Victoria de Vanderaerden en un d¨ªa contra el viento

El belga Eric Vanderaerden logr¨® la victoria en la etapa m¨¢s lenta. Un fuerte viento de cara fren¨® la velocidad del pelot¨®n que lleg¨® a Salamanca con hora y media de retraso. El nerviosismo que produjo el temor a los abanicos en los kil¨®metros finales produjo varias ca¨ªdas. El colombiano Oliverio Rinc¨®n (Keime) y el danes Jesper Skibby (TVM) fueron hospitalizados con conmoci¨®n cerebral y heridas en piernas, brazos y hombros, aunque se recuperan de sus lesiones. Jes¨²s Montoya (Amaya) sigue l¨ªder la v¨ªspera de la dura etapa de hoy.

Eric Vanderarerden no es un sprinter. Su triunfo ayer fue una victoria de la inteligencia. En las calles de Salamanca el pelot¨®n entr¨® muy estirado. Antes de la recta final hay una larga cuesta que, unida a un ataque de Jos¨¦ Rodr¨ªguez (Seur), rompi¨® ligeramente la cabeza. El potente Jelle Nijdam, inteligente, aprovech¨® el momento de la captura de Rodr¨ªguez para saltar por el lado contrario. A su rueda, sin desgastarse, su compa?ero de equipo Vanderaerden. Cuando los sprinters natos quisieron comer el triunfo estaban perdidos. Nijdam, agotado, dej¨® pasar a su coequipier, quien, f¨¢cil, levant¨® los brazos. Es el tercer triunfo del Buckler en esta Vuelta. A Abduyap¨¢rov y a Van Poppel s¨®lo les queda la ¨²ltima etapa para desplegar sus excelencias.Los equipos modestos ten¨ªan ayer su ¨²ltima oportunidad de lucir sus jerseis ante las c¨¢maras. Tampoco la aprovecharon. La Vuelta m¨¢s dura de los ¨²ltimos a?os est¨¢ suponiendo la ruina para muchas escuadras. "Ha sido una ronda de mucha batalla entre los grandes y los corredores est¨¢n sin fuerzas. Aunque tengan terreno para atacar, no tienen posibilidades, reconoce Faustino Rup¨¦rez, director de uno de esos equipos emblem¨¢ticos de las escapadas en solitario y la lucha por las migajas.

Adem¨¢s, ayer se les uni¨® el viento de cara que hac¨ªa suicida cualquier aventura. Luchar en solitario contra el viento y un pelot¨®n agrupado es Imposible, agotador y est¨²pido.

Todos coinciden en que este a?o se ha corrido una Vuelta estilo Tour. En la mejor prueba por etapas la participaci¨®n est¨¢ vetada a los pobres. En Espa?a, estos equipos dependen de la Vuelta. Sus patrones les piden que aparezcan por la telo, que se hable de ellos en la radio. Si contin¨²a la tendencia imitadora, muchos desaparecer¨ªan.

Uno de ellos, el Artiach fich¨® a Eduardo Chozas. El veterano ciclista madrile?o, de 31 a?os, era una garant¨ªa de combatividad, de ataques e, incluso, de triunfos de etapa en el Giro y en el Tour. Este a?o ha fallado. No s¨®lo no ha ganado un d¨ªa, tampoco se le ha visto en ning¨²n salto.

"Me agarr¨¦ un catarro antes de la Vuelta al Pa¨ªs Vasco, no pude entrenarme bien y no he entrado en forma. No tengo fuerzas ni para intentarlo" confiesa Chozas, premio de la combatividad en el Giro de 1990. Al modesto, que este a?o corre su l3? Vuelta, no le preocupa tanto el aspecto econ¨®mico del fracaso -su ficha para a?os venideros depende de sus resultados como el moral: "Cuando no tienes m¨¢s aspiraciones que terminar la etapa, sue?as todas las noches con no tener que coger la bicicleta el d¨ªa siguiente".