencia", afirma Ches¨²s Bernal, dirigente de la Chunta Aragonesista, el grupo de nacionalismo m¨¢s radical. Predica el derecho a la autodeterminaci¨®n, pero sin matiz separatista.