"Mientras haya ni?os y caballos, la dinast¨ªa estar¨¢ garantizada"
Es padre y abuelo de rejoneadores. ?l, don ?lvaro, y de apellido Domecq, por supuesto, fue quien inici¨® en 1933 una dinast¨ªa que ya va por la tercera generaci¨®n. Hoy estar¨¢ en la plaza para ver c¨®mo sus nietos Luis y Antonio confirman la alternativa ante su hijo ?lvaro.Pregunta. ?Que hubiera dado por completar el cartel junto a su hijo y sus nietos?
Respuesta. Nada en realidad porque mi presencia no est¨¢ ya ni para ser simb¨®lica en el ruedo. Hace siete a?os que viv¨ª ese momento emocionant¨ªsimo, de salir en Jerez con mi hijo Alvaro y mi nieto Luis. Aquello pas¨® y ahora me toca verlos desde el callej¨®n.
P. Pero usted sigue montando.
R. S¨ª, en el campo, y con mucho cuidado, que uno ya no est¨¢ ni para derribos.
P. ?Qui¨¦n de la familia ha sido su alumno aventajado?
R. Mi hijo algo aprendi¨® de m¨ª, y mis nietos, de su t¨ªo. Yo no les he tenido que ense?ar nada, fue crecer en un ambiente de caballos y toros lo que les hizo rejoneadores.
P. Pues si es por eso, el siglo de familia rejoneadora est¨¢ garantizado.
R. Desde luego, porque mientras en la familia haya caballos y ni?os seguir¨¢ adelante la dinast¨ªa de rejoneadores.
El espejo de Portugal
P. ?Y a usted, qui¨¦n le ense?¨®?R. Los portugueses. Son la cuna del rejoneo. Para ellos el toreo a caballo es la aut¨¦ntica fiesta del toro. Yo viv¨ªa, y sigo viviendo, cerca de Portugal y esta proximidad me permiti¨® entrar en su mundo. Lo que aprend¨ª de ellos fundamentalmente fue la t¨¦cnica.
P. El apellido Domecq tambi¨¦n es sin¨®nimo de toros bravos.
R. S¨ª, porque aqu¨ª todos somos rejoneadores o ganaderos.
P. ?Y tan satisfecho de uno como de lo otro?
R. Ni mucho menos. Porque los veterinarios est¨¢n rechazando corridas como si los ganaderos no supi¨¦ramos lo que es un toro. La situaci¨®n es peligrosa porque hay personas que al encontrarse con una autoridad excesiva la quieren ejercer a toda costa.
P. ?Se refiere a la cantidad de toros que se rechazan en Madrid?
R. Lo de Madrid no es nada comparado con lo que sucede en provincias. Hay plazas en las que, de repente, una persona se encuentra con que ese d¨ªa es alguien, que puede mandar, y no desaprovecha la ocasi¨®n bajo cualquier excusa. Por eso, porque no quiero admitir situaciones como las que estamos viviendo, he retirado una corrida de Jerez.
P. Y con el nuevo reglamento, ?est¨¢ contento?
R. Ha limitado el n¨²mero de banderillas en rejones y eso no es bueno. Yo me pregunto la raz¨®n por la que se ha de privar al p¨²blico de m¨¢s espect¨¢culo si ¨¦ste lo pide. Porque, nadie lo olvide, el rejoneo es arte y espect¨¢culo.
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