Requiebro de burbujas

Es de color p¨¢lido, hijo de la uva malvar, t¨ªpica de estas tierras; tiene aroma a pl¨¢tano y manzana, y un sabor suave. En otros lugares se llamar¨ªa cava, pero su nombre es Requiebro, y ha nacido en, Morata de Taju?a, al sureste de la capital. Brindar con ¨¦l sale por poco m¨¢s de 500 pesetas. Los tres hermanos propietarios de la bodega Pablo Vela han elaborado el primer vino espumoso de la Comunidad, madrile?o de pura cepa.

El abuelo de los hermanos Vela dej¨® en 1915 las tareas de carpintero para transportar vino en unos carros, que ¨¦l mismo construy¨®, desde su pueblo natal, Villa de Don Fadrique (Toledo), hasta Madrid. Y a ¨¦l se debe el que el vino Vela se conozca en Madrid desde los a?os sesenta. Despu¨¦s, su hijo se encarg¨® de sacar adelante un negocio de exportaci¨®n de vinos desde Quintanar de la Orden (Toledo), que tuvo que cerrar en 1981 al quedarse ciego. Sus tres hijos vinieron a Madrid y alquilaron en 1983 la actual bodega, de cuyo negocio vive ¨ªntegramente Javier.Pedro Luis, en¨®logo y profesor de la Escuela de la Vid, encargado de formar a t¨¦cnicos del vino, muchos de ellos hijos de bodegueros, y Pablo, empleado de banca, viven en Madrid y ayudan a su hermano siempre que pueden. En principio se dedicaron exclusivamente al embotellado de vinos blancos y tintos. Ante la fuerte competencia pensaron crear un vino bien elaborado, producto de una vid trabajada. Ya lo dice Pedro Luis: "El vino es lo que de ¨¦l dice el cura en la misa: fruto de la vid y del trabajo del hombre".

Y pensaron en un espumoso de calidad, lo que en otras latitudes se llama champa?a o cava. Hasta el momento, el etiquetado, adem¨¢s de Requiebro, nombre con el que se ha bautizado al primer brut comercializado en la Comunidad de Madrid, dice: "m¨¦todo tradicional" y "m¨¦todo champenoise". Este ¨²ltimo t¨¦rmino lo dejar¨¢n de utilizar el a?o que viene, "porque los franceses aseguran que se les hace competencia", explica Pedro Luis Vela.

Requiebro naci¨® en 1986, cuando Pedro Luis comenz¨® a trabajar en la Escuela de la Vid. Sus alumnos de formaci¨®n profesional, haciendo pr¨¢cticas, elaboraron 500 botellas bajo su direcci¨®n. Despu¨¦s hubo "cari?o y pasi¨®n", dice el padre del espumoso; "no vivimos de esto, vivimos para esto". Los tres hermanos aseguran que han recibido felicitaciones. El paso por dos ferias a las que han acudido para dar a conocer su producto les ha llenado de satisfacci¨®n. El pasado a?o tuvieron representaci¨®n en Alimentamadrid y el 23 y 24 de mayo pasados estuvieron en Vivexpo, muestra del vino orientada al sector profesional, donde diferentes autoridades y catadores han degustado 42 cajas de Requiebro.

Comercializaci¨®n

Hasta el momento, el nuevo cava cuenta con clientes madrile?os principalmente, aunque se podr¨¢ degustar en Alicante, Huesca y Asturias.En principio es necesario elegir un buen vino nuevo de unos 10? y con acidez, que se consigue en las primeras fechas de la vendimia. En estos cuatro primeros a?os, los hermanos Vela se han servido de caldos de Villarejo de Salvan¨¦s (zona vin¨ªcola de la regi¨®n).

Este vino se embotella con levadura y az¨²car durante nueve meses como m¨ªnimo, plazo fijado por la ley. Es el tiempo que requiere el Moratu?a Semi, otra de las variedades. Despu¨¦s de esta fase de fermentaci¨®n hay que remover la botella para despegar la levadura que ha ido peg¨¢ndose. al cristal en ese tiempo. En la siguiente fase de aclarado se depositan las botellas en unos pupitres, donde se van girando hasta llegar a una posici¨®n vertical. En este momento, la botella ha quedado "en punta", y as¨ª se conservar¨¢ hasta llegar al deg¨¹elle (expulsi¨®n de la levadura.

La operaci¨®n siguiente es la adicci¨®n de licor. Si no se a?ade licor se obtiene un brut nature, y, seg¨²n se vaya dosificando una cantidad mayor, se ir¨¢n produciendo botellas de brut, seco, semiseco y dulce.

El Requiebro brut es el producto de la bodega m¨¢s aceptado hasta el momento. Hasta ser consumido reposa en la bodega durante 15 meses. Este vino espumoso de color p¨¢lido, fruto de la uva malvar, aut¨®ctona de Madrid, tiene un aroma afrutado (mezcla de pl¨¢tano y manzana), y, seg¨²n Pedro Luis, cuando lo bebes "te olvidas de que has bebido Vino, porque te deja la boca limpia, al ser redondo y suave".

Con una reserva de 50.000 botellas de vino nuevo, 2.000. de brut nature de tres anos y 7.000 de brut Requiebro, han sido los pioneros. Otros pretenden seguirles. Las bodegas Figueroa han comenzado ya.

"El mercado madrile?o demanda un mill¨®n de botellas, cantidad que de momento nosotros no tenemos capacidad para producir", dice Pedro Luis. El hombre sue?a con comprar una bodega y lanzar sus burbujas fuera de la Comunidad de Madrid.