La justicia de Uruguay encarcela a 13 etarras por usar documentos falsos
La juez Milka N¨²?ez, titular del Juzgado n¨²mero 9 de Montevideo (Uruguay), decret¨® ayer el ingreso en prisi¨®n de los 13 presuntos activistas espa?oles de ETA detenidos en esta capital el pasado viernes por poseer documentaci¨®n falsa. Aunque todos han reconocido ser de ETA, la juez s¨®lo les ha procesado por el mencionado delito, con una pena de seis meses, y no por el de asociaci¨®n de malhechores, tan empleado por Francia para endurecer las penas de los terroristas apresados en su territorio. Esta actitud de la juez uruguaya deja la puerta abierta para agilizar la extradici¨®n.
La juez orden¨® la puesta en libertad del resto de los detenidos en la redada del viernes, todos ellos uruguayos.El director de Informaci¨®n e Inteligencia de Uruguay, Sa¨²l Claver¨ªa, admiti¨® ayer que esta operaci¨®n -en la que tambi¨¦n han sido procesados y encarcelados dos uruguayos por colaborar en la citada falsificaci¨®n de documentos- no est¨¢ cerrada. Prosiguen las pesquisas y se prev¨¦n m¨¢s detenciones. Responsables de la investigaci¨®n fueron a¨²n m¨¢s expl¨ªcitos en privado: "Sabemos que hay m¨¢s etarras en Uruguay". Estas fuentes declinaron precisar si entre los etarras a¨²n buscados figura Juan Jes¨²s Narv¨¢ez Go?i, Pajas, compa?ero de armas de Rosario Delgado, la principal detenida en la operaci¨®n. Responsables de la lucha antiterrorista espa?ola confirmaban el pasado domingo que ambos hab¨ªan sido vistos en este pa¨ªs d¨ªas atr¨¢s.
La polic¨ªa uruguaya facilit¨® ayer una lista de detenidos en la que no aparecen Francisco Javier Leguina Astorquiza y Juan Sarasola Arb¨ªn, como en un principio se difundi¨®. En cambio, consta el nombre de Mar¨ªa Lourdes Zorruzua Elberdin.
Las autoridades uruguayas de Interior han comunicado al departamento que dirige Jos¨¦ Luis Corcuera su temor a que la Embajada de dicho pa¨ªs en Madrid pueda sufrir represalias y han pedido protecci¨®n.
Guerrilleros tupamaros
Entre los flecos de esta investigaci¨®n, cuya paternidad reclama para s¨ª Uruguay, se hallan las conexiones entre los etarras y los guerrilleros locales tupamaros, quienes han pedido asilo pol¨ªtico para los vascos.
La investigaci¨®n parti¨® de la observaci¨®n, hace a?o y medio, de dos personas que compraban el 50% del afamado restaurante vasco La Trainera, en Montevideo. La pareja pretend¨ªa ser uruguaya, pero algo encajaba mal: su fuerte acento vasco cuando no el uso frecuente del euskera y el hecho de que todo el barrio conociera al hijo de ambos por el escasamente uruguayo nombre de Kepa. Se trataba de los activistas Miguel Ib¨¢?ez Oteiza y Amaya Arakistain Unamuno.
Un elemento casual propici¨® un gran avance. Fue cuando la polic¨ªa uruguaya vio unas im¨¢genes de TVE con la imagen de un presunto etarra, apodado El Renco. Claver¨ªa hizo apretar entonces el cerco. Se averigu¨® que el cocinero de otro restaurante vasco de Montevideo, el Boga Boga, era el activista Ram¨®n ?ngel Hern¨¢ndez Gabiola. Se ampli¨® la investigaci¨®n a los trabajadores y clientes vascos y se hizo un seguimiento durante meses.
Los responsables de la investigaci¨®n de ambos pa¨ªses decidieron tirar del hilo. De los cerca de 30 detenidos, s¨®lo 15 permanecen hoy en prisi¨®n. Entre ellos figuran reservistas y activistas muy fogueados. Los servicios de inteligencia de Uruguay y Espa?a coinciden en que este santuario no supon¨ªa un apartamiento definitivo de la lucha armada, sino s¨®lo un lugar para escapar del acoso policial. De hecho, mandos antiterroristas espa?oles no dudan en que hoy el problema de los etarras es que ignoran qu¨¦ informaci¨®n tiene Interior tras el golpe de Bidart.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.