El ej¨¦rcito defensivo
El martes 21 de abril su ilustre peri¨®dico publica un art¨ªculo del abogado y ex ministro Alberto Oliart. Si me lo permite, me gustar¨ªa reproducir un extracto del mismo para comentarlo en esta democr¨¢tica secci¨®n que usted nos brinda. "Desde la antig¨¹edad cl¨¢sica hasta hoy, el ciudadano en armas era s¨ªmbolo de la libertad individual y colectiva. El ciudadano en armas defend¨ªa la libertad de la ciudad, sus leyes, y defendiendo una u otras, defend¨ªa su propia libertad, afirmaba y realizaba su dignidad de individuo y de ciudadano". Como puede apreciarse, si el ciudadano defend¨ªa la libertad, es de suponer que ¨¦sta estaba amenazada, quiz¨¢ nunca logremos despejar la cuesti¨®n huevo / gallina, pero la de espada / escudo est¨¢ bastante clara: el arma Primigenia fue la agresora, la que permit¨ªa saquear al vecino y erigirse en l¨ªder de la tribu; no la defensiva, pues es absurdo pensar que se inventen armas para defenderse del vecino, que est¨¢ desarmado y s¨®lo desea defenderse a su vez. El genuino ciudadano en armas ser¨¢, por tanto, un s¨ªmbolo bastante distinto al defensor ateniense. A m¨ª m¨¢s bien me recuerda al centuri¨®n o a Atila; imaginando a alguien armado, veo alPasa a la p¨¢gina siguiente
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coracero napole¨®nico y al nazi con la Luger, al marine mascando chicle en Vietnam, al piloto de la moderna aeronave que se felicita del acierto en el blanco. Ese ej¨¦rcito meramente defensivo, s¨®lo operativo en caso de flagrante violaci¨®n del territorio defendido o bajo los auspicios de una ONU equitativa en sus decisiones, y no sujeta a los intereses de los pa¨ªses con derecho al veto, no ser¨¢ visto por mis ojos, pero tambi¨¦n ser¨¢ dif¨ªcil para los ojos de los que han de venir si quienes pueden hacer algo por lograrlo para el futuro contin¨²an enga?¨¢ndose a s¨ª mismos e intentando lo propio con los dem¨¢s.-
Lorenzo Higueras Mart¨ªnez.
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