Caracoles

Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, en un art¨ªculo publicado en EL PA?S del 8 de mayo bajo el t¨ªtulo Formulario (¨²ltima p¨¢gina), dice que no hab¨ªa conseguido entender todav¨ªa por qu¨¦ para entrar en los Estados Unidos de Am¨¦rica se le requer¨ªa que declarara que no llevaba consigo caracoles. Hace algunos a?os, 20 o 25 a?os, m¨¢s o menos, un ciudadano americano regres¨® a Estados Unidos despu¨¦s de un viaje por tierras africanas, llevando consigo un par de caracoles de un tama?o extraordinario, muy superior a los caracoles nacionales. Este par de caracoles africanos proliferaron inmediatamente produciendo una descendencia de caracoles gigantes que se esparcieron a sus anchas por campos, cultivos, prados y jardines americanos, causando graves destrozos en las cosechas y en todos los espacios verdes a los que acud¨ªan para alimentarse. Fue una verdadera plaga que ocasion¨® un gasto de miles de d¨®lares por parte del Gobierno americano, as¨ª como mucho tiempo para erradicar y llegar a eliminar totalmente estos caracoles gigantes. Debido a este incidente las autoridades de Estados Unidos est¨¢n ahora al tanto de que este hecho no se repita. En cuanto a los formularios que deben llenarse antes de entrar en, los Estados Unidos de Am¨¦rica son una simple consecuencia del estado de temor en que siempre se encuentran los ciudadanos de aquel pa¨ªs ante todo lo desconocido. Recuerdo el formulario que rellen¨¦ en mi primer viaje a Nueva York, hace ya cerca de 50 a?os, en el que lo que se me ped¨ªa, entre otras preguntas pintorescas, era que declarara bajo juramento que no pretend¨ªa entrar en Estados Unidos con la intenci¨®n de matar a su presidente. Veo que este detalle ya ha sido suprimido en los actuales impresos de admisi¨®n. ?Algo es algo!-