45 a?os junto al ruedo

Su sue?o era hacerse locutora de radio. "Es que me gusta mucho hablar", explica Luisa Carrajal con ojos luminosos. La vida le ha llevado por otro camino: desde hace 45 a?os Luisa vende claveles en la plaza de toros de Las Ventas. "Empec¨¦ a vender flores en la calle de Alcal¨¢, cuando ten¨ªa 10 a?os", recuerda. "A los 16 ya me pas¨¦ a Las Ventas". All¨ª, durante la feria, se la ve todos los d¨ªas. Luisa es una mujer delgadita con la sonrisa muy viva y el gesto decidido. "Conozco a todos en la plaza. Le he vendido flores a toda la familia D¨ªaz; primero, a los abuelos, y ahora, a los nietos", cuenta Luisa mientras arregla los claveles en su cesta. Dice que a quien m¨¢s cari?o tiene es a Cuqui Fierro. "Es muy, muy atenta", se entusiasma Luisa; "pero ahora la pobre est¨¢ malita, ha cogido un virus". Cuando, hace siete a?os, Luisa sufri¨® un infarto, Cuqui Fierro le mand¨® una carta, dinero y medicamentos. El infarto es la raz¨®n por la cual Luisa dej¨® de ver corridas. Procura no emocionarse demasiado. "Antes iba a todas. Los toros me encantan. Los clientes me llevaban al tendido y me hac¨ªan sitio entre ellos".En vez de asistir a la lidia, ahora se va al auditorio de m¨²sica despu¨¦s de trabajar. Le gusta mucho Mozart. Pero el d¨ªa de San Isidro dej¨® la ¨®pera y prefiri¨® la misa vespertina. "No hab¨ªa ido por la ma?ana, y el d¨ªa de nuestro santo, como buena madrile?a, hay que ir a misa". Luisa Carrajal est¨¢ muy orgullosa de su ciudad: "Mi familia es de Madrid de toda la vida, y yo nac¨ª en el Madrid aut¨¦ntico, en la calle de Mes¨®n de Paredes". Eso fue hace ya 61 a?os. "Pero me siento", dice, "como si tuviera 16".