Irritaci¨®n de los "euroesc¨¦pticos brit¨¢nicos"
El texto del discurso de Isabel II en Estrasburgo fue recibido con enorme irritaci¨®n por el sector euroesc¨¦ptico del Parlamento brit¨¢nico. "Ha-sido un incomprensible euro-aleluya que, tristemente, sit¨²a a la reina en el centro de una controversia pol¨ªtica", dijo el diputado Teddy Taylor, secretario del grupo Reforma Conservadora Europea.Taylor, uno de los m¨¢s conspicuos enemigos de la Comunidad Europea (CE), culp¨® al Foreign Office, de donde proced¨ªa el discurso, y al primer ministro John Major, por la "desafortunada intervenci¨®n" de la reina.
La frase m¨¢s pol¨¦mica fue la que minimizaba las discrepancias entre los Parlamentos nacionales: "Las diferencias de estilo y de opini¨®n son insignificantes si se comparan con el decidido compromiso de los europeos de hoy con la reconciliaci¨®n y la democracia". Los euroesc¨¦pticos interpretaron que la reina consideraba irrelevante la soberan¨ªa de Westminster, base del sistema pol¨ªtico brit¨¢nico, y aprobaba la rendici¨®n de poderes ante Bruselas.
La posici¨®n de John Major frente a la CE qued¨® meridianamente clara a trav¨¦s de la intervenci¨®n de la reina. Major rechaza el federalismo, el proteccionismo comercial y el ensimismamiento comunitar¨ªo, pero, a diferencia de Margaret Thatcher, no utiliza sus ideas como armas arr'ojadizas contra la CE. Por el contrario, Major es un europe¨ªsta convencido, y ha expresado su intenci¨®n de aprovechar la presidencia semestral brit¨¢nica, a partir de julio, para atraer hacia su terreno al resto de los comunitarios.
El primer ministro lament¨®, ayer las "interpretaciones err¨®neas" del discurso real, cuyo contenido, l¨®gicamente, asumi¨® por completo. "Se equivoca quien crea que estoy dispuesto a socavar la soberan¨ªa de esta C¨¢mara", dijo en el Parlamento. "Pero hay zonas en las que, de acuerdo con el principio de subsidiariedad, se puede llegar a un acuerdo para alcanzar un nivel europeo de soberan¨ªa", a?adi¨®.
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