Diez a?os como aliados
Espa?a entr¨® hace una d¨¦cada, con prisas y en medio de una crisis, en la Alianza Atl¨¢ntica
Deprisa, deprisa. As¨ª entr¨® Espa?a en la OTAN, hoy hace 10 a?os. Tres limpiadoras y unos cubos acompa?aron la poco protocolaria entrega del documento de adhesi¨®n en Washington, en una soleada ma?ana de domingo. El Gobierno de UCD respir¨® mientras la oposici¨®n socialista montaba en c¨®lera, luego reconvertida en furor de converso: del "OTAN; de entrada, no", al "OTAN, s¨ª". Diez a?os y un refer¨¦ndum despu¨¦s, la divisi¨®n social parece superada. Tampoco la Alianza es lo que era: su enemigo de entonces, el Pacto de Varsovia, ya no existe.
"Esta ma?ana, 30 de mayo de 1982, el Gobierno espa?ol deposit¨® el instrumento de adhesi¨®n espa?ol [a la OTAN] ante el Gobierno de los Estados Unidos de Am¨¦rica. A partir de hoy, Espa?a es miembro pleno de la Alianza", dec¨ªa el escueto parte oficial. La guerra hab¨ªa terminado, pero se abr¨ªa otra batalla, zanjada con el refer¨¦ndum de marzo de 1986: 52,5% de s¨ªes y 39,8% de noes. El diplom¨¢tico Alonso ?lvarez de Toledo sonr¨ªe al recordar aquellos d¨ªas de infarto a finales de mayo de 1982, cuando era encargado de negocios en la Embajada en Washington. El d¨ªa 27, el Parlamento griego da el visto bueno a la incorporaci¨®n espa?ola. Todo parece estar listo. "El d¨ªa 28 me anunciaron de Exteriores que esa tarde llegar¨ªa la valija con el documento de adhesi¨®n", recuerda ?lvarez de Toledo.
Pero mientras la valija vuela a EE UU, el PSOE presenta una proposici¨®n para que el Gobierno suspenda la adhesi¨®n. "Era como una final de baloncesto", recuerda el entonces presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo. El no tiene garant¨ªas de apoyo parlamentario -la UCD se descompone- para salir airoso en la votaci¨®n. Hay que correr.
Las cosas tambi¨¦n se complican en Washington. Los portugueses pierden la valija con el documento de aceptaci¨®n y Grecia demora el suyo por "problema de traducci¨®n".
A la vista de la premura, "Ios norteamericanos ofrecieron la posibilidad de que Espa?a presentara el instrumento de adhesi¨®n ante la Embajada norteamericana en Madrid", afirma ?lvarez de Toledo. Al fin, el d¨ªa 29 Grecia entrega su aceptaci¨®n y llega a la Embajada espa?ola una segunda valija con otro instrumento de adhesi¨®n debidamente fechado. A las 10.30 del 30 de mayo, tres diplom¨¢ticos espa?oles llegan al Departamento de Estado. La entrega es en la s¨¦ptima planta, ante el secretario de Estado adjunto, Walter Stoessel. "Subimos en el ascensor con tres mujeres de la limpieza y un mont¨®n de escobas. La realpolitik gan¨® al ceremonial", afirma el ?lvarez de Toledo. "Ten¨ªamos que elegir entre el protocolo y el inter¨¦s pol¨ªtico. Si hab¨ªa tralal¨¢, no hab¨ªa OTAN", afirma el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca.
No hubo alharacas, pero hubo Alianza. Era un objetivo de Calvo-Sotelo, cuya investidura interrumpi¨® el 23-F.
"El 23-F no aceler¨®, sino que retras¨® la entrada, porque el Gobierno se vio ocupado por las consecuencias de la intentona. No fue una factura que nos pasaran los militares. Ellos no lo deseaban un¨¢nimemente", afirma Calvo-Sotelo. "El Ej¨¦rcito de Tierra era el que ten¨ªa m¨¢s dudas, pero no hubo reticencias", asegura Alberto Oliart, entonces ministro de Defensa. Se consideraba ventajoso que las FAS est¨¦n en contacto con otros ej¨¦rcitos modernos y dem¨®cratas. El 5 de junio, el brigada Jos¨¦ Gal¨¢n iza la bandera espa?ola en Bruselas.
"Nunca le ped¨ª al Rey que hiciera gestiones", afirma Calvo-Sotelo. "La Zarzuela jug¨® un papel muy positivo. Dej¨® clara su neutralidad ante el debate y una discreta constancia, donde hab¨ªa que dejarla, de que el ingreso se insertaba en una decisi¨®n del parlamento democr¨¢ticamente elegido", a?ade P¨¦rez-Llorca. Asegura, que a finales del 81, los sovi¨¦ticos hab¨ªan aceptado la entrada.
"No hubo presiones para la entrada. A los americanos les importaban m¨¢s las bases que nuestra presencia en la Alianza. Sin OTAN, habr¨ªa habido ingreso en la CE", afirma. "Era como si te quieres casar (entrar en la CE) y encuentras piso (OTAN)", matiza P¨¦rez-Llorca. "El veto de Francia a la entrada en la CE s¨®lo pod¨ªan superarlo EE UU y Alemania con un apoyo decisivo y el precio era entrar en la OTAN", dice Oliart.
"Eran vasos comunicantes", tercia el embajador de la RFA en Madrid, Guido Brunner. Alemania, fue "la principal ayuda" para la entrada en la Alianza, seguida entre bastidores por EE UU, dice P¨¦rez-Llorca. A Alemania le sirvi¨® para "revalorizarse" ante los norteamericanos, en plena discusi¨®n sobre los euromisiles, reconoce Brunner.
"Es una equivocaci¨®n hist¨®rica que deberemos pagar", respondieron los socialistas el 30 de mayo por boca de Carmen Garc¨ªa Bloise. "El error hist¨®rico fue nuestro", reconoce ella ahora. Los socialistas lo pagaron con el refer¨¦ndum. "Fue el propio Felipe Gonz¨¢lez quien insisti¨® en celebrarlo", afirma el entonces ministro de Exteriores, Fernando Mor¨¢n.
"El propio presidente recondujo el proceso. Fue una de las primeras lecciones de pragmatismo", apunta Luis Solana, ex portavoz socialista de Defensa.
"Para Espa?a, la OTAN es como unos zapatos que al principio hacen da?o, pero luego ni te das cuenta de que los llevas", concluye Brunner. Tampoco el mundo es como era.
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