La penitencia del PP

A la fiesta de la bicicleta le robaron este a?o cuatro kil¨®metros, y ello no pas¨® inadvertido a los fijos. A la altura del faro de Moncloa -"mira, pap¨¢, el pirul¨ª", dijo un ni?o hecho un l¨ªo-, la caravana rode¨® los campos de deporte de la Complutense y gir¨® hacia Rosales. "Este a?o no vamos a la Ciudad Universitaria". "Malo, malo. Empiezan a birlarnos metros", conversaban dos. En la meta se extend¨ªa el rumor de que el pr¨®ximo a?o se cambiar¨¢ el recorrido. El concejal de Deportes, Jos¨¦ Gabriel Astudillo, del PP, lo comentaba en la tribuna del pistoletazo. "Es piara mejorar la seguridad y evitar problemas con el tr¨¢fico".Las 200.000 bicicletas campando a sus anchas por la Castellana y los coches relegados a los laterales forman una estampa que est¨¢ absolutamente condenada en el programa electoral del Partido Popular. Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano asegur¨® al llegar a la alcald¨ªa que los cortes de calles se iban a reducir a lo imprescindible. Por eso intent¨® trasladar una carrera nocturna a la ma?ana -era verano y los atletas dijeron que bajo el sol del mediod¨ªa ellos no corr¨ªan- y hasta pens¨® en dejar circular a los coches en medio de la verbena de San Lorenzo, San Cayetano y la Paloma. Sin embargo, pasados unos meses de aquellas palabras, la calle de San Francisco de Sales se corta cada domingo para transformarse en un ¨¢rea recreativa que gestiona una empresa privada.
En la conciencia del PP gobernante resuenan m¨¢s las bocinas de los veh¨ªculos que los alegres timbres de las bicicletas, que, corno ya dijo en un pleno el concejal de Circulaci¨®n, "no son un medio de transporte". Y adem¨¢s, el Gobierno municipal va recolectando coartadas, como aceptar el traslado de esta fiesta del oto?o lluvioso a la primavera radiante. As¨ª, si antes era s¨®lo un pu?ado de despistados los que quedaban atrapados por las calles s¨®lo-bici, ahora caen en la red unos miles de madrile?os que est¨¢n deseando dominguear.
Tampoco es culpa de los ciclistas que las calles no queden expeditas de forma instant¨¢nea al paso del cami¨®n escoba. Ayer, tras el paso del ¨²ltimo corredor, los agentes de la Polic¨ªa Municipal se quedaban colgados del transmisor a la espera de una orden que en algunos puntos tard¨® bastante en llegar. Eso s¨ª, dicho sea a su favor, los municipales se pusieron siempre de parte de los ciclistas y no perdieron los nervios ni cuando el pelot¨®n de coches que ten¨ªan a sus espaldas romp¨ªa el silencio a bocinazos.
El PP est¨¢ ya pensando en cambiar algo en la fiesta de la bicicleta, cuando bien podr¨ªa ser ¨¦sta su penitencia por su enemistad con este veh¨ªculo (incluso Madrid ha perdido el final de la Vuelta a Espa?a de 1993). Es m¨¢s, el ¨¢rea de Circulaci¨®n deber¨ªa estudiar los atascos que ocurren en esta marat¨®n, que son tan serios como los otros. Por ejemplo, los que se produjeron en Alberto Aguilera o en la calle Mayor. Porque cuando cientos de bicis paran y a uno se le olvida poner el pie en el suelo, el efecto domin¨® es dram¨¢tico. Ayer, "uno se rompi¨® los pi?os y otro tuvo una fractura de clav¨ªcula", resumi¨® un miembro de Protecci¨®n Civil. Un ciclista tuvo que acudir a urgencias de La Paz.
Circuito permanente
Pero no todo son malas noticias para los deportistas de las dos ruedas. En la primera semana de junio el Ayuntamiento inaugurar¨¢ el circuito permanente para bicicletas de la Casa de Campo, que aprovecha algunas de las carreteras cerradas al tr¨¢fico desde hace tiempo. El circuito llevar¨¢ el nombre de Otero, en homenaje al patriarca de una de las familias m¨¢s vinculadas al ciclismo madrile?o.
El circuito del d¨ªa de la bicicleta tiene en su comienzo, desde Pr¨ªncipe de Vergara hasta la plaza de Castilla, una ligera subida. Es el primer sacrificio porque coge a los corredores en fr¨ªo, pero es ampliamente recompensado por la pendiente hacia abajo del paseo de la Castellana. Un tramo que permite llevarse a la boca los trofeos recogidos en los avituallamientos: batidos y cacao para los primeros, y agua y s¨®lo agua para el resto.
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