Una bomba de 1.000 kilos mata al juez anti-Mafia Giovanni Falcone

Viene de la primera p¨¢ginaEl asesinato de Falcone, al producirse en un momento de grave crisis de la pol¨ªtica italiana, ha hecho recordar a muchos ciudadanos los episodios de violencia, nunca suficientemente aclarados, que se registraron en el pa¨ªs durante los a?os setenta, cuando la Democracia Cristiana (DC), eje y centro de los Gobiernos de posguerra, se divid¨ªa en torno a las perspectivas de abrir sus alianzas con el Partido Comunista, hoy disuelto y reconvertido en el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS).

Nando dalla Chiesa, diputado del movimiento La Rete e hijo del general tambi¨¦n asesinado por la Mafia cuando era gobernador de Palermo, el 3 de septiembre de 1982, declaraba ayer: "Me parece dif¨ªcil no pensar en el contexto de la dificultad surgida para la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica. Tengo la sensaci¨®n de que, tras el atentado, haya una estrategia opaca. Por ello, me parece todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil interpretarlo".

Lo primero que sorprende es que, a plena luz del d¨ªa y en una zona que, pese a todas las dificultades, hasta ahora no hab¨ªa admitido comparaciones con, por ejemplo, el L¨ªbano, el comando asesino lograra colocar, sin que nadie los detectara, unos mil kilogramos de trinitrotolueno ocultos tras las barreras a ambos lados de un paso elevado de una autov¨ªa muy transitada y te¨®ricamente vigilada, ya que sirve de acceso al aeropuerto.Libre de trabajo

El juez Falcone recorr¨ªa esa ruta, como muchos otros fines de semana en que, libre de trabajo, se trasladaba desde Roma a su ciudad natal para pasar unas horas de descanso. Estaba de buen humor, seg¨²n una secretaria de su Ministerio, a la que, por la mafiana, hab¨ªa llamado desde Roma antes de iniciar el viaje. Conduc¨ªa ¨¦l mismo su veh¨ªculo blindado, su mujer iba sentada en el otro asiento delantero y detr¨¢s, el ch¨®fer. M¨¢s guardaespaldas le segu¨ªan de cerca en otro autom¨®vil.

La explosi¨®n fue presumiblemente accionada con un mando de control remoto e inaugura un tipo de atentado in¨¦dito para la Mafia, que s¨ª hab¨ªa utilizado, en cambio, el procedimiento de coches bombas aparcados en carretera para atacar a otros magistrados.

Sus efectos fueron tan devastadores que apenas ha habido testigos que hayan podido contarlos con precisi¨®n, porque la carretera qued¨® parcialmente destruida y el acceso al lugar del siniestro se vio cortado. Al menos una decena de veh¨ªculos resultaron envueltos en la fort¨ªsima explosi¨®n, que produjo al menos 18 heridos, entre los que hab¨ªa un ni?o y una pareja de turistas australianos.

Glovanni Falcone, al parecer, todav¨ªa respiraba cuando fue sacado de su coche, pero, cuando lleg¨® al hospital de Palermo al que fue conducido, era casi cad¨¢ver. Muri¨® minutos m¨¢s tarde.Sobre su esposa circularon noticias contradictorias. En un primer momento se dijo que su estado era muy grave. M¨¢s tarde, que s¨®lo ten¨ªa heridas en las rodillas. La noticia final la dio lajefatura de polic¨ªa de Palermo, en torno a las once de la noche: Francesca Morvillo hab¨ªa fallecido minutos antes, mientras en un hospital trataban de atajar los graves destrozos que la explosi¨®n le hab¨ªa causado en las cuatro extremidades.

El atentado fue reivindicado, en una llamada telef¨®nica a la agencia Ansa, por la Falange Armada, una organizaci¨®n fantasmag¨®rica que ¨²ltimamente se atribuye cuanto de violento ocurre en Italia, inclu¨ªdos los ataques con bombas reivindicados por la organizaci¨®n terrorista ETA el pasado verano.

Las noticias del atentado sorprendieron a una clase pol¨ªtica que continuaba con las consultas para la elecci¨®n del presidente dela Rep¨²blica, tras el fracaso de la votaci¨®n n¨²mero 16 realizada durante la ma?ana de ayer. El ministro del Interior, el democristiano Vincenzo Scotti, y el de Justicia, el socialista Caludio Martelli, viajaron ayer mismo a Palermo.

El presidente del Gobierno en funciones, Glullo Andreotti, manifest¨®: "Cuando en el centro de una tragedia como ¨¦sta se encuentra un hombre como Giovanni Falcone, uno experimenta un sentimiento particular de rabia y de condena. Era un verdadero servidor de la Justica, valeros, independiente y leal. Su lucha contra la Mafia debe proseguir con un vigor redoblado".

'Tuerza ocu1ta"

'Tas instituciones en crisis se convierten en el mejor acicate para las agresiones criminales. Es preciso reaccionar antes de que la desconfianza termine poratropellarlo todo", se?al¨®, por su parte, el secretario del Partido Socialista Italiano (PSI), Bettino Craxi, mediante un comunicado emitido mientras estaba reunido con el secretario de los socialdem¨®cratas, Carlo Vizzini.

El l¨ªder del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda, Achille Occhetto, suger¨ªa, entretanto, a los periodistas que tal vez una 'Tuerza oculta" pudiera haber orquestado el atentado para, al crear un caos, acelerar la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica.

La informaci¨®n lleg¨® tambi¨¦n hasta el s¨¦quito que acompa?aba a Juan Pablo II en Caserta, otra zona azotada por la delincuencia, pr¨®xima a N¨¢poles, que visitaba el Pont¨ªfice. El cardenal arzobispo de N¨¢poles, Michele Giordano, manifest¨®: "A todos nos conmueve y angustia este episodio, en un momento tan delicado de la vida de la naci¨®n. Vemos que la Mafia golpea en el coraz¨®n del Estado".