Todos contentos

Segundo concierto del festival del San Juan Evangelista y segundo saxofonista alto a escena. Lo cierto es que Omette Coleman y Paquito d'Rivera s¨®lo tienen en com¨²n eso, el instrumento que tocan, porque en lo que se refiere a c¨®mo lo tocan media un abismo. Ambos pueden ser considerados hijos del gran p¨¢jaro Charlie Parker, pero mientras Coleman ha salido rapaz de pluma ocre, vuelo hosco y pico duro, el cubano D'Rivera ha crecido como ave tropical de plumaje exuberante, presta para la cabriola en el aire y perenne actitud amable.En los conciertos de D'Rivera todo sucede con rapidez. La suya es una m¨²sica de consumo inmediato y la memoria puede holgar. Precisamente ah¨ª radica uno de sus puntos d¨¦biles, Parece como si los sonidos se le dispararan involuntariamente, bellos y repulidos, pero algo atropellados. M¨¢s concentraci¨®n puso el joven pianista venezolano Ed Simon, fresco y luminoso dentro de esa clase de m¨²sicos que no gusta de repetirse. Los dem¨¢s, correctos. El trompetista argentino Diego Urcola luci¨® un fraseo elegante y un sonido a¨²n por crecer, el bajista peruano ?scar Stagnaro luch¨® contra la poca nobleza del instrumento el¨¦ctrico e hizo algunos solos de escaso riesgo, Jorge Rossy aport¨® colores vivos desde la bater¨ªa, y el invitado, el trombonista Juan Pablo Torres, sald¨® positivamente su presentaci¨®n sobre un repertorio no demasiado familiar para ¨¦l. El p¨²blico se mostr¨® entusiasmado y termin¨® entregado.