Caen en Montevideo la etarra Rosario Delgado y toda una red de apoyo a la organizaci¨®n

Operaci¨®n Dulce. Suma y sigue. El en¨¦simo mazazo a ETA en lo que va de a?o se produjo el viernes en un restaurante vasco de Montevideo, donde se ocultaban algunos de los m¨¢s sanguinarios activistas de ETA. Entre ellos figuran Rosario Delgado Iriondo y, presuntamente, Juan Jes¨²s Narv¨¢ez Go?i, detenci¨®n no confirmada al cierre de esta edici¨®n. Las polic¨ªas uruguaya y espa?ola segu¨ªan la pista de esta ¨¢rea de reposo de ETA en Uruguay -Integrada por varios restaurantes-, donde los activistas quemados acud¨ªan en espera de tiempos mejores para volver a la actividad terrorista. En la Operaci¨®n Dulce ha ca¨ªdo una treintena de personas, en su mayor¨ªa uruguayos, y se estima en algo menos de 10 los etarras capturados.

Desde hace cerca de dos a?os, la comisar¨ªa general de Informaci¨®n, cuyo titular es Jes¨²s Mart¨ªnez Torres, investigaba a trav¨¦s del Servicio Central de Informaci¨®n, entonces dirigido por el comisario Juan Bautista Felices, un n¨²cleo de conexiones entre uruguayos relacionados con los tupamaros y activistas de ETA. Hace a?o y medio, el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, firm¨® un acuerdo con las autoridades uruguayas para intercambiar informaci¨®n y facilitar la presencia de polic¨ªas espa?oles en dicho pa¨ªs.Las pesquisas sobre esta trama se facilitaron enormemente con dicho acuerdo. Los investigadores espa?oles determinaron que la organizaci¨®n terrorista hab¨ªa facilitado dinero a la media docena de etarras all¨ª afincados para crear una infraestructura econ¨®mica que les permitiera subsistir c¨®modamente y pasar desapercibidos. Entre los restaurantes surgidos con el dinero fruto de la extorsi¨®n etarra figura el Boga-Boga. La labor de los uruguayos consistir¨ªa en lavar la cara de los terroristas espa?oles, facilit¨¢ndoles cobijo y documentaci¨®n falsa.

Recientemente se tuvo conocimiento de que hab¨ªan aterrizado en este ¨¢rea de reposo de ETA activistas distintos de los habituales. La sorpresa surgi¨® cuando se comprob¨® que las caras de los reci¨¦n llegados se correspond¨ªan con algunas de las que figuran en los carteles de los etarras m¨¢s buscados, ex integrantes del comando itinerante, que dirig¨ªa Jos¨¦ Luis Urrusolo.

Este grupo, que durante meses fue la desesperaci¨®n del Ministerio del Interior, qued¨® seriamente tocado cuando el pasado mes de marzo la polic¨ªa detuvo en Tarragona a uno de sus integrantes, Fernando D¨ªez Torres, y revent¨® su infraestructura en Catalu?a y Valencia. Rosario Delgado Iriondo y Juan Jes¨²s Narv¨¢ez Go?i salieron entonces a escape de su piso en Valencia.

Esta pareja es considerada responsable del asesinato del catedr¨¢tico de Derecho y consejero de Estado Manuel Broseta.

Interior perdi¨® su rastro, hasta que hace un par de semanas fue avistada una pareja sospechosa en Uruguay.

Entre ambos golpes policiales, se han sucedido las ca¨ªdas de decenas de miembros de ETA, incluida su c¨²pula, en Bidart. La pareja, temerosa de que toda la infraestructura de ETA en Francia y en el Pa¨ªs Vasco hubieran quedado al descubierto merced al fil¨®n que supone el incautado ordenador del detenido dirigente Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, Txelis, m¨¢s los datos desvelados por el seguimiento de dicho terrorista durante semanas, acord¨® cambiar de aires. Y a fin de no desvincularse de la organizaci¨®n, decidi¨® utilizar la base creada por ETA en Uruguay.

Aunque algunas fuentes de Interior recuerdan que ya se insinu¨® una posible desbandada de los activistas -Sabino Euba Cenarruzabeitia, Pelopintxo, fue detenido en Par¨ªs, camino de M¨¦xico-, mandos de la lucha antiterrorista afirman que no es la primera vez que los etarras recalan en Uruguay y luego regresan a la metralla cuando la organizaci¨®n lo ordena. En este sentido, precisan que si Rosario Delgado hubiera deseado desligarse de la banda, no habr¨ªa acudido a esta embajada de ETA.

El jefe de inteligencia policial de Uruguay, Andr¨¦s Claver¨ªa, suscribe esta tesis al afirmar que "los espa?oles ten¨ªan salidas regulares para pa¨ªses europeos, incluidos Espa?a y Francia, y regresaban a Uruguay, que se sabe como base para preparar operaciones", informa Zelmar Lysardi. Claver¨ªa ironiz¨® sobre el hecho de que los detenidos pidieran trato de preso de guerra: "El primer requisito para otorgar los derechos de los acuerdos de Ginebra es que est¨¦n uniformados y aqu¨ª no hab¨ªa uniformes".

Las primeras detenciones de los activistas se produjeron en el restaurante vasco de Montevideo La Trainera, ubicado en la zona residencial de Los Pocitos. Posteriormente, se producir¨ªan m¨¢s detenciones en otros puntos.

Claver¨ªa dijo que "se trabaja intensamente en la identificaci¨®n de los detenidos". El ministro del Interior, Andr¨¦s Ram¨ªrez, asegur¨® que "se trata de una operaci¨®n muy importante que culmina todo un a?o de trabajo paciente y minucioso". El propietario de La Trainera es investigado por su presunto apoyo a los activistas con la aportaci¨®n de documentaci¨®n falsa y empleos.

La juez Milka N¨²?ez comenz¨® ayer los, interrogatorios. El secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, viajar¨¢ el pr¨®ximo martes a Uruguay para seguir el caso.