Los tres favoritos acuerdan una tregua
El holand¨¦s Tom Cordes (PDM) se impuso en Le¨®n a sus ocho compa?eros en una fuga de 130 kil¨®metros. Los tres favoritos al triunfo final acordaron una tregua despu¨¦s de varios d¨ªas de feroz batalla. El recorrido de ayer presentaba un puerto de primera, pero prim¨® la voluntad conservadora de reservarse para el futuro. Tampoco el Clas se dedic¨® a su habitual tarea de desgaste. Jes¨²s Montoya (Amaya) sigue l¨ªder, a la espera de las pr¨®ximas dificultades orogr¨¢ficas, y aguardando que sus compa?eros recuperen fuerzas. Carlos Hern¨¢ndez (Lotus) se afianz¨® en el liderato de la monta?a.
En los ¨²ltimos 400 metros se enfrentaron dos fuerzas similares. Gan¨® la m¨¢s experta. Tom Cordes, de 25 a?os, venci¨® en un mini sprint al jumillano Bernardo Gonz¨¢lez (Kelme), de 22. El holand¨¦s ha sido campe¨®n del mundo j¨²nior en solitario, y, en un cuarteto, campe¨®n mundial de los 100 kil¨®metros contrarreloj. El murciano ha sido varias veces campe¨®n de Espa?a en la misma disciplina. Se qued¨® a un tubular de su primera victoria en sus dos a?os de profesional. Tercero fue otro gran rodador, el colombiano ?lvaro Mej¨ªa (Postob¨®n), que hab¨ªa intentado sorprender a los m¨¢s potentes.Faltaban 10 kil¨®metros para la meta. Llevaban los nueve escapados una c¨®moda ventaja al pelot¨®n. ?ste, comandado por los equipos con sprinters, hab¨ªa intentado cazarlos, pero se dio cuenta de la imposibilidad y se resign¨®. El viento, flojo, soplaba de cara. Los adelantados pensaron estrategias, victoriosas. Los del Kelme y los del Postob¨®n, que llevaban m¨¢s de un corredor, se dedicaron a controlar. La tarea era desgastar a Cordes, el gran peligro. Este no daba ni un relevo. A su rueda, el noveno, vigilante, Gonz¨¢lez. Maniobras de distracci¨®n. Millar ataca. Cordes ni se inmuta. Cae el escoc¨¦s. Un corredor del Kelme se lanza, a su rueda, uno del Postob¨®n. Los siete restantes se miran y se vigilan. El Kelme y el Postob¨®n intentan hacer tarea de equipo, pero no rompen. Al final, les puede la impaciencia.
Mej¨ªa demarra a falta de un kil¨®metro. Es el detonante. La pelea de inteligencias se Convierte en lucha de fuerzas. Potente y calculador, Cordes concede unos metros. Faltan 500. Con facilidad se pone a rueda del colombiano; Gonz¨¢lez, siempre detr¨¢s de ¨¦l. Quien lanza el primero un sprint contra el viento siempre pierde. Cordes supera a Mej¨ªa. Gonz¨¢lez saca sus fuerzas demasiados tarde. No puede. Por s¨®lo un tubular, un pu?ado de cent¨ªmetros. Es el cuarto triunfo del PDM en esta Vuelta.
El pacto de no agresi¨®n no escrito le vino de maravilla a Javier M¨ªnguez. El director del Amaya se dedicaba en los ¨²ltimos d¨ªas a levantar la moral de sus desgastados gregarios. Todos llegaban varios minutos despu¨¦s del pelot¨®n. "Las grandes medias de los ¨²ltimos d¨ªas las manten¨ªan mis hombres. ?C¨®mo van a estar delante si se pegan unas palizas de muerte!", se pregunta M¨ªnguez. El causante de la desgracia, Juan Fern¨¢ndez, se sonr¨ªe. Todo marcha. Conociendo la voluntad de M¨ªnguez de mantener el liderato por equipos, el director del Clas mandaba todos los d¨ªas a uno de los suyos por delante para hacer trabajar al Amaya.
"Lo inteligente es aprovechar las circunstancias. Juan hace muy bien", acepta M¨ªnguez, "pero lo tiene m¨¢s f¨¢cil que nosotros: ¨¦l s¨®lo lucha contra el Amaya y nosotros luchamos contra ¨¦l y contra los dem¨¢s".
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