Aranguren dice que la pol¨ªtica vaticana facilita sectas religiosas como el Opus
La pol¨ªtica vaticana bajo el pontificado de Juan Pablo II acent¨²a la privacidad de la pr¨¢ctica religiosa y contribuye a engrosar las filas de sectas religiosas como el Opus Dei. As¨ª lo ha entendido el profesor Jos¨¦ Luis L. Aranguren, quien ha pronunciado recientemente una conferencia sobre La religi¨®n hoy.
"Los fieles incapaces de convivir cuestionando los dogmas buscan refugio y amparo en la seguridad que proporcionan las sectas, porque, afirma tambi¨¦n, "es mejor instalarse en la duda del dogma que en la certeza del ate¨ªsmo". Tambi¨¦n sostiene que la ¨¦poca del agnosticismo ha quedado superada. "La religi¨®n est¨¢ hoy sumamente disponible", asegura. El profesor Aranguren, que se define como un "cristiano heterodoxo" y utiliza el t¨¦rmino secta en sentido neutro, comparte la opini¨®n de que la l¨ªnea pol¨ªtica del actual pont¨ªfice y de su jerarqu¨ªa cat¨®lica orienta a un importante n¨²mero de fieles a desarrollar una pr¨¢ctica privada de su fe. "Hay un individualismo de los creyentes que distinguen entre fe y religi¨®n y rechazan la palabra religi¨®n precisamente por ese car¨¢cter que tiene m¨¢s bien de colectivo y amparado en la colectividad y retienen solamente la fe", declar¨® el profesor a este diario tras pronunciar el pasado viernes por la noche una conferencia titulada La religi¨®n hoy, organizada por el Instituto de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense de Madrid. Este colectivo, seg¨²n Aranguren, sigue la l¨ªnea de los te¨®logos alemanes o suizos.
No obstante, Aranguren indica "que hay un peligro en nuestra ¨¦poca de individualismo religloso. Que cada cual", a?ade, II se componga con sus creencias y ¨¦stas no tengan nada que ver con las de los dem¨¢s. Yo no soy partidario del individualismo en general". Seg¨²n su opini¨®n, es necesario "engranar individualidad y colectividad a trav¨¦s del intradi¨¢logo. Es decir que yo, en cierto modo, soy los otros tambi¨¦n, porque yo me hecho en la relaci¨®n con los otros. Yo no ser¨ªa yo sin lo s otros. Esos otros permanecen incorporados en m¨ª y el di¨¢logo, por tanto, est¨¢ siempre dentro de m¨ª. Y quiero decir con eso que un individualismo puro no puede haber, salvo que una persona se quede completamente cerrada sobre s¨ª misma. Esa persona no existe".
Ate¨ªsmo y dogma
Aranguren sostiene adem¨¢s que les mejor instalarse en la duda de los dogmas que en la certeza del ate¨ªsmo". El ate¨ªsmo es una seguridad total "que, yo dir¨ªa, el dogma no suministra, porque con el dogma creemos absolutamente en lo que se nos dice, pero yo no puedo practicarlo, verlo, vivirlo en m¨ª mismo de una manera racional". "En cambio", a?ade, "el ateo no. El ateo est¨¢ seguro, est¨¢ absolutamente seguro por s¨ª mismo de que no hay nada. Por eso me parece mejor instalarse en la duda del dogma".La pol¨ªtica vaticana contribuVe asimismo a orientar hacia las sectas a los creyentes incapaces de convivir con la duda sobre los dogmas de la Iglesia. Para evitar esta circunstancia, la Iglesia tendr¨ªa que cambiar mucho. Deber¨ªa ser menos eclesi¨¢stica y, m¨¢s eclesial, m¨¢s abierta como comunidad y no simplemente como esta especie de ministerio que es el Vaticano".
Aranguren no observa indicios de un posible cambio, m¨¢s bien al contrario. "Me temo que el sucesor del actual Pont¨ªfice va a ser parecido a Juan Pablo II, porque est¨¢n nombrando a una porci¨®n de cardenales muy adictos a su l¨ªnea. Si esto fuera as¨ª", vaticina, "la Iglesia dejar¨ªa de ser cat¨®lica, ser¨ªa absolutamente sectaria. La misma preponderancia del Opus Dei me parece grav¨ªsima".
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