La peor sequ¨ªa del siglo y la guerra extienden el hambre en ?frica a pa¨ªses que exportaban cereales

La vida de 60 millones de personas en ?frica se ve ahora mismo en serio peligro a causa del hambre. La peor sequ¨ªa del siglo en el conjunto del continente negro ha extendido el hambre al ?frica austral, a pa¨ªses que hasta ahora desconoc¨ªan este problema y que incluso, como Zambia y Zimbabue, exportaban cereales. Los conflictos armados en el continente han empeorado la situaci¨®n. Se necesitan 6,5 millones de toneladas de v¨ªveres.

Organizaciones como M¨¦dicos Sin Fronteras han reconocido el esfuerzo realizado por la CE para a?adir 800.000 toneladas de cereales al mill¨®n y medio que hab¨ªa previsto enviar este a?o a ?frica como ayuda humanitaria. Estos cargamentos se componen especialmente de cereales (ma¨ªz, sorgo, trigo ... ), leche y aceite, y su valor est¨¢ calculado en unos 50.000 millones de pesetas. Adem¨¢s, el Parlamento Europeo ha hecho un llamamiento a los Doce para que, por su cuenta, env¨ªen a¨²n m¨¢s alimentos. Seg¨²n ha se?alado el subsecretario general de Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios, Charles Henri Lamuni¨¨re, a la desolaci¨®n ya habitual en los terrenos del Cuerno de ?frica -Sud¨¢n, Somalia, Etiop¨ªa, Yibuti-, cuya mortandad por hambre alcanz¨® magnitudes b¨ªblicas a mediados de los a?os ochenta, 1992 ha tra¨ªdo la alarma al ?frica austral: a pa¨ªses como Mozambique, Angola, Namibia, Botsuana, Lesotho, Suazilandia, Malaui y Sur¨¢frica, que han venido siendo autosuficentes en su producci¨®n de cereales, e incluso a Zambia, Tanzania y Zimbabue, que han llegado a exportar alimentos alg¨²n a?o.

Incluso la tur¨ªstica Kenia, uno de los para¨ªsos de moda para los turistas europeos ansiosos de practicar submarinismo y safaris fotogr¨¢ficos, presenta situaciones de hambre en amplias franjas que limitan con Etiop¨ªa y Somalia. El panorama en Kenia se est¨¢ volviendo especialmente dif¨ªcil porque acoge ya a cerca de 200.000 refugiados procedentes de Somalia y del sur de Etiop¨ªa. El flujo de refugiados no deja de aumentar y las previsiones m¨¢s optimistas prev¨¦n que unas 350.000 personas llegar¨¢n en lo que queda de a?o. En total, la sequ¨ªa incide en 130 millones de africanos, de los que 60 millones presentan una situaci¨®n grave.

En cuanto a Sur¨¢frica, el Gobierno de Pretoria ha desestimado la asistencia de Naciones Unidas, aunque ceder¨¢ la utilizaci¨®n de sus instalaciones portuarias para la distribuci¨®n de las toneladas de cereales que vayan llegando, informa Efe. El Gobierno surafricano estima poder hacer frente a la compra de al menos cuatro millones de toneladas de cereales que necesita este a?o. La poblaci¨®n de raza negra de este pa¨ªs compone la totalidad de los nueve millones de parados; en general, son indigentes, particularmente en las zonas rurales y en los guetos de Pretoria y Johanesburgo.

Ante la situaci¨®n, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) ha hecho p¨²blicos a lo largo de esta semana llamamientos a la solidaridad: "Sin la movilizaci¨®n de la ayuda internacional requerida, en los pr¨®ximos meses se incrementar¨¢n los sufrimientos humanos y ser¨¢ inevitable la p¨¦rdida de vidas". La malnutrici¨®n resulta especialmente grave entre la infancia, ya que disminuye las defensas de los ni?os y una simple epidemia de sarampi¨®n puede diezmar a la poblaci¨®n en cuesti¨®n de d¨ªas. De ah¨ª que los primeros en recibir la asistencia internacional sean los menores de cinco a?os. Josep Vargas, presidente de M¨¦dicos Sin Fronteras en Espa?a, confirma que ya les han llegado desesperados mensajes desde sus compa?eros que est¨¢n trabajando en Angola y Mozambique: "El hambre y las epidemias que acarrea est¨¢n haciendo estragos".

Gerard Salole, director del Fondo de Ayuda a la Infancia para ?frica Austral, explica otros problemas a?adidos a la situaci¨®n: "La sequ¨ªa ha llegado en un momento en que los recursos financieros de Occidente tienen que atender, adem¨¢s, las peticiones de ayuda de los pa¨ªses del Este de Europa y la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica". Indica adem¨¢s que los conflictos armados en algunos pa¨ªses azotados por la sequ¨ªa han contribuido a acrecentar sus efectos, al impedir la distribuci¨®n de ayuda alimentaria a todas las zonas afectadas.

Zonas de cultivo devastadas

Josep Vargas tambi¨¦n recalca esta parte de culpa de la intervenci¨®n humana: "La guerra en pa¨ªses como Angola -ahora en proceso de paz- y Mozambique ha obligado a grandes cantidades de gente a abandonar sus campos de cultivo para vivir dentro de los cinturones de seguridad creados en torno a las ciudades. Hay zonas enormes que siempre han sido sembradas, y ahora est¨¢n completamente devastadas". Las instituciones humanitarias se han marcado el objetivo de, por lo menos, conseguir que los contendientes en Mozambique abran pasillos protegidos para poder distribuir los v¨ªveres. Josep Vargas quiere alertar sobre las repercusiones pol¨ªticas de la falta de comida: "En pa¨ªses como Etiop¨ªa, Angola y Namibia, que est¨¢n viviendo la transici¨®n de sus reg¨ªmenes hacia las democracia, existe el peligro de que la gente asocie democracia con hambre; incluso la situaci¨®n puede poner en riesgo Gobierno, ya m¨¢s estables, como los de Zimbabue y Lesotho".