Las cementeras, 'tocadas'
Hasta hace tres o cuatro a?os, los que viv¨ªamos de la industria cementera cre¨ªamos que lo que nos podr¨ªa dejar alguna vez sin el puesto de trabajo ser¨ªan las exigencias medioambientales. Hemos comprobado que el control de la poluci¨®n es s¨®lo cuesti¨®n de costes y basta con destinar inversiones para la instalaci¨®n de los filtros adecuados. Estas inversiones, como es l¨®gico, est¨¢n ¨ªntimamente ligadas a la rentabilidad de la empresa.Hasta hace poco tiempo, las informaciones econ¨®micas de las cementeras presentaban unos beneficios nada despreciables. Pero a empresarios y trabajadores nos ha salido un quiste que amenaza con convertirse en canceroso. Me estoy refiriendo al cemento de importaci¨®n. Se habla de 2.800.000 toneladas m¨¦tricas importadas en 1991. Esto es ya muy grave, pero si adem¨¢s se venden entre tres y cuatro mil pesetas menos por tonelada, pasa a ser tenebroso.
Como humano, respeto y estoy de acuerdo con todo lo que signifique ecolog¨ªa y medio ambiente. Como representante sindical no tengo m¨¢s remedio que advertir que la conjunci¨®n de p¨¦rdida de beneficios m¨¢s la exigencia de grandes inversiones en medio ambiente convertir¨¢ a la industria cementera en un sector en crisis. Los espa?oles estamos acostumbrados a ver sectores arruinados: el minero, el ganadero, el agr¨ªcola.
Tenemos que presionar para que la importaci¨®n sea controlada. Si no lo conseguimos, no habr¨¢ beneficios, habr¨¢ mejor ambiente al estar nuestras f¨¢bricas paradas y se conseguir¨¢n algunos miles de parados m¨¢s.
Los empresarios han presentado una querella en Bruselas acusando de dumping a los importadores. Tambi¨¦n han bajado los precios lo que han podido. Nosotros los trabajadores hemos de hacer algo: empecemos denunciando la situaci¨®n en los medios de comunicaci¨®n y plante¨¦monos manifestaciones s¨ªndico-pac¨ªficas.-
Presidente del comit¨¦ de empresa de Cementos Asland, SA.
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