El Bolshoi busca salida a su crisis con el patrocinio privado
Una quincena de sus m¨²sicos se establecer¨¢ en Espa?a durante tres a?os
Bajos sueldos; ausencia de casas para los artistas, quienes deben vivir con sus familias en peque?os cuartos compartiendo el mismo lavabo con otros residentes, y falta de recursos para nuevas puestas en escena, son algunos de los muchos ingredientes de la grav¨ªsima crisis por la que atraviesa el Gran Teatro Bolshoi de Mosc¨². Sus dirigentes hoy cifran las esperanzas de retener a las estrellas y salvar el afamado teatro en los nuevos mecenas -las entidades comerciales- y las promesas del presidente Bor¨ªs Yeltsin. Desde su fundaci¨®n en 1776, este teatro, uno de los mejores del mundo junto con La Scala de Mil¨¢n, la Opera de Par¨ªs, el Covent Garden de Londres y el Metropolitan de Nueva York, ha sido el ni?o mimado de las autoridades rusas.
Valeri Zaj¨¢rov, vicedirector general administrativo del Bolshoi, explic¨® a EL PA?S que Lenin hab¨ªa salvado a esta entidad cultural en la turbulenta ¨¦poca de la guerra civil. Ahora le toca su turno al presidente Yeltsin que ya emerge como el m¨¢s importante mecenas de la nueva Rusia: hace poco asign¨® por orden directa 15 millones de d¨®lares para la reconstrucci¨®n de la tambi¨¦n famosa galer¨ªa de pinturas Tretiakov, poseedora de una riqu¨ªsima colecci¨®n de arte ruso.
Aunque el teatro es subvencionado por el Estado ("como todos los grandes teatros mundiales, que no son comerciales" precisa Zaj¨¢rov), las asignaciones actuales no son suficiente porque se deval¨²an debido a la inflaci¨®n galopante. "Queremos que Yeltsin nos proteja", confiesa, y espera la pronta promulgaci¨®n de un decreto presidencial que confiera al Bolshoi el car¨¢cter exclusivo de teatro nacional y le dedique un apartado especial en el presupuesto general de Rusia.
Tampoco rechazan la ayuda de otros patrocinadores, como algunas firmas de capital mixto que subvencionan nuevas puestas en escena o giras al extranjero. Todo el mundo all¨ª cifra sus esperanzas en el recientemente creado Fondo Pro Desarrollo del Bolsh¨®i, en el que se aceptan aportaciones de particulares y entidades nacionales y extranjeras. Pronto abrir¨¢n una sucursal del fondo en Viena, porque "es m¨¢s seguro". Y este paso resulta bastante l¨®gico si tenemos en cuenta que 1,5 millones de d¨®lares que pertenecen al teatro permanecen congelados en un banco de Mosc¨².
El problema de las divisas es fundamental. El Estado se queda con el 65% de la moneda extranjera que gana el Bolshoi en su actividad art¨ªstica y que tanto necesita para adquirir instrumentos musicales, telas, pinturas, equipos de escena y luminotecnia, y ¨²tiles para obras de restauraci¨®n.
Fuga de artistas
El que anta?o se defin¨ªa como "abanderado del escenario sovi¨¦tico y buque almirante de la cultura patria" precisa millones de rublos para mantener el precioso pero ya desgastado edificio que se erige en el centro de Mosc¨², sin hablar ya de la global restauraci¨®n que se proponen iniciar en 1994. Adem¨¢s, la constante subida de precios de los materiales encarece las nuevas puestas en escena: si hace seis meses la nueva versi¨®n de la ¨®pera Eugenio Oneguin le cost¨® al Bolshoi 400.000 rublos (unas 400.000 pesetas), el reciente estreno de Fausto ya super¨® los cuatro millones por esta causa. Pero el problema m¨¢s agudo que enfrenta el diamante de la cultura esc¨¦nica rusa es el de evitar la fuga de sus mejores artistas. Los sueldos, pese a los constantes aumentos (el 1 de junio volver¨¢n a subir en un 80%), siguen siendo muy bajos: rara vez superan los 5.000 rublos al mes. Las frecuentes giras al extranjero constituyen un cierto alivio financiero, pero no se puede comparar ni de lejos con los honorarios que perciben los artistas del propio Bolshoi contratados en Occidente.
Otro problema grave es la falta de vivienda para el personal. Entre las estrellas que viven compartiendo un solo lavabo con otras celebridades figuran el cantante Yuri Nech¨¢iev, que tiene tres hijos, y Alexandr Tat¨¢rov -tenor de 41 a?os que desempe?a papeles protag¨®nicos en Tosca y La dama de pique-, con su mujer y dos mellizos. La bailarina promesa, Nadiezhda Grachova, de 22 a?os, que ya act¨²a como solista en El lago de los cisnes, Romeo y Julieta y La bayadera, se ve recluida en una pieza de 5,2 metros cuadrados donde ni siquiera caben todas las flores que le obsequia cada noche el p¨²blico.
Semejantes condiciones de vida no logran mejorar, evidentemente, los ¨¢nimos del artista antes del espect¨¢culo ni le permiten prepararse debidamente para la actuaci¨®n.
La fuga de los mejores bailarines y cantantes del Bolshoi es permanente. Muchos solistas se han marchado a Alemania, Francia, Italia y otros pa¨ªses. No son pocos los m¨²sicos de la orquesta del Bolshoi que se han ido a Espa?a, y pronto llegar¨¢n a este pa¨ªs con contratos de tres a?os otros 16 m¨²sicos del Bolshoi. El director general del teatro, Vlad¨ªmir Kokonin, trata de justificarlo explicando que "la gente debe sentirse libre, y adem¨¢s, la rotaci¨®n de los talentos es un fen¨®meno progresista en el arte". Y agrega: "Un grupo de cantantes se ha marchado al extranjero, lo cual nos hizo posible estrenar Eugenio Oneguin con j¨®venes talentos".
Contratos
Para evitar la p¨¦rdida definitiva de las estrellas, la administraci¨®n del Bolshoi quiere introducir un sistema de contratos que se usa en otros pa¨ªses, para que el artista -que hoy est¨¢ encadenado a la plantilla con sueldo fijo- pueda actuar a la vez en el Bolsh¨®i y en otros teatros, sea en Rusia o en el extranjero. El nuevo sistema permitir¨¢ tambi¨¦n pagar los merecidos honorarios a las estrellas mundiales. "Hace poco, Montserrat Caball¨¦ cant¨® en el Boishoi por un pago simb¨®lico", explica Zaj¨¢rov, "pero no es normal, aunque los grandes de la ¨®pera mundial est¨¢n dispuestos a dar aqu¨ª un concierto ben¨¦fico para ayudarnos. Constituimos un patrimonio de valor universal, y la p¨¦rdida de este teatro ser¨ªa irreparable para el mundo", a?ade. A pesar de todas las penurias, el Bolshoi sigue justificando su nombre, que en ruso significa grande. Ofrece 26 espect¨¢culos al mes y elabora un repertorio integrado fundamentalmente por obras de autores rusos. En esta temporada han presentado cuatro estrenos: dos ¨®peras (Eugenio Oneguin y Fausto) y dos ballets (La bayadera y El corsario).
No faltan en el programa del Bolsh¨®i las giras al extranjero. En octubre, por primera vez llevar¨¢n la compa?¨ªa completa de ballet a Espa?a para presentar durante casi dos meses obras como Iv¨¢n el Terrible y Giselle.
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