La primera piedra
El 17 de junio del a?o pasado fue un d¨ªa caluroso. A las siete de la tarde, en un descampado al sureste de la ciudad, 3.000 personas de Vic¨¢lvaro, Vallecas y Moratalaz aplaud¨ªan a un hombre tocado con pajarita. Era Carlos Sotos Pulido, responsable m¨¢ximo de la cooperativa de viviendas de UGT. Acababa de verter arena con una pala de plata sobre la primera piedra de la Esfera Armilar. Sotos dijo que a partir de ese momento all¨ª nac¨ªa un barrio, y que el futuro de Madrid radicar¨ªa en Valdebernardo. Llegar¨ªa un d¨ªa en que aquello dejar¨ªa de ser lo peor de la ciudad.En efecto, all¨ª se ha programado la construcci¨®n de 5.400 viviendas sociales, un parque, un teatro, varios edificios inteligentes y una gran esfera armilar de 92 metros de altura. Por eso, el 17 de junio de 1991 acudieron al descampado el secretario general de UGT, Nicol¨¢s Redondo; el delegado del Gobierno, el ex consejero de Pol¨ªtica Territorial Eduardo Mangada, y 3.000 vecinos de la zona euf¨®ricos ante tan gratas promesas. El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Francisco Herrera, asegura que le dijo a Sotos: "Cuando decidas poner la segunda piedra, av¨ªsame, porque ser¨¢ un d¨ªa hist¨®rico".
Relaciones y conflictos
El camino hacia la Esfera estuvo marcado desde el principio por un c¨²mulo de intereses. De entrada, PSV se ha quejado de que el Ayuntamiento del PP pague con ellos -retrasando las concesiones de licencias de obras y adjudicaciones de suelo- los efectos de los conflictos laborales de Madrid (Metro, EMT, limpieza).
M¨¢s intereses: a casi todas las compa?¨ªas que participan en la Esfera les conviene mantener buenas relaciones con la cooperativa de UGT, porque son muchos los ladrillos, ascensores y bombillas que se van a colocar en las 38.800 casas que pretende construir la cooperativa de UGT en toda Espa?a.
Adem¨¢s, todo un sindicato respalda a PSV. "Es curioso que este art¨ªculo salga justo unos d¨ªas antes de la huelga general", dice Sotos.
Incluso CC OO tiene inter¨¦s en que todo le salga bien a PSV, ya que participan en programas de viviendas comunes como el de Valdebernardo y Tres Cantos.
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